Pasos

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Cuando Lan Yuan cumplió un año, aprendió a pararse y caminar sosteniéndose de su alrededor, aún se desestabilizaba y perdía el equilibrio pero cada día se veía su avance. Wei Ying en un momento dado, tuvo que retomar su trabajo en el centro infantil y por fortuna, podía dejar a su hijo en el aula de a lado, dónde cuidaban a niños más pequeños. Sin embargo, aunque Mian Mian, la encargada de aquella aula, era una chica demasiado dulce, Lan Yuan se negaba a que lo dejara en ese lugar. Fue realmente complicado, el primer día que lo llevó lloró y pataleó con todas su fuerzas en los brazos de Mian Mian, mientras extendía sus manos para que lo regresara a su madre, sollozando y repitiendo una y otra vez "mamá". Wei Ying en ese momento no sabía qué hacer, su hijo era pequeño aún y odiaba que otros que no fueran sus familiares lo tocaran, pero no había muchas opciones, tenía que dejar a su hijo allí aunque le doliera el alma verlo llorar.

Resignado a dejar a su hijo que aún no se calmaba, mordió su labio y suspiró, era tan duro aunque fueran solo unas cuantas horas alejado de él. Por fortuna, el hermano de su cuñado apareció en su campo de visión, Jin Guangyao, dueño de centro infantil.

—Señor Wei, he visto desde lejos que aquel niño no para de llorar, ¿sucede algo?

—Oh, es mi hijo, no quiere separarse de mí. —sonrió tristemente.

—¿Su hijo? —preguntó de regreso, miró detenidamente al niño que seguía llorando. —Oh, es igual a Lan Wangji, lo había visto en fotos, ahora por fin lo he podido ver de frente. Han hecho un gran trabajo.

Wei Wuxian se sonrojó ante ese comentario y sonrió avergonzado. —Sí, lo hicimos bien.

Jin Guangyao rió y negó con la cabeza. —Me pregunto, ¿por qué lo dejas? Puedes llevarlo contigo a tu clase, ¿dejará de llorar cuando esté contigo, no?

Wei Ying abrió los ojos sorprendido y sonrió por lo dicho por el hermano de su cuñado. Éste era un gran amigo del hermano de su esposo, Lan Xichen siempre lo elogiaba por ser muy servicial y comprensible, ahora el mismo lo comprobaba.

—¿De verdad? ¿Puedo llevarlo conmigo?

—Sí, siempre y cuando no descuides tu trabajo.

—Oh, no lo haré, gracias, Xichen-ge tenía razón, eres una gran persona.

Jin Guangyao se sonrojó brutalmente. —¿Eso dijo? —sonaba asombrado. Wei Ying asintió y entonces el hermano de su cuñado sonrió genuinamente y poco después se retiró, su humor parecía más bueno que antes.

—Mamá... —aún sollozando, su hijo seguía viéndolo con anhelo y su corazón se calentó cuando extendió sus brazos y su hijo hizo lo mismo inmediatamente. Mian Mian sonrió y le dijo en voz baja que no había problema y entregó a Lan Yuan a Wei Wuxian. El pequeño se aferró a su madre y se calmó rápidamente.

—A-Yuan, niño llorón, no quieres despegarte de mí, has aprendido eso de tu padre. Oh, Lan Zhan que malos ejemplos le das. —comentó en voz alta, sonriendo mientras se iba a su aula con su hijo en sus brazos.

A-Yuan, en muchas ocasiones podía sorprender a sus padres, aún cuando hizo un gran lloriqueo al no querer quedarse sin Wei Ying, pudo entender que ahora que estaba con su padre y muchos niños alrededor de él, debía ser educado y no interrumpir su trabajo, A-Yuan era inteligente, Wei Ying le había explicado esperando que entendiera y lo hizo. Mientras Wei Ying daba clase y jugaba con los niños, Lan Yuan jugaba con sus juguetes en su coche, a veces tomaba el biberón y otras simplemente dormía, haciendo que el desempeño de Wei Ying en el trabajo no tuviera problemas. Su hijo se conformaba con oír su voz y tenerlo en su campo de visión.

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Era un fin de semana, Lan Wangji y Wei Wuxian tenían que ir a la fiesta de cumpleaños a Jin Ling, el hijo de su hermana, que cumplía 3 años. Comenzaba a medio día, por lo que al ser las once y media, estaban listos para partir hacia la casa de Jiang Yanli, Lan Zhan tenía lista la pañalera mientras esperaba que su esposo diera los últimos retoques a su peinado, ambos ignorantes de su pequeño hijo que hace un gran par de minutos se encontraba en completo silencio, en alguna parte de la casa.

—Listo, cariño, vamos. —dijo Wei Wuxian, quien sonrió coquetamente a su pareja y le daba un beso en los labios. —Voy por A-Yuan.

—Mnm.

Lan Zhan caminó hacia la salida, esperando que su lindo omega saliera con Sizhui, pero lo único que escuchó fue las quejas en voz alta de su pareja. Al extrañarse por eso, regresó hacia donde escuchó la voz de su esposo y lo que encontró fue simplemente, desastroso.

Su hijo se las había arreglado de alguna manera para llegar hasta el patio, Wei Ying lo había vestido para la ocasión y ahora toda aquella pequeña ropa estaba llena de tierra, mucha tierra. Lan Sizhui tenía sus manos sucias, así con su cabello y cara, Lan Zhan no sabía si reírse o regañar a su hijo, en cambio Wei Ying a pesar de las quejas estaba riendo a todo pulmón.

—¡A-Yuan! Como puedes hacerle esto a tu padre, mira nomas el desastre, tengo que bañarte.

—No, ya limpio. —respondió su hijo, aún sacando la tierra que había en las macetas.

—Ven aquí, estás todo, menos limpio. —Wei Ying se agachó en cuclillas y llamó a su hijo quién hizo un mohín y no quiso moverse de ahí.

Al verlo, Lan Zhan entendió que debía intervenir. —Sizhui, ven a bañarte.

El pequeño lo miró por unos segundos antes de obedecer, el omega hubiera reprochado el que su hijo le haya obedecido a su esposo y a él no, pero no pudo hacerlo ya que su corazón dio un pequeño brinco al ver a su hijo, Lan Wangji también mostraba sorpresa, se suponía que ante el llamado, su hijo gatearía hasta ellos, sin embargo, él estaba en ese momento dando pasos y acercándose a ellos como si nada.

—L-Lan Zhan, camina, oh, cielos, ¡A-Yuan está caminando por sí solo!

Lan Zhan salió de su sorpresa y esbozó una sonrisa, preparándose para recibir a su hijo, quién abrió sus brazos para ser alzado, pero Wei Ying lo impidió, levantándolo y sosteniéndolo lejos de él y de sí mismo.

—Tienes las ropas blancas, mira las manos de tu hijo, es una mala idea jajaja

Lan Zhan asintió de acuerdo, y sacó los zapatos de su hijo que se mantenía flotando por los brazos de Wei Ying. Luego le sacó su pantaloncito, y lo demás, el alfa trajo un paño y le limpió la cara y manos, y así su omega subió con su hijo libre de suciedad visible hacia la tina de baño.

Después de bañarlo y cambiarlo, estuvieron listos para irse a la fiesta, aunque se les había hecho un poco tarde. Tanto Wei Ying y Lan Zhan estaban muy felices de que su hijo ya caminara por sí solo, fue una sorpresa y satisfacción verlo. Su pequeño hijo estaba creciendo.

Padres - WangXian (omegaverse) Donde viven las historias. Descúbrelo ahora