Cap 4

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Gulf POV

Me recosté sobre mi cama mirando hacia el techo. El reloj decía que eran las cinco de la mañana, pero se sentía mucho más tarde. No había podido arreglármelas para dormir la noche pasada. Me sacudí y me giré tratando de sacar de mi mente la imagen de las manos de Mew sobre Art. ¿Estaba Mew bailando con él como bailó conmigo? ¿Le dijo que él también era hermoso?

Estaba más que aterrorizado de caminar fuera de mi cuarto. Las posibilidades de que Art había venido a casa con él la noche pasada, eran bastante buenas, y él no se veía como el tipo de chico que se resistiría a dormir con alguien.

La mirada que me dio en el club dejó claro que quería a Mew, y estoy seguro que si él ponía su mente en ello, lo conseguiría. Eso me hizo recordar a Earth diciéndome que mejor me apuraba y le decía antes que alguna arpía clavara sus garras en él. ¿Iba a ser Art esa arpía?

Ni siquiera quería pensar sobre ello. Me había quedado en mi cuarto lo suficiente. Si no iba a conseguir dormir, necesitaría una taza de café. Me senté en mi cama e intenté prepararme mentalmente por lo que tal vez ocurriría. ¿Realmente importaba? Es decir, no creo que mi corazón pueda romperse más. No después de la noche pasada, de cualquier manera. Como Mew fue de darme cumplidos y bailar conmigo, a fácilmente mandarme a volar cuando alguien mejor vino fue increíble. Probablemente debería estar enojado con él, pero no podía. ¿Cómo podía culparlo por no darse cuenta?

Tienes que parar de hacerte esto a ti mismo, pensé.

Respiré profundamente, luego me paré y caminé rápidamente hacia el espejo de detrás de mi puerta para asegurarme que no me veía demasiado como muerto. Apurado cepillé mi cabello. Ni siquiera me iba a preocupar por los círculos oscuros bajo mis ojos.

Mejor, imposible.

Con un suspiro final, giré el pomo de mi puerta y escuché por alguna pista de alguien estando despierto... nada.

Bajé por el pasillo, y todo estaba aún oscuro. Nadie estaba en la sala, y no había signos de un camino de ropas tiradas liderando al cuarto de Mew, eso era bueno. Hice mi camino a la cocina y comencé a hacer el café.

Estaba parado ahí, tatareando, poniendo cucharadas de granos de café dentro del filtro, cuando la puerta de la habitación de Mew se abrió y me congelé. Cerré mis ojos y recé en silencio.

Por favor, que esté solo... por favor, que esté solo...

"Oye, rebelde," dijo Mew mientras entraba en la cocina.

"Buenos días, rayito de sol." Respondí. Seguí esperando a que alguien más saliera de su cuarto, pero nadie lo hizo.

"¿Por qué te fuiste tan temprano la noche pasada? Nos estábamos divirtiendo." Preguntó mientras le daba un rápido apretón a mi cintura. Hice un gesto de dolor cuando mi corazón comenzó a latir erráticamente.

"Simplemente estaba cansado. Supongo que los tragos se me subieron un poco rápido."

Sin mencionar el hecho que me convertiste en el violinista de los siete.

"¡Awww, el pequeño Gulf es un peso liviano!" Se burló Mew mientras me daba un codazo juguetonamente. "Deberías haberte quedado, nos divertimos mucho."

"Tal vez la próxima vez seré capaz de aguantar."

"Así que, ¿estamos haciendo algo hoy?" preguntó mientras bajaba una taza y se servía un poco de café.

"No lo se, llamaré a Mame en un momento."

"¿Tienes planes para hoy?"

"¿Quieres hacer algo esta noche, solamente tú y yo?" Ahí va el corazón.

Realize *Adaptación* [COMPLETA]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora