L I B E R A C I Ó N

439 58 24
                                    


—¿En dónde se encuentra tu grupo? —La voz de aquel hombre, me hace estremecer. Quiero salir corriendo, pero las ataduras en mis pies y manos me lo impiden por completo. No quiero verme asustado frente al señor frente a mí, pero mi vida corre riesgo y lo único que quiero es que los chicos no me estén buscando —. Quiero ubicaciones, cuántas personas son aproximadamente y qué tipo de armas tienen.

—Jamás te lo diré, mátanos, pero eso nunca te lo voy a decir. No voy a poner a mi familia en riesgo —Contesto, a pesar de que un poco de sangre sale de mi boca por el golpe que me han metido minutos atrás.

Volteo a ver a Vernon, y tiene la misma postura que yo. No piensa decir nada para proteger a la niña y los demás que están en el grupo.

—No queremos a tu familia, ni nos importa. Sólo queremos a la niña que este idiota se llevó y los dejaremos libres —Dice de nuevo, con una pequeña sonrisa que no me da buena espina —. Sólo que los que eran parte de nuestro grupo tendrán que regresar. Es todo, ustedes estarán libres.

—¡Taehyung! No les creas —Exclama Vernon, quien apenas puede hablar. Su cara está llena de sangre. Él es quien se ha llevado la mayoría de los golpes y seguramente si no hablaba, acabaría igual —. ¡No te diremos nada, bastardo!

—¿No me dirás, pequeño Taehyung? —Y un extraño recuerdo me hace quedarme callado.

Ese tono...

—No me digas así... —Susurro enfurecido.

—¿Cómo? ¿Pequeño Taehyung?

"Vamos, pequeño Taehyung. Pronto estarás muerto, pero primero, te daré tu despedida como debe de ser... Abre las piernas."

"¿Qué? ¿Al pequeño Taehyung le duele? Vamos, grita todo lo que quieras, me gusta..."

—¡Cállate! —Grito de nuevo, escondiendo mi cara entre mis piernas y tratando de retroceder. Siento cómo mi pecho se oprime y las ganas de llorar vuelven.

Tengo miedo, todos los recuerdos regresan a mí como balas.

—Tienen hasta la noche para que me digan de dónde vienen y dónde se están refugiando... o si no, les voy a volar la cabeza, pero primero los haré sufrir hasta que supliquen que yo pare.

Y aquel hombre se levanta, indicándole a sus otros dos hombres que se vayan detrás de él para después encerrarnos bajo llave en esta maldita habitación sucia.

Dios, perdóname Jungkook, pero esta vez quizá no vuelva. 


DESTRUCTION « KookTae » 「 LIBRO 1 」Donde viven las historias. Descúbrelo ahora