Jungkook tiene un admirador secreto y cree saber quién es.
¿Alguna vez sentiste ese temor de no ser lo suficientemente bueno para una persona?
Así me siento yo.
Porque tú eres etéreo.
Eres oro.
Eres arte.
-Tu admirador secreto.
Jungkook suspiró.
"He...
EN SU LLAMA mortal la luz te envuelve. Absorta, pálida doliente, así situada contra las viejas hélices del crepúsculo que en torno a ti da vueltas.
¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.
Oscilo entre el placer y la tortura contigo. Siempre te busco en la multitud. Soy celoso del viento infame que osa acariciar tu rostro. Envidio la simple tela de tu ropa que tiene el placer de tocar tu piel. Me hallo escondido, presenciando tu sublime existencia. Deseando, anhelando, que algún día me mires de la misma manera en que yo lo hago.
-Tu admirador secreto.
Otra semana había comenzado de esta manera.
Jungkook acarició el papel impreso con el dedo pulgar reprimiendo una sustanciosa sonrisa que quería colarse en sus labios al darse cuenta que quizá le gustaba la forma en como aquel misterioso autor lo concebía.
Él sabía que era atractivo para la vista de los alfas, mas la manera en qué su belleza se veía retratada en aquellas palabras lo tenía encantado, casi haciéndolo dudar de que verdaderamente fuera así.
Algo se retorció dentro suyo, el estómago se le contrajo y el esófago flaqueó.
Con cuidado, guardó la carta con su sobre junto con los pétalos intactos en el primer bolsillo de su bolso, anotándose mentalmente sacarla una vez llegara a casa y dejarla en la pequeña caja donde guardaba las demás notas. Suspiró mientras sacó los libros necesarios de su locker y los llevó debajo de su brazo porque serían los primeros que usara en clase, todo mientras escuchaba unos conocidos pasos acercándose a él.
Cerró la puerta de su casillero y el rostro sonriente de Hoseok lo recibió tras él.
"¿Y?" Le preguntó con picardía. "¿Otra vez?"
El omega le devolvió la sonrisa con la misma sazón.
"Sin falta" respondió girando la llave de la cerradura de su casillero y guardándola en el bolsillo de la chaqueta gris de su uniforme. "Pero está vez fue más poético. Se esfuerza y le doy puntos por ello"
El rubio se acercó a él y pasó el brazo por sus hombros, comenzando a caminar lentamente hacia el salón de clases que ambos compartían.
"O sea que te está gustando" sugirió. Jungkook sonrió y ladeó la cabeza.
"No, no puede gustarme alguien que no conozco y me habla por mensajitos" le explicó pasando por alto la mirada que ciertos alfas le dieron. "Pero me intriga, quiero saber quién es y por qué lo hace"
Hoseok lo miró de perfil, encontrando un brillo particular en los ojos del omega. Una chispa incandescente que bailaba en los oscuros orbes.
"Entonces si su objetivo es llamar tu atención, lo está logrando"
