Capítulo I - El inicio de un viaje

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En medio de un bosque corría un viento fresco, era una noche apacible y todo estaba sumido en un ambiente tranquilo. La oscuridad era algo que predominaba en el lugar, sin embargo, no impedía que varios lugares pasasen algunos rayos de luz de luna, en especial en donde se hallaba un lago que reflejaba como destellos en sus aguas serenas, dándole un aire por demás mágico.

A las orillas se encontraba un joven de cabellera verde sentado, guardaba silencio y disfrutaba de la paz que le daba ese sitio y que agradecía enormemente que nadie más lo conociera, era su lugar secreto, donde venía a relajarse y donde podía curar sus heridas tranquilamente como era el caso en estos momentos. Con ayuda del agua cristalina, limpiaba su brazo, que ligeramente sangraba debido a un corte hecho horas antes, termino por vendarlo al igual en el área de sus costillas. Esta vez Shigaraki se había excedido mandando a ese su monstruo a darle un fuerte golpe y solo por no haber hecho lo que él quería. Pero, no podía evitarle, a él simplemente no le parecía lo correcto, era algo irónico la verdad, pues después de todo él también era un ser de oscuridad, pero el hecho que lo sea no ha sido motivo suficiente para que hiciera todas las maldades que se supone debería hacer.

Él realmente deseaba que alguien lo apoyara, pese a todo, pero nadie se atrevía a desafiar a Shigaraki y mucho menos por él. Su madre había desaparecido ya hace unos años y él estaba totalmente solo, nadie se ponía de su lado, parecía que realmente no perteneciera aquí. Suspiró agotado, ya que era como la tercera vez esta semana que lo lastimaban, agradecía que sabía defenderse, sino ya lo hubieran dejado grave hace mucho, pero a veces, no podía esquivar todos los golpes, era inevitable no salir airoso cuando son varios que se lanzan contra uno.

Varias veces intento hablar con All for one el actual líder de los seres de oscuridad para que entendiera su situación, pero todo fue inútil y lo único que obtuvo fue un castigo del cual le costó tres días recuperarse, todo ya lo estaba cansando realmente, además ya podía decidir por sí mismo ya tenía 20 años y era completamente independiente.

Estuvo pensando durante tanto tiempo y fue entonces que esta noche había decidido que era suficiente, era momento de escapar de este lugar, igual no había nada que lo retuviera, miro por última vez ese lago que tantas veces fue su compañía por largas noches y caminó de regreso a su hogar.

Al llegar pudo ver que la puerta estaba entreabierta, no era una buena señal, por lo que entró de manera cautelosa y alcanzó a ver que la mayoría de sus cosas estaban tiradas y destrozadas. No se necesitaba pensar mucho quienes habían sido los culpables, ese trío le encantaba fastidiarlo. Suspiró nuevamente, ya no importaba la verdad, solo necesitaba empacar lo esencial y luego partiría sin mirar atrás.

Sin embargo, antes de siquiera llegara a su habitación, alguien lo jaló bruscamente del brazo y lo aventó hacia la pared sacándolo un quejido de dolor por el golpe de sus costillas, era Shigaraki.

— ¡Agh! ¿qué haces Shigaraki? — se quejó el peliverde.

— Midoriya ¿dónde te habías metido? — dijo burlonamente.

Midoriya se quedó en silencio, no quería responderle y no tenía por qué hacerlo.

El peliceleste al ver que se rehusaba a contestarle solo sonrío aún más, eso causo escalofríos al peliverde y sin darle tiempo de reaccionar Tomura junto sus labios con los suyos dejándolo estupefacto, pero al instante reaccionó, iba invocar su arma oscura, pero Shigaraki se dio cuenta de ello por lo que le lanzó un golpe en su costado, haciendo que se quejara nuevamente del dolor, hecho que aprovecho el peliceleste para intensificar su beso, juntando sus lenguas y jugando con ellas de manera brusca.

El peliverde estaba en shock, no obstante, él no era un debilucho y rápidamente empujo a Shigaraki y en un movimiento lo tiro al suelo. Invocó su espada y apuntó al cuello del peliceleste.

Luz y Oscuridad [KatsuDeku]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora