25. "¡Ríndanse monstruos!"

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*Narra ______*

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*Narra ______*

–Y por último, el salón de artes. –abrí la puerta del salón dándole espacio a Kim para que pasara primero. Su sonrisa creció aún más y hasta puedo jurar que vi cómo se le formaban brillitos en los ojos tras ver cada lienzo de pintura a su alrededor.

–¡Este es mi mundo soñado! ¡Me encanta! –la chica corrió hacia uno de los lienzos y lo abrazó como si se tratara de un peluche. Solté una risilla porque nunca me esperé que hiciera algo como eso.

Resultó que Kim era la chica nueva a la que le daría el recorrido por la escuela, que casualidades de la vida. Después del teatrito que sucedió en la cafetería, Kim se sentó con nosotras para comer, incluso antes de que Lizzie o yo pudiésemos ofrecerle un lugar en nuestra mesa.

Tras charlar mucho con ella en medio del recorrido, me di cuenta de que es una persona muy agradable. De lo poco que sé de ella es que es súper parlanchina, casi no hay forma de callarla. También le gusta todo lo que tenga que ver con la pintura, vive en un apartamento cerca de la escuela, sola. Según ella, sabe bien como adaptarse rápido a un lugar con solo observar a la gente que la rodea.

–¿Sabes? Por las tardes abren talleres de arte donde puedes quedarte a pintar todo el tiempo que quieras, aunque no hay muchos alumnos inscritos, no todos son afanes del arte en pintura, pero se nota que tú si lo amas.

–El olor a pintura se ha vuelto como el aire que respiro. ¡Por supuesto que vendré por acá más seguido! –Kim alzó sus brazos en el aire con emoción, yo sonreí cruzándome de brazos y apoyando la parte baja de mi espalda contra el escritorio del profesor. –¿A ti no te gusta la pintura?

Hice un pequeña mueca antes de responder. –Solo de vista, no soy buena para las artes manuales, soy más de lo musical.

–¡Uhhhh! ¿Qué veo aquí? ¿Una artista musical? –Kim cruzó sus manos detrás de ella mientras me miraba de manera cómplice. Volteé los ojos y di un paso hacia adelante acercándome a ella, empezándole a contar sobre mi sueño de volverme compositora y mi experiencia tocando el piano y la guitarra.

–Solo una cosa...–su semblante se volvió un poco más serio, lo cual me sorprendió por la forma que ella tiene de cambiar de expresiones con facilidad. –¿Quién era la chica sangrona de la cafetería?

Suspiré pasando mi mano por mi muñeca, rozando mi brazalete. –Es Camila Smith, es la capitana de las porristas de la preparatoria. O más bien, la bruja guacha y candente de la escuela.

–¿Cómo es que permites que esa tarada te trate así? –su mano se posó sobre mi hombro y me le quedé viendo a esta un momento antes de regresar la vista a sus ojos, sonriendo con algo de tristeza.

–No se trata de eso, he lidiado con ella desde que éramos niñas, y al principio si me era difícil defenderme, pero en cuanto crecí comencé a darme mi lugar. Hace poco le arrojé batido de fresa sobre su cabeza, y créeme que lo disfruté.

¿Qué se siente estar contigo? (Merlín y tú) -RSAT7D-Donde viven las historias. Descúbrelo ahora