¿Qué puede salir mal?

5 1 2
                                    


— ¡¿Pueden simplemente dejarme en paz?! No puedo creer que se lo hayan contado a él. — Katsuki seguía enojado (aunque, ¿Cuándo no lo está?) Seguía sin comprender cómo podía tener amigos tan estúpidos.

— Ya basta Kacchan, simplemente se lo contamos a Izuku, y él a Shoto, digo, ¿Qué hay de malo? — Ja, ¿Y preguntaba que hay de malo? Katsuki aguantaba sus ganas de ahorcar al rubio.

— ¿Qué hay de malo? ¡¿En serio lo preguntas?! Antes que nada, nunca te di permiso de contarlo, y ahora sí al idiota mitad mitad se le ocurre contarle a alguien más porque "no hay nada de malo" ¡Todo el puto salón lo sabrá! — Sí, la expresión de Katsuki no decía nada bueno, estaba realmente enojado.

— Ya chicos, dejen de pelear por eso. Denki, es verdad que no tenías por que contarlo, y tú Bakugo, no te pongas de esa manera. — Aunque Sero de verdad intentaba mejorar el ambiente, Katsuki no ayudaba, seguía bastante tenso, pero ni siquiera sabían que era exactamente lo que le molestaba.

El día en la escuela termino, con un Katsuki aún enojado, y sus dos amigos con miedo de lo que les podía pasar.
El chico sin decir nada, salió de la escuela y se dirigió nuevamente a su casa. No sabía muy bien que le había molestado sobre la carta, tal vez... ¿Por que pensarían que tenía novio? O simplemente por... Vaya, ¿Tanto enojo sin un motivo claro? De nuevo, se sentía un tanto culpable de haberles hablado así a sus amigos, sin si quiera saber que le tenía tan molesto, y claro, no sabía cómo pedirles perdón, esa pequeña palabra, nunca podía salir de su boca, sin importar qué.

Abrió la puerta de su casa, sin prestar atención a nada y solo se tiró al sofá, pensando nuevamente por qué se había enojado así, después de un rato sumergido en sus pensamientos, escuchó como la puerta se abría, movió su cabeza un poco, alcanzando a ver de reojo la puerta, observando que era su madre, que por primera vez en mucho tiempo había llegado temprano, no se paró para saludarla, ni siquiera le dirigió la palabra, y aún así, su madre intentaba ser "amable" con él.

— Katsuki, ya estoy aquí, decidí llegar temprano para prepar la cena, verás que con eso te agradeceré todos los días que tuviste que prepararla tú. Ah, y por cierto, estaba este sobre cerca de la entrada, dice "para Bakugo Katsuki" ¿Quién es? — Al escuchar eso inmediatamente se levantó y tomó el sobre.

— ¡No es nada, vaya, ni siquiera sé quién las envía! Solo le gusta andar mirándome, ¡Cómo un puto acosador! Sí, eso es, y ya me voy, no...— antes de poder huir hacía su habitación, su madre, que era igual de "metiche" que él, decidió hacer preguntas.

— ¿Las envía? ¿Quiere decir que son varias? Y además, ¿Mirándote? Supongo que debe ser un tipo de pretendiente tuyo, y con esas palabras, ¿Es un chico? ¿Cómo se llama? — Ah, sabía que no podría salir de esa, pero, se las ingenió para no responder.

— ¡No lo sé, bruja! Me duele el estómago, ah, me voy. — y esas fueron sus últimas palabras antes de ir corriendo a su habitación, encerrándose ahí.
Por su parte, su madre se encontraba preparando la cena, sabía perfectamente como era su hijo, no necesitaba respuestas para lo que era obvio. Realmente tenía ganas de hablar con su hijo mientras cenaban, pero tampoco lo iba a obligar, así que solo dejó una pequeña nota debajo de su puerta, y fue a dormir.
Katsuki vió como la notita era dejada ahí, así que unos minutos después, se paró y la miró.

"Si no hablas hoy, te haré hablar mañana, traeré tu comida favorita y me contarás todo lo que está sucediendo, o si no, yo misma iré por el chico de una u otra forma, y verás que eso no te gustará. Te quiero aunque parezcas un perro enojado."

¿Un perro enojado? No debía sorprenderse, vaya, tampoco es como que alguien se vea bien cuando está enojado, pero da igual.
Un poco más tranquilo, decidió abrir esa tercer carta, verdaderamente con ansias de saber que decía está vez.

"Aquí K!! Siento como si hubiese pasado muchísimo tiempo desde la última vez que te escribí, aunque fue hace solo tres días.
Hoy no tengo mucha imaginación para empezar a decirte cosas lindas, pero se que ganaré tu corazón aún si aveces no tengo suficientes ideas.
Me gustaría contarte un poco sobre mi, pero ¿Realmente te interesa saber sobre mi? ¡No lo sabré si no lo hago!
¿Qué puedo contarte? Mhm, me gusta bastante mirar series de súper héroes, ¡Son geniales! ¿No lo crees?
Algún día, me gustaría ser uno, aunque dudo mucho poder lograrlo, igual, no estamos para sentimentalismos.
¿Sabes qué más me gusta? ¡Amo a los perros! Son animales super lindos, me gustaría tener un Pomerania, son muy parecidos a ti.

Bueno, creo que ya te hablado mucho, ¡Realmente espero que te encuentres bien, lindo! Por mi parte es todo, cuídate lindura, podrían robarte por ser tan lindo."

Ah, ese chico siempre poniéndolo nervioso, ese tal "K" no dejaba de llamarlo lindo, y él simplemente se preguntaba si realmente era lindo.

Era sábado en la mañana, más específicamente las 11:34 am.
Katsuki recién despertaba, veía la luz que entraba por su ventana. Bajó a la sala lentamente, observando como su madre se encontraba ya en la mesa esperándolo para el desayuno.

— ¿Y bueno? ¿Ya quieres hablar o voy por el chico? —. Se quedó esperando la respuesta de su hijo por unos largos dos minutos, hasta que decidió sentarse al lado de su madre, después de todo, era ramen picante, ¿Cómo podía rechazar eso?

— No sé cómo explicarte, lo único que puedo decirte es que de la nada alguien empezó a dejar cartas en la puerta, diciendo que... Que le gustó o algo así...— comía, mientras pensaba en lo que diría después de eso. — El estúpido se hace llamar K, no sé cómo luce, no sé si lo he visto, no sé de dónde es, y no sé cómo sabe de mi. —
Después de que hablarán por un rato sobre cómo parecía que era K, su madre lo convenció de dejarle una carta, para que la próxima vez que venga, la pueda encontrar.

— Si bruja, lo haré, pero ¡¿Podrías dejarme solo para que pueda pensar que decir?! —.

— Si ya, no te alteres, y tampoco me grites, iré a comprar unas cosas y tú escribe eso, ahora adiós. —

Su madre dejó la sala y salió de ahí, Katsuki empezó a hacer que su mente trabajará, por fin teniendo una idea de lo que podría escribir, tomó una hoja de papel y una pluma.

— Ah, no debería ser difícil, veamos que pasa. —

"Hola, supongo.
Ehm, simplemente estoy escribiendo esto para responder a tus cartas anteriores, y para preguntar una cosa, solo necesito saber esto, no me interesa escribir tanto como tú lo haces, no soy de estás cosas.
¿Realmente te parezco lindo? ¿Acaso sabes cómo soy? ¿Has visto cómo trato a los demás? Estoy seguro de que cuando me conozcas bien dejaré de parecerte lindo y simplemente dejarás de escribir. Pero, ¿Quién me garantiza que esto no es una simple broma de algún idiota que me odie y quiera verme mal?
Juro que si esto es una broma te encontraré y te matare con mis propias manos, y en caso de que no sea una broma... No lo sé, simplemente, ah.
Me extendí demasiado, adiós."

Y con esas palabras terminó de escribir, era más de lo que esperaba escribir, pero, cuando empezó a hacerlo no podía parar. Dejó la carta cerca de una de las ventanas, y volvió a entrar a la casa, durmiendo de nuevo.

Has llegado al final de las partes publicadas.

⏰ Última actualización: Nov 19, 2021 ⏰

¡Añade esta historia a tu biblioteca para recibir notificaciones sobre nuevas partes!

101 hojas con frases de amor - [cancelada]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora