-¿Amity, no te das cuenta? Me gustas, no se que hacer sin ti, estas en mis pensamientos día y noche, vaya a donde vaya busco tu mirada, eres la dueña de mis suspiros, si no estas me desespero, el estar contigo me da paz, estoy perdidamente enamorada...
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Bien, aquí estoy a las ocho en punto, ni un minuto más ni uno menos. A decir verdad llevo fuera de su casa media hora, no quería llegar tarde, no después que ella me lo hubiera pedido. Los minutos transcurrieron rápido para mi sorpresa, ni me dío tiempo para decidir como la saludaría, ni planear de qué hablariamos.
Estoy tan nerviosa no lo puedo evitar Amity Blight la dueña de mi corazón y de mis suspiros está allí esperando por mí, las dos estaremos solas en un concierto de nuestra banda favorita.
Toqué la puerta, unos segundos después la abrieron los gemelos. Se veían felices.
-Luz, lo siento mucho- Edric habló.
No sé a qué se refería ni que planeaba, pero ni una sola broma arruinaria mi buen humor.
-Amity dice que no va a salir contigo-
¿Qué ella que? No puede ser ella, incluso me pidió que llegara temprano.
-Pero no te preocupes, nosotros te acompañaremos- Continuo Emira.
No se que era peor, él como mi buen humor había desaparecido completamente dejándome con todo lo contrario a positivo, o tener que pasar la noche con los gemelos, no me malinterpreten ni malentiendan pero es totalmente preferible pasar la noche con Amity a que con sus hermanos.
Unas carcajadas me sacaron y evitaron que siguiera autocompadeciendome.
-Debiste ver tu cara- Decía un muy divertido Edric.
-¿Era una broma?- Pregunté. Ellos asintieron en respuesta. Tenía ganas de golpearlos , de abrazarlos, me sentía llena de vida, como si acabara de tomar una bebida energética
Amity si me iba a acompañar. Y justo como si mis pensamientos la llamaran, ella llegó.
Vestía una falda negra corta, una playera de la banda, unas botas negras. Un delineado perfecto, su cabello suelto. Se veía hermosa. No pude evitar perderme observándola detallando cada característica, era perfecta, más de lo que era posible. Yo no quería dejar de verla nunca, podía pasar toda la eternidad admirando su belleza., y si quería que ese deseo se volviera una realidad en la que me permitiera observar la por el resto de mi vida, haría lo que fuera capaz de hacer para alcanzar ese escenario.
-Noceda. Me alegra saber que eres puntual- Comentó Amity.
Como me gustaba el sonido de mi apellido siendo dicho por ella. Apenas le pude responder, me sentía muy nerviosa.
-yo-yo-yooo...- Acabo de tartamudear? Edric y Emira se morían de la risa observando lo ridícula que lucía.
- Te ves muy bien Amity- Logre formular. Ella no dijo nada solo se quedo observando.
-¿Nos vamos?- Pregunté esperando una respuesta de parte de la peliverde.
-S-si- Pronunció finalmente. Nos dirigimos a la puerta cuando los gemelos gritaron que los esperamos, no capte lo que estaba pasando, ¿Ellos vendrían?
Aparentemente Amity lo noto y afirmo lo que me temía.
-Ellos vendrán también ¿No te molesta, verdad Luz? -
No conteste, sin más que aguardar nos encaminamos al dichoso concierto.
