Es increíble como una simple pieza recitada en un piano puede expresar más de mil emociones. Por aquella pasión que se siente al hacer lo que una persona disfruta hacer, _____ nunca ha podido tocar una pieza sin siquiera sentirla y lograr despertar...
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*Narra _____*
Un pedido por aquí...
Otro pedido por allá...
Café, café...y más café.
En eso resumiría mis últimos días trabajando como camarera en Luke's. Al parecer Luke necesitaba más equipo para la cafetería, ya que la empleada anterior tuvo que renunciar de pronto. Y cuando me presenté una noche en la cafetería con el anuncio para buscar una camarera, no tuvo más de otra que darme el empleo cuando se lo puse en la cara. No parecía verse muy convencido, pero tuve que rogarle para que me diera la oportunidad.
Y es así como terminé aquí, con un delantal azul atado a mi cintura con pajillas en los bolsillos y una que otra ocasión con pequeñas manchas de comida derramadas.
He de admitir que buscar un empleo fue algo tan repentino para mí, pero no me podía permitir seguir en la maña de vivir mi mayoría de edad siendo mantenida por mis padres.
Ya era momento de que empezara a tomar más responsabilidades y no dejarme abducir por mi mente.
–¡Otro café por aquí _____! –se dirigió uno de mis vecinos alzando su café hacia mi.
–Con gusto señor Mattews. –caminé hacia él con la cafetera recién llena y sorbí el café hasta llenar su taza. Él levantó un poco la misma en modo de agradecimiento antes de beber un poco.
Es enorme el sacrificio que hago por aguantar el olor a café tan cerca de mi nariz. Sigo prefiriendo el chocolate caliente.
Habían pasado varios días desde que Zapatos Rojos llegó a casa de los chicos. La búsqueda de su padre se ha vuelto un tanto más complicada de lo que se pensó, nadie parece saber nada de él y la pobre chica se le ve mucho más preocupada.
Y claro, los chicos no pierden la oportunidad de tratar de calmarla de diferentes formas, y una de ellas es cortejándola "discretamente". Y sí, lo digo entre comillas porque en ellos no cabe por ningún lado la palabra discreción.
Por otro lado, mi plan de mantenerme distante con Merlín no estaba saliendo como pensé, él encontraba el modo de hablar conmigo de cualquier forma.
No, él no se ha dado cuenta de absolutamente nada de lo que siento por él, y una parte de mi agradece internamente que no lo haya echo. Pero por otro lado, tengo presente el deseo de que él algún día pueda sentir lo mismo y se atreva a confesármelo.
Quizá para ese entonces no sea demasiado tarde.
Ahora que lo pienso, mi trabajo como camarera también me ha ayudado a olvidarme por un rato de mis estúpidos sentimientos por ese chico.
¿Notas las cosas que hago por ti, Merlin?
No, claro que no.
Después de dejar un plato de omelette a una mesa, me dirigí a la cocina para lavarme las manos. Solté un suspiro de cansancio, cada día viene más gente aquí y todo es culpa de Luke por ofrecer menús a un mayor descuento con postre extra.
