❝Desearía poder decirte que eres todo lo que quiero.❞
Taehyung es un idol reconocido por la industria musical en el continente asiático, quien al ser muy joven, quedó enredado ante el encanto genuino de un omega precioso como solo podía serlo Namjoo...
El omega jadeó sorprendido y preocupado. Andaba caminando por el estrecho pasillo para dirigirse a su MONSTUDIO cuando escuchó el estruendoso sonido de algo caer. Su inquietud incremento al darse cuenta que aquello sucedió en la sala de prácticas de Taehyung.
Cuando al fin abrió la puerta, sus manos temblaron levemente al ver el cuerpo de su dongsaeng en el suelo, rápidamente se acercó a él e iba a tomarlo del brazo, pero no contó con que el otro se zafara abruptamente de su agarre, como si el toque ardiera.
— Estoy bien. —murmuró por lo bajo, sin siquiera atreverse a mirarlo.
"Perfecto, nuevamente quedaste como un imbécil que no puede hacer nada"
— No es cierto, escuché lo fuerte de tu caída. —el alfa hizo una mueca de disgusto. — Vamos a que te revise algún doctor, no me moveré de aquí.
— Dije que estoy bien, no se preocupe.
Namjoon bufó, un poco confundido al verlo comportarse así.
— Esta no es ninguna broma, Taehyung. Te has lastimado y necesitas de un chequeo.
— ¿Le parece que estoy bromeando? —alzó su mirada, transmitiéndole rigidez pulcra en ella. — ¿Acaso siempre me ve jugando o algo por el estilo? Fue un simple percance, me tropecé.
— ¿Cuál es tu problema? —cuestionó desconcertado. El alfa jamás le había hablado de esa forma.
"Tú, haberme enamorado de ti"
— ¿Puede retirarse? —dijo en cambio, sacudiendo las ideas de su cabeza. Tratando de mantener la calma que tanto ansiaba su acabado corazón.
El omega suspiró, cruzando sus brazos mientras aún veía a Taehyung recostado en el suelo, tratando a duras penas el poder sentarse en forma de flor de loto.
— Bien, me iré cuando pueda verte de pie. —anunció, sintiéndose extraño al ver la lejanía y frialdad con la que se estaban hablando.
¿Qué estaba pasando?
El peligris chasqueó la lengua, intentando levantarse con todas las pocas fuerzas que le quedaban. Quería que Namjoon se fuera, no quería verlo, al menos no en un par de días. No quería debilitarse tan fácilmente y que este pudiera notar el impacto que generaba en el con tan pocas palabras y su dulce aroma cada vez que se hacía presente.
El omega casi corrió al ver que el cuerpo de Taehyung flaqueó patentemente. Buscando que pudiera sostenerse en él, posó su mano en la cintura adversa y tomó uno de sus brazos, lo jaló suavemente para que al fin rodeara su nuca.
— Intenta sujetarte, llamaré a uno de los managers.
Taehyung reprimió el jadeó de dolor que nuevamente estaba sintiendo ante el movimiento de ser lentamente llevado a pasos pesados y asintió cabizbajo.
Todo le estaba saliendo patéticamente mal.
¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.
