En toda la semana el tema más tocado fue el de Lucas. Solo se hablaba de lo guapo y agradable que era y así se fueron creando vivaz esperanzas para conseguir el corazón del joven.
Poco después las chicas se arriesgaron a enviarle una invitación a cenar; la cual hubiese aceptado si no tuviese asuntos que resolver en la capital. Las hermanas se quedaron bastante desconcertadas aunque satisfechas de saber que si no fuese por esos asuntos hubiera aceptado. Aunque no podían imaginar qué clase de asuntos le reclamaban a tal distancia. Catherine había llegado a la conclusión de que sólo iría para reunir a un grupo de amigos para la fiesta. Y pronto corrió el rumor de que Lucas iba a traer a doce chicas y a siete chicos para su fiesta. Las muchachas se afligieron por semejante número de mujeres; pero el día antes de la celebración se consolaron al oír que en vez de doce había traído sólo a seis, cinco hermanas y una prima. Y cuando el día llego, sólo eran 3 en total: Lucas, su hermana y otro joven.
Lucas era apuesto, tenía aspecto de caballero, semblante agradable y modales sencillos. Su hermana era una mujer hermosa y de indudable elegancia. Pero fue su amigo el Edward Grace el que pronto centró la atención del salón por su personalidad distinguida, era un hombre alto y de bonitas facciones. Los chicos declaraban que era un hombre que tenía mucha clase; las chicas decían que era mucho más guapo que Lucas, siendo admirado durante casi la mitad de la celebración, hasta que sus modales causaron tal disgusto que hicieron cambiar el curso de su buena fama; se descubrió que era un hombre orgulloso, que pretendía estar por encima de todos los demás y demostraba su insatisfacción con el ambiente que le rodeaba; ni siquiera sus extensas posesiones podría salvarle ya de parecer odioso y desagradable y de que se considerase que no valía nada comparado con su amigo.
Lucas estuvo en constante comunicación. Era vivo y franco, no se perdió ni un solo baile. Tan agradables cualidades hablaban por sí solas. ¡Qué diferencia entre él y su amigo! Edward no bailó ni una sola vez y se negó a que le presentasen a ninguna chica y se pasó el resto de la noche deambulando por el salón y hablando de vez en cuando con alguno de sus acompañantes. Su carácter estaba definitivamente juzgado. Era el hombre más orgulloso y más antipático del mundo y todos esperaban que no volviese más por allí. Entre los más ofendidos con Edward estaba la señora Elizabeth, cuyo disgusto por su comportamiento se había agudizado convirtiéndose en una ofensa personal por haber despreciado a una de sus hijas.
Viviam pasó casi toda la velada sentada y rechazando invitaciones de baile; en ese tiempo Lucas y Edward se acercaron a la mesa de los pasapalos para hablar; pero no se fijaron de la cercanía entre esa mesa y Viviam.
––No pienso hacerlo. Bailar con una mujer de las que hay en este salón sería como un castigo para mí.
––No deberías ser tan exigente y quisquilloso ––se quejó Lucas––. ¡Por lo que más quieras! Palabra de honor, hay muchas chicas encantadoras y hay algunas que son especialmente bonitas -le guiño el ojo-.
––Tú estás bailando con la única chica guapa del salón ––dijo el Grace mirando a la mayor de las Morris.
--¡Oh! ¡Ella es la criatura más hermosa que he visto en mi vida! Pero he invitado también a sus hermanas. ¡Viviam! ella es la menor de las hermanas y también es muy guapa como Mary. Deja que te la presente.
–– No está mal, aunque no es lo bastante guapa como para tentarme; y no estoy de humor para hacer caso a las jóvenes que han dado de lado otros. Tuve la oportunidad de verla y no creo que me pierda de mucho si la rechazo. Es mejor que vuelvas con tu pareja y disfrutes de sus sonrisas porque estás malgastando tu tiempo conmigo.
Viviam se levanto de su asiento y de manera chocante se interpuso entre los dos para tomar un jugo de naranja y mandarle una mirada de odio a Edward. Mientras se marchaba al balcón ambos la miraban confundidos y Lucas se avergonzó de las palabras de su amigo aunque Edward no se arrepintió del todo.
* Se aclaran la garganta detrás de ella *
Apenas lo miro y dijo:
-- no te voy a mentir, no fue un placer conocerte; pero de igual forma, que tengas una bonita vida.
-- igualmente señorita. -dijo falsamente y sin mirarla-.
Ella se marcho junto con sus hermanas. Ella se marcho con sus no muy cordiales sentimientos hacía Edward. Sin embargo, contó la historia a sus amigas con mucho humor porque era graciosa y muy alegre, y tenía cierta disposición a hacer divertidas las cosas ridículas.
En resumidas cuentas, la noche transcurrió de una forma agradable para toda la familia. La señora Elizabeth se alegró de escuchar de cómo su hija mayor había sido admirada. Lucas había bailado con ella dos veces, y su hermana estuvo muy atenta con ella. Mary estaba tan satisfecha o más que su madre, pero se lo guardaba para ella. Viviam se alegraba por Mary. Jane había oído cómo Charlotte (La hermana de Lucas) decía de ella que era la muchacha más culta del vecindario. Y Catherine había tenido la suerte de no quedarse nunca sin pareja, que, era de lo único que se preocupaba en las fiestas. Así que volvieron contentas a casa.
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En Cuerpo y Ama
Romance"Jamas creí conocer a un joven tan arrogante e insoportable, y mucho menos que este fuera... el que me robara el corazón". -Viviam Morris-