1. Para mi padre.

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Hellebore,

18 de diciembre de 2020

¿Por qué la gente cree que el alcoholismo es algo para hacer chistes? ¿Por qué se les hace gracioso que alguien pierda la conciencia hasta el punto de olvidar incluso su nombre?

Es muy diferente a cómo se muestra en las películas, los libros y las novelas.

Los jóvenes creen que es romántico mostrar el lado oscuro de la gente, normalizan la típica historia de "el chico adicto y la chica que con su amor lo ayuda a cambiar", ¿Saben qué opino yo? Es pura basura, en la vida real esas cosas no suceden y, si llegaran a suceder, no sería sano, porque, ¡Por el amor de Dios! Estamos hablando de adicciones, ¿Se dan cuenta de lo difícil que puede ser acompañar a alguien en el proceso de dejarlas? ¿Alguien se ha puesto a pensar en que, fuera de un contexto romántico, las adicciones son una enfermedad, una enfermedad que consume a quien la padece? Literalmente, vives con un monstruo dentro de ti, es tu peor enemigo, pero, si no lo arrancas de ti, se termina convirtiendo en tu única compañía.

¿Leíste esa historia del chico que se droga y tiene una novia y  ella lo ayuda a ser mejor persona? ¡Son mentiras! Es que es imposible que alguien decida cambiar de la noche a la mañana, además, no siempre vas a recibir un buen trato de esas personas, ellas son inestables y no estoy hablando solo de gritos y malas contestaciones... Nadie sabe realmente lo que es ese infierno, solo quien lo sufre, y nosotros, Jason y yo, tuvimos un ejemplo en casa... Él.

¿Debería recordarles lo que pasó  con papá? A veces Jason parece olvidarse, así que me gustaría recordarlo...

Tuvo una infancia normal para cualquier nacido en la década de los 60 en un país de tercer mundo, papá nació y se crió en México, pero después se mudó a Madrid; muchos hijos, una madre dedicada a su papel y un padre que corrige de manera ruda. Esa es la forma en que creciste padre, yo lo sé y Jason también, de cualquier forma, estoy segura que alguien más leerá esto, así que les seguiré contando los detalles...

Él fue uno de los hijos menores, con tan solo 12 años ya sabía trabajar en lo mismo que su padre, vivían en pobreza por lo que "era su responsabilidad" ayudar en los gastos de su casa, pues su hermana menor aún estudiaba y debía graduarse. Se levantaba muy temprano para ir a ordeñar el ganado, a eso de las seis de la mañana, como todo niño debía desayunar bien para poder aguantar un día duro de trabajo, sin embargo, ellos no podían darse ese lujo por lo que, para hacer todo más sencillo su madre le hizo las presentaciones con lo que se convertiría en su mejor amigo y en su destructor. Su compañía y su soledad. Su amor y su odio. Todo fue por el sacrificio, por el amor a su familia, además, ¿Qué daño podían hacer unas gotitas?

Él conoció el amor muy joven, a los 18 años para ser exactos, pero como todo joven inexperto cometió errores, los cuales podían haber sido perdonados, sin embargo, el miedo lo consumió y no hizo nada para enmendarlos. En esos momentos comenzó a frecuentarlo más. Aunque ya era un adulto, se había vuelto alguien funcional para la sociedad y tenía un buen trabajo, le seguía faltando algo, tal vez ese amor de juventud que perdió o tal vez un trago más.

Cada vez que se sentía solo, triste, estresado... Siempre que tenía alguna emoción, corría a buscarlo a él, se fue haciendo una costumbre y... finalmente un vicio.

Quiero, justo ahora, escribir unas palabras a ese ser que fue capaz de influir de manera profunda no solo en mi desarrollo como ser humano, sino en mis emociones, tanto de manera positiva, como negativa.

Padre, sé que hiciste tu mayor esfuerzo. Sé que nadie nunca va a entender el infierno que viviste. Sé que intentaste con tu vida alejarlo de nosotros. Sé que, si hubieras tenido otra oportunidad, un poco más de tiempo quizá, hubieras sido cien veces mejor de lo que fuiste. Y no quiero que tomen esto como un reclamo, incluso si tú iniciaste esto. De verdad te doy las más sinceras gracias por cumplir el papel que decidiste tomar. Solo hubiera deseado que tu lado bueno hubiera durado más, o que hubiera estado en esos momentos, cuando el mismo monstruo quería devorarme también. Yo sé que siempre dije que estaba bien, pero ahora me es más difícil mantener la fachada... Y no estoy hablando de esa que siempre mostré ante ustedes, de la chica malvada sin sentimientos y una posible sociópata, estoy hablando de la chica estable y relajada, esa que tu conocías y la cual decidí que debía quedarse contigo en tus mejores días. Supongo que tú me hiciste quien soy ahora y, no te estoy reclamando, te estoy dando las gracias.

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