Es increíble como una simple pieza recitada en un piano puede expresar más de mil emociones. Por aquella pasión que se siente al hacer lo que una persona disfruta hacer, _____ nunca ha podido tocar una pieza sin siquiera sentirla y lograr despertar...
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Ahora si, no es falsa alarma, esto si es capítulo XD ¡disfruten!
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*Narra autora*
-DESPUÉS DE LA IDA DE _____-
–¡Eres un idiota, Merlín! De verdad, ¡el mayor idiota que he conocido! –masculló un Hans bastante furioso, después de haberle propinado un puñetazo en la cara a cierto mago.
Merlín se tocó el rostro, sobándose la parte dónde había recibido el golpe con una mueca de dolor. No tenía idea que Hans tuviera mucha fuerza, siempre se había esperado los golpes de Arthur, pero de Hans...jamás.
–¡Hey! ¿¡Pero qué diablos te pasa Hans!? ¡No todo es culpa mía!
–¿Ah no? ¿Y de quién más si no tú Merlín? ¿Qué demonios fue lo que le hiciste a _____?
–¡Nada! ¡Le dije la verdad!
–¿La verdad? ¡Ja! –soltó con sarcasmo el pelirrojo, mirando indignado al castaño. –¿Cuál verdad? ¡Ella salió de aquí totalmente destrozada! ¡Seguro otra vez tú bocota hizo de las suyas y dijo alguna idiotez! ¿Qué debía esperar?
–¡¡Bueno Hans, ya basta!!
–¡No! ¡No pienso dejar esto así, pedazo de cara dura! ¿Siquiera pudiste aclarar tus sentimientos antes de hablarle?
–¡Si...! –confirmaba el chico, para luego rascarse la nuca, una vez más la duda entrando en sí. –O bueno...no...¡no lo sé, yo-!
–¿No lo sabes...? –Hans dio un par de pasos hacia el mago, mirándolo con decepción. –¿Y así pretendías dejarle las cosas claras a _____ y a Rojos? ¿Dónde diablos tienes la cabeza Merlín?
–¡Esto tampoco fue fácil para mí! ¿Okay? Intenté hablar en paz con ella, pero las cosas se complicaron en el momento en que me reprendió enojada. ¡No entendía que rayos le sucedía!
Hans volteó los ojos. –¡Ahhhg Merlín, tú JAMÁS entiendes a nadie! ¡Eres 0 empático!
El mago lo miró, irritado. –¿Me vas a dejar terminar o me seguirás interrumpiendo para reprocharme?
Se encogió de hombros. –Es la verdad...
–¡El punto es! –exclamó, golpeando la mesa con ambas palmas. –Que lo intenté...intenté aclarar las cosas con ella...sin embargo, su actitud me llegó a molestar tanto que...–el chico soltó un suspiro.
Recordaba los ojos cristalizados de _____, mirándolo con decepción, casi destrozada, en el momento en el que dijo que...
–Le dije que yo quería a Zapatos Rojos...en teoría...que el beso con ella me hizo darme cuenta de que me enamoré de Rojos...
