Capitulo V - Mal presentimiento

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Había pasado ya una semana desde que se habían conocido, sin embargo, su interacción se había mantenido al mínimo y solo hablaban si era necesario. Izuku no quería incomodar a Katsuki, mientras que el pelirrubio solo quería alejarse de él cuanto antes, al menos esa fue su intención los primeros dos días, pero ahora...

No estaba tan seguro.

La compañía de Deku, aunque odiara si quiera pensarlo, no era del todo desagradable, sin contar que su actitud no es para nada lo que le habían contado o enseñado. Ese pequeño arbusto le sería sencillo hacerse pasar por un humano gentil y lo único que lo delataría sería esa marca que distinguen tanto a los seres de luz como a los seres de oscuridad. Esa marca, que resalta y que los hace tan diferentes por el simple hecho de llevarlas grabadas en sus cuerpos.

Desde aquel día no ha visto al peliverde volver a blandir esa espada oscura, suponía que lo hacía cuando cazaba, pero cuando le tocaba esa tarea él desaparecía por un tiempo para luego regresar con las presas que había conseguido. No era nada raro, después de todo él hacía lo mismo cuando era su turno de buscar la siguiente comida.

Durante esos días se han mantenido alejado de los poblados, por precaución, pues ninguno quería que volviera a pasar lo de aquella noche, querían ser más cautelosos, pues sería desafortunado por no decir tedioso el tener que escapar si un problema llegase a suceder. Querían acostumbrarse a este estilo de convivencia antes de aventurarse a interactuar con los humanos, porque era evidente que ninguno había salido de sus respectivos territorios y las relaciones interpersonales con otras razas no parecía ser algo que les saliera natural.

Izuku estuvo pensando durante esos días, le gustaba estar con Kacchan, pese que este mantuviera el ceño fruncido casi todo el tiempo, no obstante, desde que se conocieron él no ha querido lastimarlo o eso quería creer, es cierto que no platican demasiado, pero esa calma, era más que satisfactoria para él, después de todo, esa sensación casi nunca la había sentido, su hogar no era precisamente tranquilo, menos si todos los días iban a molestarlo cada vez que tenían oportunidad. Pero no era momento de recuerdos del pasado. Esto era su nueva oportunidad de libertad y el que exista la posibilidad de tener un amigo - no importándole la raza- era esplendido. Ahora solo debía saber como interactuar más con él, sin que se enoje.

La siguiente mañana había llegado y el peliverde estaba decido a que hoy sería el día indicado para poder acercarse más al pelirrubio y de alguna manera empezar a llamarlo amigo. Pero sabía que no sería tarea fácil, ya que pese a los días que han pasado juntos, en las que no se han atacado mutuamente, no era motivo suficiente para que confíen uno al otro y estaba perfectamente consciente de ello.

Tan sumido estaba en sus planes y murmullos para sí mismo que no se fijo en el camino, tropezando con una rama que sobresalía de unos los grandes árboles de aquel verdoso bosque. Por reflejo cerró los ojos y espero el impacto con el suelo, sin embargo, este nunca llego. Caso contrario sintió un fuerte agarré en su brazo, pero que no lo lastimaba en lo absoluto, abrió los ojos y levantó la vista.

Kacchan lo había sujetado, evitando su caída.

— Deberías de fijarte por donde vas Deku.

— Gracias Ka-Kacchan — dijo algo ¿nervioso?

— ¿Cómo puedes ser hábil con tu espada y en lo demás tan inútil?

— ¡Oye! No soy... espera ¿piensas que soy hábil con mi arma?

— ¡Tch! Como sea — contestó indiferente a la vez que lo soltaba.

Katsuki siguió caminando y unos pasos atrás escuchaba a Deku seguirlo. El pelirrubio había soltado esas palabras sin querer, aunque tampoco estaba mintiendo. Es más que conocido que tanto los seres de luz como en los de oscuridad cuando elogias a alguien por su habilidad con el uso de su arma, reconoces que es un digno guerrero y era algo que el pelirrubio había hecho inconscientemente, se maldijo a sí mismo por ser tan boca suelta.

Luz y Oscuridad [KatsuDeku]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora