En la Oscuridad existe la Luz

Capitulo 5

Eimel se encontraba en su oficina, viendo fijamente con incredulidad la puerta por la que había salido su esposa hace apenas unos segundos. Un pequeño gagueo hizo que lograra despertar de la burbuja en la que se había adentrado. Eimel posó su mirada al pequeño bebé que se encontraba en sus brazos, preguntándose el porque la vida le hacía las cosas tan difíciles.

Había pasado cerca de 2 semanas desde que accedió a los caprichos de su esposa y aceptó el adoptar al bebé. A pesar de ser algo insignificante, los rumores se extendieron cual águila en vuelo, llegando a oídos de todos los nobles, y eso incluía a los nobles que conformaban la corte. Queriendo una explicación ante sus impulsivas acciones, la corte organizó una reunión en 3 días, en la cual estaría presente el emperador.

En cuanto Dianne se enteró de aquella noticia, se dirigió rápidamente hacia su oficina. Abriendo la gran puerta con un tanto de brusquedad, esta entra con el pequeño bebé en brazos, dirigiéndose hacia su escritorio.

-Tengo algunos asuntos que atender fuera de la mansión, por lo que te dejaré a cargo del pequeño- Dice dejando el cochecito y al bebé en brazos de su esposo.

Eimel se sorprende ante sus inesperadas acciones y palabras -¿Yo? ¿¡A cargo?! ¿¡Por que me lo dejas a mí?! No le puedes pedir a tu dama de compañía que lo cuide como siempre haces?!-

-Ella esta vez me acompaña acompañará con mis diligencias-

- Sabes que no soy una niñera, además, eh estado bastante ocupado por los recientes problemas que a tenido la frontera en cuanto a los constantes demonios que han estado apareciendo últimamente- Dice, señalando la gran pila de papeles encima de su escritorio.

Dianne da un leve suspiro, para luego rodear el escritorio y dirigirse hacia su esposo, posicionando sus manos en ambos hombros del pelirrojo y mirarlo con una expresión seria.

-Eimel, yo sé que aún no estás del todo de acuerdo en cuanto esto de la adopción, por lo que agradezco tus esfuerzo de tratar de aceptarlo, pero las cosas no se te harían más fácil si trataras de pasar más tiempo con el? Siento que indirectamente te estoy obligando a algo que no quieres-

-Indirectamente?- Contesta alzando una ceja. Dianne endureció más su mirada.

Eimel da un suspiro mientras se reclina en la silla -Esta bien, pero solo diré que no soy bueno cuidando niños, aún recuerdo la vez que aceptaste cuidar a la pequeña diablilla de tu sobrina para que desarrollara "lazos parentales". Solo fui a atender unos asuntos por 5 minutos y ya había desaparecido-

-Pfff- Dianne trataba de contener la risa, cubriendose la boca con el puño - Y-y la vez cuando terminaste dormido en tu oficina, y ella aprovecho para pintarte una zanahoria en toda la cara-

Eimel tapa su cara para evitar que su orgullo siga siendo lastimado, con una mano en alto en clara señal de que no quería escuchar más -Lo peor de todo es que usó una pintura especial que era muy díficil de quitar, y tuve que durar casi 1 mes completo con un dibujo infantil de una zanahoria en mi cara-

Dianne no pudo aguantar más, y agarrándose fuertemente el estómago, terminó explotando de la risa.

Sin que lo notará, Eimel se quedó observando por unos minutos a Dianne con una suave sonrisa en sus labios mientras recostaba su cabeza en una de sus manos. Últimamente, Dianne sonreía más de lo normal, se le veía más feliz y más animada. Para Eimel, el sonido de la risa de Dianne era una dulce melodía que no se cansaría de escuchar, siempre a sido así, desde antes de conocerse, Eimel amaba la risa de Dianne, y si el cuidar a aquel pequeño provocará que el vea más esa sonrisa, entonces hará su mejor esfuerzo.

Dianne ya había terminado de burlarse de los desastres que siempre le ocurrían a su esposo, para luego dirigirse lentamente hacia la puerta.

-No te preocupes, no te molestará con tu trabajo, es mas, es tan callado que a veces da hasta miedo, pero trata de convivir con el- Dice para luego salir, dejándolo sin la mínima idea de cómo cuidar a un bebé.