Padres - WangXian (omegaverse)

Sorpresas

Cuando llegaron las veinte semanas, el bebé había comenzado a moverse notablemente. La primera vez que su cachorro se movió, Wei Ying se había sobresaltado, ya que justamente en ese momento se encontraba cantando una canción para los niños que tenía a su cuidado en el centro infantil, haciendo que desafine por la sorpresa. Se calló un momento esperando sentir de nuevo aquel movimiento, haciendo que los niños lo miraran curiosos por su repentina pausa, entonces su cachorro volvió a moverse.

—¡Oh! ¡A-Bao se mueve! —exclamó feliz. Los niños lo miraron aún más curiosos.

—¿Su bebé se mueve? —preguntó uno de ellos.

—¡Mnm! Dos veces.

Los demás hicieron exclamaciones de sorpresa y emoción, haciendo reír aún más feliz a Wei Ying, quien no esperaba a decirle a su esposo apenas llegara a la casa luego del trabajo.

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—Mi amor, mi amor, ¿adivina qué? ¡A-Bao se movió en el trabajo! Lo ha hecho varias veces en el día, ¡es tan lindo!

Lan Zhan soltó un pequeño jadeo de sorpresa y alegría, acercando en seguida su mano hacia el vientre de su omega y acariciando suavemente alrededor de este.

Wei Wuxian sonrió y besó los labios de su pareja sin previo aviso. —Ahora debe estar descansando, no se ha movido desde hace un buen rato.

—Tú también debes descansar y comer. Haré de cenar. —quiso separarse de él pero este no lo permitió.

—Aiyah, espera, recién A-Bao y yo comimos unas galletas. Además quiero tus mimos un momento, podemos pedir algo a domicilio, ¿por favor?

Lan Zhan no puede negarle nada. —Mnm.

Wei Ying tomó la mano de su alfa y los llevó hacia el sofá de la sala, haciendo que Lan Zhan se sentara primero y él sobre su regazo. Sin esperar más tiempo, Wei Wuxian se arrojó a los labios del otro, hambriento. El doctor le dijo que era normal que se sintiera mucho más ansioso por acostarse con su alfa ahora que estaba embarazado, ya que las hormonas revoloteaban ahora más que antes, por lo que ahora mismo, tan sólo quería que su esposo lo hiciera suyo, no con la misma fuerza que antes, pero sí igual de pasional que siempre. Primero optó por frotarse por encima de sus ropas, alimentando así las ganas en ambos, siendo descarado cada vez que emitía un gemido fuerte cuando Lan Wangji simulaba embestidas hacia él. Aquel juego no duró mucho y era de esperarse, porque aquel omega seducía a su alfa de una manera tan eficaz que ninguno de los dos podía conformarse tan solo con roces.

Bajándose un momento de su regazo, Wei Ying se bajó el pantalón con todo y su ropa interior, vio también como Lan Zhan hacía lo mismo, desabrochando su cinturón y dejando descubierta toda su proporción.

Wei Ying volvió a subirse, está vez a horcajadas, con sus piernas a cada lado de las de su pareja y luego dejándose caer lentamente sobre el miembro de su amado.

—¡Ah~! ¡Lan Zhan! ¡Tan rico! Me gusta...

Debido a tanto calor que sentía, la recepción había sido más sensible que antes y la lubricación de su propia zona era demasiada como para que no doliera, tan solo disfrutaba de como era llenado. Subiendo y bajando él mismo, marcando su ritmo, gimiendo fuerte cada vez que entraba.

—¡Ah~! ¡AHH! Lan Zhan tú también muévete, hazlo que me canso ¡Ah~!

—¿Puedo hacerlo?

—¡Dame duro, Lan Zhan! ¡A-Bao estará feliz de que su papá esté disfrutando tanto! ¡AH~! ¡Dame todo~! ¡Ah, Ah, Ah~! ¡Así.. Ah~! ¡Me gusta! Me gusta mucho.