Luz y Oscuridad [KatsuDeku]

Capítulo XI - Atracción

Izuku corría a toda prisa para alejarse lo más que podía de los seres de luz, quizás había exagerado un poco con su actuación, pero tenía que tomar distancia, pues había sentido la presencia de la bestia Nomu en las cercanías y no quería alertar a los demás. Sabía que Kacchan no estaba al cien por ciento, estuvo cuidándolo por días, luego lo sacó de la cueva y seguramente es el motivo por el cual tiene vendajes en sus manos.

Por no decir que a lo lejos recuerda volver a sentir aquel sentimiento de calidez cuando el rubio cenizo utilizaba su habilidad.

Por lo que no era conveniente que el rubio cenizo se metiera en una batalla, no lo creía débil, claro que no, pero tampoco quería arriesgarse. Con respecto a Todoroki que recién acaba de conocer, no sabía nada, así que no tenía ni idea sobre su forma de luchar o que tan fuerte era, por lo que pensó que la mejor opción sería alejarse.

En algún momento había sacado su espada oscura, su objetivo era claro, desviar esa amenaza de los seres de luz, porque seguramente a quien estaba buscando no era más que a él.

Lograba escuchar ruidos entre los árboles, seguramente ya captó la atención de la bestia que suponía era quien lo estaba persiguiendo. Su intención nunca fue pelear realmente, solo necesitaba llevarlo a otra parte, ya luego vería como confundirlo y escapar del peligro.

Sin embargo, nunca esperó que alguien sin previo aviso lo tirara al suelo, soltó un leve quejido por el impacto, pero rápidamente se recompuso para así aferrarse a su espada dispuesto a atacar pero un arco brillante detuvo el golpe justo a tiempo.

— ¿Kacchan?

— ¡MALDITO DEKU! No vuelvas a huir así ¿Qué demonios te pasa? — gritó furioso.

— Yo... yo — tartamudeó nervioso, pues no creía que lo perseguiría hasta alcanzarlo y antes de que dijera algo más, el rubio cenizo lo interrumpió.

— Yo... nada estúpido. Lo siento sí; no fue mi intención decir eso.

La espada al igual que el arco desaparecieron en un parpadeo. Deku se mordía el labio inferior mientras desviaba la mirada del ser de luz, aunque era de noche podía notar ese brillo tan característico de Kacchan algo que lo puso nervioso.

Realmente no estaba enojado o triste porque dijera eso, ya conocía en qué concepto colectivo colocaban a los de su raza, incluso ha escuchado cosas peores y esta vez simplemente lo usó de excusa para correr lejos nada más.

Pero ahora que veía la sinceridad con la que el rubio cenizo decía todo aquello, de algún modo lo hizo sentirse algo incómodo por hacerlo creer que él se había equivocado cuando no fue así, pues no lo culpa que piense de esa manera, hay demasiados años de rivalidad entre sus razas como para que cambie de opinión en tan pocos días.

— Kacchan — dijo casi en un susurro, aún sin percatarse en la posición en la que se encontraban, él, estando de espaldas al suelo y el rubio cenizo encima a horcajadas en espera a que el peliverde dijera algo más, acercando su rostro cada vez más al suyo.

Había cierta tensión, más porque Deku ya no dijo nada, no era porque no quisiera, solo que no sabía que responder, además de que ya se dio cuenta del pequeño detalle de tener a Kacchan tan cerca y de esta forma, inevitablemente un ligero sonrojo se asomó por sus mejillas y agradecía enormemente que fuera de noche para que no fuera tan notorio.

— Kacchan... ¿Puedo levantarme?

— ¡NO!

— ¿Eh?

— ¿Me crees estúpido? saldrás corriendo otra vez.

— No podemos estar en el suelo toda la noche... — intentaba razonar con lo primero que se le ocurría, pues su corazón por algún motivo empezaba a acelerarse — ...Te prometo que no escaparé.