CAPÍTULO 34

1.1K 85 73
                                    

Mi cuerpo se congeló en aquel momento. A pesar de que esa noche parecía una estrella de cine, me sentía como si estuviera completamente desnuda ante la multitud. Me sentía vulnerable, indefensa y humillada. Busqué los ojos de Jumin esperando algún tipo de explicación, pero ni siquiera nuestras miradas coincidían.

Parece que el destino no puede dejarlo más claro.

—Se acabó.

—______, espera... Seguro qu-

—No, Hana. —interrumpí a mi amiga y la miré con los ojos humedecidos, llenos de dolor y rabia. Mi cuerpo se mantenía en tensión y mis labios y puños apretados evitaban que creciera el nudo que sentía en mi garganta—. Se acabó.

Sentía como si las cuatro enormes paredes de aquel salón fueran a caerse encima mía. Sentía cómo la gente se agolpaba a mi alrededor y no podía respirar, a pesar de que nadie me estaba rozando. Necesitaba salir de allí. Me negaba a llorar en todo el medio de la fiesta por culpa del capullo de Jumin Han.

Porque así era Jumin Han cuando lo conocías, un capullo. Y ya está. Ni siquiera sé por qué me preocupé en convencerme de que podía haber algo más tras esa fachada suya. Ni siquiera sé porque esta misma mañana una parte de mí seguía teniendo esperanza en que acabaríamos juntos otra vez.

Ni siquiera sé por qué todavía me duele que no me haya elegido a mí.

Miré a mi alrededor y, cuando pude ver la salida, comencé a caminar hacia allí como si fuera mi única salvación. Escuché los pasos de Hana tras de mí, pero eso no haría que me detuviese.

—Bueno, también debería ser justo. —Jumin seguía hablando a través del micrófono, ahora con Sarah saludando a los invitados a su lado con una sonrisa victoriosa y una pose perfectamente calculada y estudiada—. No habría sido posible que nos conociéramos sin la ayuda de su maestra, la señorita Glam Choi.

Frené mis pasos cuando volví a escuchar su voz y creí sentir que mi boca se abría hasta el suelo. No daba crédito a sus palabras. Cada una de ellas me atravesaba como si de una bala se tratase. Parece que se había propuesto hacerme daño.

Esto es imposible. ¿Hay algo de lo que no me estoy enterando...?

No. Se acabaron las segundas oportunidades.

Esa es la realidad de Jumin ahora.

Observé la situación con una sonrisa irónica y estupefacta para acto seguido continuar caminando hacia la salida arrebatada, intentando asimilar la situación en vano con las lágrimas a punto de dejarse llevar.

Se acabó la fiesta para mí. La fiesta, la RFA y todo. Me niego a saber absolutamente nada más sobre el imbécil de Jumin Han. Sé que no es justo para el resto de miembros, pero ahora mismo será mejor así para mi corazón.

—______, vamos, no te vayas. No merece la pena.

Hana seguía persiguiéndome e intentando convencerme de que me quedase, pero me negaba a hacerlo. Casi llegando a la puerta, una Jaehee con el ceño fruncido consiguió interceptar mi camino.

—¿Te vas? —Jaehee comenzó a caminar a mi lado, viendo que Hana iba justo detrás—. _____, no ha terminado el comunicado. No podemos abrir las puertas, espera.

—¿De verdad crees que tengo necesidad de escucharlo entero, Jaehee? —me puse a la defensiva y miré a la chica con una expresión dolida y malhumorada, sacudiendo la cabeza antes de decir algo de lo que me arrepintiera.

Miré hacia el escenario una última vez para comprobar que nada había cambiado, como si mi cerebro no quisiera creer que todo aquello estaba pasando de verdad. Ahí estaba Glam Choi, saludando con aquella sonrisa altiva y siniestra mientras hablaba sobre cómo había sido espectadora de la historia de amor de Sarah y Jumin la cual, aunque había tenido algún obstáculo más grande que otro, sabía que triunfaría al final.

Conociendo a Jumin Han -Jumin Han x tú-Donde viven las historias. Descúbrelo ahora