DESTRUCTION « KookTae » 「 LIBRO 1 」

LIBERACIÓN: EPÍLOGO

N/A: Los primeros párrafos del capítulo es un recuerdo no narrado que Jungkook y Taehyung tuvieron cuando llegaron al refugio de Gabriel (R.I.P Gabriel Dios), antes de que Namjoon y Jin fallecieran.

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Kim Taehyung.

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"—Oye, Kookie... —Pregunto volteando a ver a mi novio a la cara sin moverme demasiado; sus ojos están cerrados y él se encuentra respirando con mucha tranquilidad, disfrutando del aire cálido de la tarde. El pasto del pequeño jardín del refugio, relaja por completo mi espalda, y el brazo de Jungkook que me sirve como una suave almohada para mi cabeza, hace que nuestro mini-descanso después de largas horas de viaje se vuelva demasiado ameno —, ¿Qué te gustaría volver a hacer cuando esto acabe?

—Umh... quizá volvería a hacer música. No sé la verdad, aunque lo primero que haría sería volver a Corea y ver si mi departamento está intacto todavía... —Contesta con una pequeña sonrisa, abriendo uno de sus ojos cuando nota que quito mi cabeza de su brazo. Él termina por abrir los ojos para mirar mis movimientos y yo aprovecho para apoyar todo mi peso en uno de mis codos —. ¿A ti qué te gustaría hacer? Además de comenzar una nueva vida conmigo.

—¿Te piensas casar conmigo? —Pregunto con una sonrisa, y él desvía su mirada al cielo, como si estuviese pensando.

—La pregunta me ofende, niño —Contesta volteándome a ver, para después picarme las costillas haciéndome reír por un momento por su toque —. En cuanto todo esto acabe, pienso casarme contigo, y no voy a aceptar un no por respuesta.

— Bueno, no creo que diga que no. A menos que me hagas enojar... —Digo casi susurrando la última parte, pero aún así él me escucha y sólo se limita a rodar los ojos con una expresión burlesca en la cara —. Y con respecto a tu pregunta... me gustaría ayudar en algún centro de personas discapacitadas, enseñando cualquier cosa. Y también volvería a casa, si es que aún existe... —Digo, para después acercar mi cara hacia la suya y robarle un pequeño beso en los labios con rapidez. Y antes de que él pueda reaccionar, yo me separo riendo al ver su cara con una expresión desconcertada.

—¡Oye! ¿Por qué te quitas? —Pregunta abrazándome con su brazo libre, haciendo que la mitad de mi cuerpo quede sobre el suyo y con nuestras respiraciones más cerca que nunca —. No te quites jamás, ¿Oíste? Me gusta que me beses, no sabes cuando podemos morir.

—¡Oh, cállate! No te puedes morir porque yo te seguiré a todas partes, ¡Y aún soy joven para eso!

—Está bien, ¿Me perdonas? —Pregunta con una sonrisa, mostrando sus pequeñas encías rosas que me enternecen al verlas.

—Sólo con una condición —Contesto, mirándolo con recelo por unos segundos.

—¿Y cuál es?

—No me dejes solo nunca, por favor... —Murmuro, hundiendo mi cara en su pecho para inhalar el suave aroma de su ropa. Pronto, siento como sus manos rodean mi espalda hasta que se vuelve un abrazo tan cálido que me hace querer no separarme nunca.

—No puedo prometer algo así, pero podemos hacer algo —Dice después de besar la coronilla de mi cabeza con suavidad —. Si tú mueres, prometo que me iré contigo. No me importa si tengo que infectarme o debo suicidarme para hacerlo, te seguiré hasta en la otra vida, si es que la hay...

—Entonces yo haré lo mismo, amor.

—¿Es una promesa?

—Lo es, prometo recordarlo para siempre... "