Why :: TaeJoon ፝֯֟⋆

── ꒰‧⁺ ᴠᴇʀᴅᴀᴅ ᴇxᴘᴜᴇꜱᴛᴀ

Esas semanas habían sido un total dilema de cuestionamientos para Namjoon. No podía mantener la concentración para sus composiciones, y si escribía algo nuevo, terminaba siendo una descripción de sus sentimientos confusos. Se estaba agobiando sin tanto esfuerzo, dándole miles de vueltas a las ideas en su cabeza.

No podía aceptarlo, simplemente no. Ese beso no podía significar algo. Joder, vio a Taehyung crecer durante casi seis años. ¿Cómo es que ahora eso podría irse a la deriva y verlo como algo más?

— Maldición. —siseo por la bajo.

El omega apagó la computadora porque solo contribuía a su dolor de cabeza y desparramó su cuerpo por la silla giratoria, con la mirada perdida en el techo.

"¿Cuándo fue qué pasó?"

La pregunta siempre terminaba golpeando su intento de calma. Si tan solo hubiera reconocido aquel extraño sentimiento hace muchos meses atrás, no habría dudado en detenerlo, acabar con ello para no terminar rompiendo el lazo que con tanto amor y esmero había formado con su donsaeng.

Él sentía que su relación fraternal se estaba desvaneciendo. ¿Cómo podría verlo con fijeza luego de lo sucedido? Odiaba no poder controlarse, no haber sido capaz de mantener la postura ante lo correcto e incorrecto. Era el mayor de ambos, tenía que actuar con madurez.

La presión era mucha, y estaba siendo consciente que también era su culpa. Quizás, cuando se sintiera mejor preparado, terminaría aclarando las cosas con Taehyung, porque ciertamente había otra duda carcomiéndole por dentro.

¿Qué había significado el beso para el joven alfa? ¿Acaso estaba jugando o pretendiendo algo?

Namjoon desconocía aquello, todo se iba aglomerando cada vez más. Por eso mismo es que seguía encerrado en su estudio, sin algo más beneficioso por hacer. Ni siquiera pasaba tiempo junto a Hoseok, lo evitaba; excusándose con la carga de trabajo. Se sentía incapaz, se sentía culpable de haberlo aceptado cuando sus emociones ya se encontraban revueltas y babélicas.

Dio un sonoro resoplido, queriendo acabar ese lío que su cabeza y corazón se inventaron absurdamente. Sacudió su cabello con ambas manos en muestra de un leve acto de ansiedad e iba tomar a las llaves junto a su celular para salir de ese asfixiante lugar; pero el toque insistente en la puerta lo detuvo de sus acciones. Arqueó una ceja, confundido. No esperaba a nadie como visita, más al levantarse para poder observar quien fue aquella persona que intentaba acceder, no contó con que fuera el que últimamente afectaba su raciocinio.

Incluso cuando internamente deseaba volver a cerrar la puerta, parecería un chiquillo infantil y cobarde por no poder enfrentar situaciones que tanto se insistía en resolver. Se dio por vencido, haciéndose a un lado para invitarlo de manera silenciosa a que pasase.

— Hola hyung, —fue el alfa quien rompió el corto silencio. Con las manos sudorosas y el corazón latiendo al mil ante lo que tenía pensado hacer.

Namjoon le correspondió el saludo intentando ser cordial, tratando de actuar con normalidad mientras le ofrecía asiento en uno de los pequeños sofás individuales que tenía ahí.

— Gracias. —le sonrió con cierto nerviosismo. — Pero vengo a decirle algo importante y no creo poder estar sentado.

— ¿Qué exactamente? —el camino que estaba tomando la conversación estaba siendo incierto para él.

— Sin duda se lo hubiera dicho aquel día o en los siguientes, pero no podía encontrarlo por la agencia. —agregó, intentando ver su reacción.

Sí, Namjoon estuvo evitando a ambos alfas.