CAPITULO 4

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(-_-;)

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–Te ves muy bonita. –la rubia intento tocarme pero sujete su muñeca y la apreté con fuerza. –que mala eres. –solté su mano y ella me sonrió de oreja a oreja.

–No vuelvas a intentar algo estúpido. –la mire furiosa.

–Yo solo quería un poco de sangre. –se puso de pie y se paró frente a mi. –deberias unirte a nosotros. –la rubia miro por un momento atrás de mi. –verdad Dabi.

–No creo que ella quiera unirse. –la voz de ese chico hizo que mi piel se erizará.

–Cuanto tiempo sin verte. –active mi quirk y en un movimiento rápido ya me encontraba detrás de el.

–Has crecido. –el pelinegro se dió la vuelta y quedamos frente a frente. –¿Cómo te fue en prisión? –pregunto burlón. –¿disfrutaste tu estadía en ese lugar?

–Super bien, deberías de ir. –dije divertida.

–No creo que quieran tenerme ahí.

–Oye Dabi. –hablo la rubia. –hay que llevarla con tomura.

–¿Vienes con nosotros? –pregunto dabi.

–Lo siento, pero si Ichiro estará ahí entonces no.

–Ese idiota está muerto. –rio. –no tienes de que preocuparte.

–¿Mi hermano está muerto?

–Si, ¿No estás feliz? –se acercó a mi y acaricio mi mejilla. –deberias de estarlo, el fue quien asesino a tus padres.

–Dabi tiene razón, por su culpa terminaste en esa prisión. –comento la rubia. –aunque deberías agradecerle por quitarte de encima a tu padre.

–Este tipo no era mi padre, era de Ichiro. –baje la mirada. –su muerte no me importa nada, era un maldito que merecía morir.. pero.. mi madre, ella no.

–Mmm, por lo que me di cuenta, tu madre estaba muy enferma, ¿No es así?. –menciono Dabi.

–Si, ¿Y que?

–Pues a Ichiro le molestaba que por estar postrada en una cama, no fuera capaz de protegerte cada que tú padre te golpeaba. –conto Dabi. –por eso los mato a ambos, Ichiro te quería demasiado y lo único que buscaba era protegerte.

Dabi volvió a acariciar mi mejilla y en un movimiento rápido logro abrazarme por la espalda.

–¿Que demonios haces? –aprete su brazo con fuerza. –suéltame ahora.

–Lo haré en un segundo, solo quería cumplir la voluntad de Ichiro.

–¿Su voluntad? –afloje mi agarré.

–Antes de morir me pidió que te diera un abrazo y que te dijera lo mucho que te quiere. –me abrazo más fuerte.

–Ya, suficiente. –me aleje de él. –no necesito un abrazo.

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