Capítulo 7: La Visita

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Jane pasó la mayor parte de la noche en la habitación de su hermana, y por la mañana tuvo el placer de poder enviar una respuesta satisfactoria a las múltiples preguntas que ya muy temprano venían recibiendo. A pesar de la mejoría, Jane le pidió a Viviam que le mandara un mensaje a su madre preguntándole si se sentía mejor como para que viniera,  pues quería que visitara a Mary para que ella misma juzgase la situación. La señora Elizabeth, acompañada de Catherine, llegó aquella casa poco después del desayuno de la familia.


Fue un gran alivio para la madre encontrar a su hija mejor de lo que pensaba, pero no obstante; el medico no encontró prudente trasladar a Mary. Después de pasar un rato con Mary, Charlotte invito a la señora y a Catherine al comedor donde fueron abordadas por Lucas con esperanzas de que la señora no hubiese encontrado a su hija peor de lo que se veía.


––Pues verdaderamente, no la he encontrado tan mal como me lo imagine ––respondió la señora Elizabeth––. Pero lamentablemente su situación sigue siendo mal, tan mal que aun no me permiten llevarla a casa. El doctor Jones dice que no debemos pensar en trasladarla. Y con mucha vergüenza tendré que pedirles un poco más de su amabilidad. 

––¡Trasladarla! ––exclamó Lucas––. ¡Ni pensarlo! Estoy seguro de que mi hermana también seopondrá a que se vaya a casa. Y si el lunes aun no se encuentra mejor yo mismo me encargo de traerle los apuntes de sus respectivas clases, es mas, ¡me encargo de avisarle también a sus profesores!

––Puede usted confiar, señora ––repuso Charlotte con fría cortesía––, en que Mary no le ha de faltar nada mientras esté con nosotros.

 ––Estoy segura ––añadió–– de que, a no ser por tan buenos amigos, no sé qué habría sido de ella, y se lo agradezco mucho joven Lucas por sus muy delicadas atenciones para con mi hija. ¡Qué bonita habitación es ésta, joven, y qué encantadora vista tiene a lossenderos de jardín! Nunca he visto un lugar en todo el país comparable con su casa. 

-- Mi madre tiene razón Lucas, esta hermosa hacienda tiene mucho parecido a su personalidad. Es simple... y eso la hace muy hermosa -dijo Viviam sonriendole a Lucas-. 

––No sabía que te dedicaras a estudiar el carácter de las personas ––prosiguió Lucas ––. Debe ser un estudio apasionante. 

––Sí; mi teoría es que cada persona es como un mundo nuevo... toda una galaxia por descubrir   --dijo mientras miraba por la ventana-- eso es lo mas interesante de las personas; y es, efectivamente lo que me motiva a conocerlas.

-- Profundo -dijo Lucas mirándola con asombro-.

  .––El pueblo ––dijo Edward–– no puede proporcionar muchos sujetos para tal estudio. En un pueblosolo se puede encontrar una sola variedad social.

––Pero la gente cambia tanto, que siempre hay algo nuevo que observar. 

––Ya lo creo que sí ––exclamó la señora, ofendida por la manera en la que había habladode la gente del pueblo––; le aseguro que  ocurre lo mismo en el pueblo que en la ciudad.


 Todo el mundo se quedó sorprendido. Edward la miró un momento y luego se volvió sin decir nada.La señora creyó que había obtenido una victoria aplastante sobre él y continuó triunfante: 


––Por mi parte no creo que la capital tenga ninguna ventaja sobre el pueblo, a no ser por las tiendasy los lugares públicos. Este lugar es mucho más agradable. ¿No es así, joven? -dijo señalando a Lucas-.

––Cuando estoy acá ––contestó–– no deseo irme, y cuando estoy en la capital me pasa lomismo. Cada uno de estos lugares tiene sus ventajas y yo me encuentro igualmente a gusto en los dos sitios. 

––Claro, porque usted tiene muy buen carácter. En cambio ese caballero ––dijo mirando a Edward – no parece que comparta la misma opinión que usted. 

––Mamá, estás muy equivocada ––intervino Jane sonrojándose por la imprudencia de sumadre––, interpretas mal a Edward. Él sólo quería decir que en aquí no se encuentra tantavariedad de gente como en la capital. Lo que debes reconocer que es cierto. 

-- Madre ¿Lydia cenó con ustedes anoche? --dijo Viviam tratando de desviar la conversación--.

––No, se fue a casa. --respondió Catherine--  Lydia es muy buena chica, se lo aseguro Lucas. ¡Es una pena que nosea bonita! No es que crea que Lydia sea muy fea; en fin, sea como sea, es muy amiga de Viv. 

-– A mi parecer es una joven muy agradable ––dijo Lucas mientras Viviam quería que la tragara la tierra--. 

––¡Oh! sí, pero debe admitir que es bastante feúcha. Su misma madre lo dice muchas veces, yme envidia por mi belleza. No me gusta alabar propias cualidades, pero la verdad es que no seencuentra a menudo a alguien tan guapa como yo. Yo no puedo ser imparcial, claro; pero es que lo dicetodo el mundo. 

 ––Y así terminó tu historia Catherine ––dijo Viviam irritada ––. 

––Yo siempre he considerado que la poesía es un gran alimento para el amor ––dijo Edward ayudando a Viviam a cambiar de tema--. 

––De un gran amor, sólido y fuerte, puede. Todo nutre a lo que ya es fuerte de por sí. Pero si essolo una inclinación ligera, sin ninguna base, cualquier gesto lo estaría matando de hambre.


 Edward se limitó a sonreír. Siguió un silencio general que hizo temer a Viviam que su hermana volviese a hablar de nuevo. Catherine lo deseaba, pero no sabía qué decir, hasta que después de unapequeña pausa empezó a reiterar su agradecimiento a Lucas por su amabilidad con Mary sedisculpó por las molestias que también pudiera estar causando Viviam y Jane. Lucas fue cortés en surespuesta, y obligó a su hermana a ser cortés y a decir lo que la ocasión requería. Ella hizo su papel,aunque con poca gracia, Catherine, quedó satisfecha pero luego recordó que debía recordarle a Lucas que había prometido dar otra fiesta.  


Catherine era fuerte, muy crecida para tener 19, tenía buena figura y un carácter muy alegre.  Era muy impulsiva y se daba mucha importancia, lo que había aumentado con las atenciones querecibía de los hombres. Por lo tanto, era lamás adecuada para dirigirse a Lucas y recordarle su promesa; añadiendo que sería una vergüenza ante elmundo si no lo mantenía. 


–– Te aseguro que estoy dispuesto a mantener mi compromiso, en cuanto tu hermana esté bien;tu misma, si gustas podrá señalar la fecha del evento: No querrás estar bailando mientras tu hermana estáenferma. 


Catherine se dio por satisfecha: 


––¡Oh! sí, será mucho mejor esperar a que Mary esté bien. 


 Por fin la señora y Catherine se fueron, y Viviam y Jane volvieron al instante con Mary, dejando queCharlotte y el Edward hiciesen sus comentarios acerca de sus comportamientos y el de su familia.Sin embargo, a pesar de la agudeza de Charlotte al hacer chistes sobre los ojos bonitos de Viviam,  Edward no pudo hacer ningún comentario despectivo sobre ella. 

En Cuerpo y AmaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora