Es increíble como una simple pieza recitada en un piano puede expresar más de mil emociones. Por aquella pasión que se siente al hacer lo que una persona disfruta hacer, _____ nunca ha podido tocar una pieza sin siquiera sentirla y lograr despertar...
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Juguemos un juego antes de empezar a leer xd...¡síganme en los comentarios si se la saben:D!
Titi me preguntó si tengo muchas novia'...muchas novia'...
No me maten xd se me ocurrió esto un sábado a las 2 de la madrugada mientras escucho a Bad Bunny:,)
Ya, ahora si xd ¡A leer!
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*Narra Hans*
¿Hace cuanto que uso esta estufa?
Odio que esto siempre pase.
Las fugas de gas se han convertido en un problema más en mi vida. No importa qué arreglos le hagan los trillizos para que esta funcione adecuadamente, siempre de alguna forma se vuelven a formar fugas.
–¿Están seguros que no hay nada más que esté dañado? –cuestioné, observando a los chicos acomodando la estufa en su lugar después de ajustar...lo que sea que hayan ajustado.
–¡Afirmativo! –exclamó Pino, poniéndose de pie.
–No hemos encontrado...–le siguió Kio.
–...Daño alguno. –terminó Noki.
Arqueé una ceja, confundido. Era la tercera vez en el mes que me decían lo mismo, y sin duda estas fugas no eran normales.
–¿Que no hay daño alguno? ¡Ja! Pues ya me parece raro que mientras la sigan "reparando", esta vuelva a tener fugas.
En ese momento, apareció Jack detrás mía con una mascarilla en la cara.
–Hans, ¿por qué te aferras a este horno tan "avanzado" si tenemos uno de leña que funciona mejor?
Alcé la cara, mostrándome orgulloso.
–Un chef sabe lo que le conviene usar para cocinar. Me gané esta cosa en un concurso de cocina y le he dado mucho provecho para que ahora me esté fallando.
Jack soltó un suspiro, cansado. –Mon amie, ¿No me oíste cuando dije que tenemos "horno de leña"? Ya tenemos mucha contaminación para que sigas provocando más.
Rodé los ojos, estresado. –Solo deja de cuestionar mis razones y sal de mi cocina, francés fastidioso. –exclamé, señalando la puerta para que saliera.
–Bueno, nuestro trabajo aquí terminó.
–Fue un placer ayudar, Hans.
–Aunque no sirvió de nada de todos modos.
Los trillizos salieron de allí con su caja de herramientas, y una gran sonrisa característica de ellos, y los fulminé con la mirada ante lo último que dijo Kio.
Trío de clones optimistas.
No solo les preparo sus dulces todos los días y así me regresan el favor.
