-¿Amity, no te das cuenta? Me gustas, no se que hacer sin ti, estas en mis pensamientos día y noche, vaya a donde vaya busco tu mirada, eres la dueña de mis suspiros, si no estas me desespero, el estar contigo me da paz, estoy perdidamente enamorada...
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-Amity Blight!!!... Espera!!- Corrí como pude cuando finalmente la pude alcanzar.
Después de hablar con la profesora Lilith, y contarle todo, omitiendo algunas partes me aconsejo que la invitara de una buena vez, que acabara con este suspenso, y eso es lo que voy a realizar.
La menor de los Blight finalmente se volteo
-Luz no te había escuchado- Comentó con burla. Sabía que mentía cada vez que lo hacía sus orejas se movían ligeramente, algo que me parecía extremadamente lindo y adorable.
-yo..yoo...Queria saber si querías ir conmigo al concierto?!-
Estaba hecha un desastre, me temblaba la voz.
Era un manojo de nervios, sentia como mi rostro quemaba ligeramente, probablemente estaba rojisima, luego de unos segundos de silencio, que se percibían como una eternidad desde mi perspectiva, hablo.
-Pensé que eso ya estaba establecido Noceda- expresó seria, haciendo énfasis en mi apellido.
-Lo deje claro en mi carta- prosiguió- ¿La recibiste? He estado esperando una respuesta-
Me quede petrificada, no sabía como actuar, ni responder, inclusive había olvidado cómo se respiraba. Aún no sabía cómo se sentía ella, que tal si hace esto por lastima, tal vez se está burlando. ¿Es esto una broma? Seguramente los gemelos están esperando una señal para salir de su escondite y burlarse. Probablemente lo hace para vengarse por los golpes que le dedique a su hermano. ¿Me odia? ¿Me detesta? ¿Qué voy a hacer?
-Noceda?!- Exclamó sacandome inmediatamente de mis pensamientos -Pfff!! Pasa por mi a las ocho, no llegues tarde te estaré esperando.-
Y como de costumbre desapareció a la vuelta de la esquina.
