Capitulo VI

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Fui descubierta

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Fui descubierta. Primero recibí la carta. Estaba en mi mochila, cuando la abrí en mi casa de regreso de la escuela. Era un escrito de amor, firmado por Amity.

Hablaba de las veces que la había visitado a la biblioteca y como se notaba que me habia dedicada a estudiar sobre literatura, del hecho de que a ambos amábamos a AZ, de aquel dia en el que cocinamos pastelillos juntos, y como ella sabía que fingía sorprenderme con las llamadas de broma de los gemelos. Era la carta perfecta, tal como yo imaginaba que la escribiría esa chica. Mi chica.La carta no solo relataba como había descubierto mi enamoramiento si no como ella se empezó a interesar en mi.

Leí la carta un millón de veces y pensé que mi corazón iba a estallar.

Estuve a punto de marcarle por teléfono pero me contuve. Mejor me senté y le escribí una carta igualmente romántica hablando de los momentos que han sido importantes para mi. Del día que la vi llorar, de la vez que la seguí hasta la disco y la ocasión que la escuche cantar en la regadera. Le decía que nos viéramos en la cancha comunitaria de Grugby en la noche.

Le iba a entregar la carta en la escuela a primera hora, me levanté una hora antes para de lo que acostumbro tome una ducha y me asegure de bañarme en perfume, incluso pase por una tienda para comprar los chocolates más caros que poseía la tienda, y me dirigí a la escuela pero Edric me intercepto de camino y de inmediato me derrumbe.

-¿Recibiste algo interesante en el correo comadre?- me dijo sonriente, usando la palabra en español.

- No sé a qué te refieres- conteste restándole importancia, Emira se aproximaba a nosotros con una sonrisa de oreja a oreja.-¿O sea que no apareció nada interesante en tu mochila ayer?¿De verdad?- Su cara estaba roja y se veía que se aguantaba la risa.Voltee a ver a Emira quien finalmente había llegado hasta nosotros, pero tenía una confusión plasmada en su rostro.

Lo observé mientras él se empezaba carcajear, siempre ponía una cara de loco feliz cuando había estafado a alguien. Yo conocía bien esa cara pero nunca lo había visto tan feliz, ni tan desconcertada a su gemela. Sentí tristeza y rabia al mismo tiempo . Me le eche encima y lo empeze a golpear, a golpear con violencia al mismo tiempo que reía a carcajadas y gritaba- "¡para!¡para! Porque me pegas?"-. Emira intentaba pararme y separarme de su hermano, pero estaba fuera de mi.

Su mochila salió volando a la calle y estuvo a punto de ser atropellada por un camión. Lo solté finalmente y caminé alejándome de los gemelos y de la escuela, nunca volteé. A Pesar que ambos gritaban y llamaban mi nombre. Mientras caminaba a mi casa decidí que los Blight eran los peores amigos del mundo. Me arrepentí de haber sido tan buena onda con ellos, cuando todos en el salón en algún momento se habían burlado o rechazado. Eran unos traidores. Unas malas personas. Sentí como todas mis ilusiones quedaban en completa destrucción, los odiaba. pero lo que más odiaba era el vacío y el dolor que sentía en el pecho.

El domingo cae en lunesDonde viven las historias. Descúbrelo ahora