Un antes y un después

36-Tengo una sorpresa...

En primer lugar decir que estos días me han dado ganas de borrar la novela, lo siento pero es que es la verdad...

Besos de oso a distancia,
Os quiere vuestra fiel pero tardona escrito

Punto de vista Matthew

Después de tantos meses, que para mi han sido como años, por fin ha llegado. Por fin sabré si nuestro bebé será chico o chica. ¡Que ilusión!

Estas noches no he parado de soñar en que haría si fuera chico o chica, la verdad esque si tuviera que elegir... elegiría a ambos.

En el primer sueño, tenía una bebé entre mis brazos, sonriendo juguetona ante mis movimientos y expresiones. Con manos temblorosas la acariciaba con cuidado, con miedo a que fuera a quebrarse en cualquier momento. Era una experiencia nueva para mi, pero era maravillosa la manera en que una criaturita de tal tamaño puede cambiarte la vida de una manera tan extraordinaria. A continuación veo como crece entre mis manos y como la bebé que hasta unos momentos estaba entre mis brazos iba creciendo, muy rápido, demasiado rápido. Y es que el tiempo pasa muy deprisa.

Al haber pasado unos días desde el anterior, soñé que tenía un niño entre mis brazos. Sonríendome y cogiendo mis dedos con sus manos diminutas. Una felicidad me embargaba. Una serie de imágenes se mostraban delante de mis ojos. Su primera palabra, su primer peluche, sus primeros pasos, su primer día de colegio, sus primeros cumpleaños, su primer amor, su primer dia de instituto, su primera novia, su primera fiesta...Ese sueño me hizo comprender que todos esos momentos son importantes para tí a la larga de que te haces mayor, con tu papá y con tu mamá y que cuando se van al cielo los recuerdas con amor por todo lo que han hecho por ti.

En ese momento me llenó un sentimiento de duda. La figura de un padre es muy importante. ¿Seré capaz de ejercerla? Estoy confundido. En ese momento la palabra quiero no estaba en mi vocabulario, en ese instante no importaba si quiería ser padre o no, lo importante era: ¿Soy suficiente para serlo? No lo sé...

Pero lo descubriré, porque yo no dejaré sola a Sheila.

Me desperté y me puse a imaginar como serían sus ojos, su nariz, su boca...Pero algo tenía claro.

Serían hermosos, por su madre, divertidos por su progenitora y listos por la mujer a la que amo.

Además de que serán unos trastos conmigo de padre, unos bestias por su progenitor y unos casanovas por mí. Pero no en exceso... Quiero decir, les enseñaré a ligar pero con la chica de sus sueños y no con cualquiera. También les diré que luchar por amor vale la pena. Les pondré de ejemplo a mí y a su madre.

Esto de ser padre es tan maravilloso y a la vez tan... yo no sé explicarlo con palabras.Sientes que una vida mas va a depender de tí, que si no estás a la altura todos se van a hundir contigo.

A la vez que piensas en lo emocionante que es ver todos los días ver crecer a una persona que has creado tu y que la has cuidado como has podido.

También reflexionas y llegas a la conclusion de que esa vida es por tí y que te la han enviado como prueba para que aprendas a amar a una vida procedente de tí y de nadie mas.

Abrí los ojos, que hasta ahora habían estado cerrados. Bajé la escalera junto a Sheila y la ayudé. Iba con un vestido de color negro como el carbon, ancho, para que no se destacara el volumen de su abdomen. Me dirigió una sonrisa y bajamos hasta llegar a la salida de la casa donde nos esperaba Beatriz al lado de la puerta con su bolso en el brazo.

Hablando de la abuela de Shei, la verdad se tomó muy bien lo del bebé. Solo me chilló un par de veces por embarazar a su nieta pero luego se tranquilizó y empezó a pegarme con el bolso, como de costumbre.

Habíamos llegado a la clínica, todas estaban allí. Y cuando digo todas es TODAS. Estaban sus amigas (Clara, Amy, Francesca, Pamela y Claire), además de mi hermana, mi madre y la abuela. Mientras él, ya llamaría luego a sus amigos para contárselo o les enviaría un breve mensaje poniendo el sexo del bebé.

Cuando nos llamó Victoria, todas quisieron pasar pero Victoria les dijo que no había espacio, cuando había de sobras. Pensó que en esa ecografía tan importante tenían que estar tranquilos y sin atabalarse, mas tarde se lo explicó.

Le hicieron un chequeo como en todas las otras sesiones, pero llegó el momento que mas esperaban. Victoria empezó a decir:

-Está perfectamente.

Victoria iba a dar por finalizada la sesión pero Matt se lo impidió:

-¿Puedo saber el sexo?

-Si solo pudieras saber una cosa ¿Cual sería el sexo o el estado?

-El estado, por encima de todo.

-Me alegra, algunos padres se preocupan mas por si podrán ver partidos de fútbol o llevarán un mayot que por la salud...

-¿Entonces?

-Es una niña -dijo sonriendo hacia nosotros-.

-Sheila, ya me puedes preparar el mayot...

Nos reimos y salimos para decir la gran notícia: Nuestra bebé iba a ser una nena hermosa.

Nos agobiaron a preguntas, no respondimos a ninguna. Fuimos fuera, miré a mi pareja al igual que ella a mí y dijimos:

-¡Es una niña!

Todos nos rodearon, dándonos la enhorabuena y abrazándonos.

Después de una semana desde la ecografía:

-Tengo una sorpresa -le susurré a Sheila al oído-.

Ella asintió y la conduje hasta la casa que meses atrás le había enseñado. Pero con una mejora. Esa vez estaban acabadas todas y cada una de las habitaciones, cada una con un color distinto pero esa vez, Sheila vió lo que no le pude enseñar la vez anterior, la habitación de nuestra hija.

Era grande y muy amplia. Las paredes estaban pintadas de morado. También nubes de color blanco pintadas por la pared. Y por toda la habitación había hadas de colores esparcidas por la habitacion y volando con alegría. Además, colgadas por la habitación estaban las fotos que semana si, semana también había tomado a su estómago. No quería perderme nada.

Me había costado venir a escondidas para acabarla, pero el trabajo merecía la pena por ver la cara que puso Sheila.

Me besó. Y como cada vez que me besaba, seguía sintiendo esos dragones merodear por mi interior. Pero ese beso, con sabor a felicidad. Tenía a Sheila y una bebé en camino. ¿Que mas podía pedir?