38-Charlie...

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Pasaron algunos días, los pájaros cantaban, una melodiosa pieza compuesta para semejantes intérpretes.

Sheila me había prometido hablar con Matthew (nuestro progenitor). Pero no iba a estar riñéndola hasta que lo hiciera. A parte, en esos días pensaba en una sola cosa:

"Mi novia y yo, nunca habíamos tenido una sola cita desde que estábamos de novios. Era momento de sorprenderla".

El plan estaba listo. Con ayuda de Clara saldría perfecto. Sería la noche siguiente.

Le dí las buenas noches a Sheila y me dormí repasando el plan, hasta quedarme dormido en los brazos de Morfeo.

Al día siguiente...

Me desperté temprano por los cantos de los pájaros... ¡Que va! Eso solo pasa en las películas. Me desperté por una patada por parte de Sheila en mis zonas íntimas, parecía mentira lo que hacía mientras dormía esa chica tan hermosa.

Fuí a la cocina y le preparé a Sheila unos crepes con chocolate y un batido con chocolate y vainilla.

Fui a la habitación y vi a mi bella durmiente. Estaba profundamente dormida, colocada perfectamente encima del colchón. Vale, muy bonito para ser real... Estaba entre un nido de cojines y mantas creado por ella sola.

-Buenos días, princesa -no contestaba-. ¡Buenos días princesa!

Como no se despertaba, cogí un vaso lleno de agua y se lo tiré por encima.

Eso me recordó a Charlotte...

Hacía mucho tiempo que no hablaba con ella, en parte por que cada uno estaba haciendo su vida. Aunque, me gustaría saber de ella, porque la última vez que supe de ella fué por Clara y Bruno, y no fueron cosas buenas que digamos... Puede que necesite a su hermano mayor.

Sheila abrió los ojos y mostró sus preciosos ojos azules.

-Buenos días -y le robé un beso de sus labios-.

-Buenos días - me sonrió-.

Desayunamos los dos entre risas, besos y caricias, hablando de cualquier tema.

Pasamos el resto de la mañana tumbados en el sofá mirando la tele. Ella con la cabeza encima de mi pecho y yo acariciándole su largo y lacio pelo rubio.

Por la tarde, Sheila se fué con Clara de compras. Tal y como estaba planeado.

Mientras, llamé a Charlie con la esperanza de saber de ella. No contestó. Esto es muy raro... "A lo mejor la pillé ocupada" me dije. "La llamaré mas tarde".

Se me hizo de noche esperando que Charlie llamara y yo tenía una noche estupenda junto a Sheila. "Seguro que no pasa nada" me dije para tranquilizarme y no coger el primer avión que partiera hacia España.

Me vestí algo preocupado, pero tenía que ser fuerte por Sheila y por nuestra pequeña, la cual, aunque fuese raro aún no tenía nombre. Cogí unos pantalones negros ajustados y una camisa azul claro de manga corta.

Fui hacia el lugar donde habíamos acordado. Clara traía a una hermosa chica de pelo rubio que llevaba los ojos tapados por un antifaz de color morado. A la chica, se le notaba la curiosidad en los gestos que hacía involuntariamente. La cogí de los hombros y ella pensando que era Clara se dejó llevar. La llevé a un lugar donde cuando era adolescente me escondía por que los de mi clase me llamaban "Gafotas". Allí solía llorar. Iba a mostrárselo a Sheila porque ella sabía todas mis debilidades y esa era una de las mas especiales que quería que supiera.

Le quité el antifaz y ella se quedó embobada mirándome a mí y al lugar. Era una cueva que había encima de una montaña donde se veía toda la ciudad y el anochecer.

-Es precioso...- me sonrío y me abrazó-.

-Quería que fuera sorpresa -le dije en un susurro-.

-Me encanta.

-Este es uno de los lugares donde pasé la mayor parte de mi vida -dije y una lágrima cayó de mis ojos-. Aquí era donde lloraba y donde lloro. Cuando pasó lo de nuestro padre vine aquí me sentía una m****. No sabía si seguir adelante o si tirarme desde aquí. La decisión la tenías tu y sentía una frustración increíble. Sheila, lo que siento por ti no lo había sentido ni sentiré con nadie mas. Me alegro de que al final acabaras optando por seguir conmigo -me intenté quitar la lágrima de la cara pero Sheila lo impidió-.

-No pienses que eres un débil cuando lloras, si es por mí no hace falta que te hagas el duro, prefiero que demuestres tus sentimientos -dijo sonriéndome-. Matt, sé que es duro para tí ahora mismo esto de ser padre y mas aún cuando tú no lo has tenido. Pero sé, que no hace falta que seas alguien que no eres por esa personita. Que te va a querer tal y como eres, como yo lo hago. Matt, también sé que vas a ser un estupendo papá y que yo no he sentido ni sentiré nada como lo estoy haciendo contigo.

Nos abrazamos y sentí que eso no hacía falta hablarlo.

Nos sentamos los dos encima de un mantel de color rojo a ver la puesta de sol, mientras el bebé le daba pataditas a Sheila como aceptando todo lo que sus papás estaban diciendo.

-Matt, intentaré hablar con Matthew cuando esté preparada. Sé que es importante para tí.

- Gracias.

Me sonó el móvil en medio de la conversacion y al leer el mensaje puse los ojos como platos, la respiración se me disparó, el corazón bombeaba más rápido de lo normal, la garganta se me había quedado seca, me había quedado sin habla y mis ojos no paraban de leer y releer ese pequeño texto que tanto alboroto había formado en mi cerebro. Esa pequeña información, ese mensaje, ese remitente, esa pequeña palabra y ese conjunto no cabía en mí.

Sheila al ver mi reacción, se giró a ver el mensaje y se puso blanca de golpe, para ella también había sido un buen golpe.

Solo alcancé a decir una palabra:

-Charlie...

-Voy contigo -dijo Sheila decidida-.

-No, no quiero que te pase nada. Quiero que te quedes aquí para cuando vuelva y sino vuelvo quiero que te acuerdes de mí -la besé como nunca, esa desesperación de nunca volver a rozar sus labios o la esperanza de que todo esto fuera un sueño y que el roce de sus labios me llevaran a la realidad predominaban en el beso-.Os amo.

-Nosotros también a tí.

Dejé a Sheila llorando en la cueva, no tenía tiempo de consolarla. Corrí hasta el coche, arranqué y me dirigí a mi destino.


******************************************************************************* Gracias a todos/as los/as lectores/as por apoyarme y animarme a seguir la historia.

Las quiere mucho mucho mucho,

vuestra fiel pero tardona escritora,

Pili :3

Un antes y un despuésDonde viven las historias. Descúbrelo ahora