Epílogo 1. Jason Edevane.

2 1 0
                                    

"Todos tenemos nuestra propia forma de afrontar la vida. Algunos intentan hacer algo para cambiar eso que nos daña, pero otros solo observamos al exterior mientras nos preguntamos: ¿Algún día podré hacer algo?"

Jason, pasado.

Ya habían pasado aproximadamente tres semanas desde que mamá se había ido, así de simple.

Se fue.

Se fue y yo no esperaba a que regresara, porque si algo tenía muy claro es que habíamos sido abandonados.

Por otro lado, Hellebore no ha parado de llorar; de alguna forma la entiendo, ella aún es pequeña así que no concibe la vida sin ella. Mamá se fue, papá casi nunca y, cuando sí, está totalmente alcoholizado. A mí me toca cuidar de Helle, cuidar de la casa y para colmo, cuidar de papá.
Yo sé que el hecho de que estemos en esta situación es algo que no voy a poder comprender hasta que sea mayor, pero realmente desearía poder entender justo ahora. Cuando voy al colegio, veo a mis compañeros, junto a sus padres, sonriendo y conversando y no puedo evitar preguntarme, ¿Por qué demonios yo no tengo eso? Voy y vuelvo del colegio solo y, llegando a casa tengo que hacer muchas cosas, incluso en la noche, cuando se supone que debería dormir, debo cuidar a mi hermana, porque papá está tirado en la sala ahogado de borracho y no sé qué cosas podría hacer, además de que Hellebore no ha conseguido dormir sola desde que mamá se fue. Es cansado.

Lo es, pero no puedo darme el lujo de sentir el cansancio. ¿Lo peor? Somos dos niños sin padres y sin posibilidades de conseguir dinero, así que comemos muy pocas veces a la semana. La abuela nos prepara comida cada 3 días, lo cual nos bastaría a mí y a Helle, sin embargo, hay veces en las que papá tira la comida, ya sea a propósito o por accidente, o la escupe o mete sus manos porque, por supuesto, está borracho.

Empieza a ser molesto. Mi vida antes era: ir al colegio, llegar a casa, comer, jugar y por supuesto, esperar a que mamá resolviera todo. Porque papá siempre ha sido un jodido alcohólico. Eso no ha cambiado, ¿Maravilloso, no?



Jason, 2009

He ideado algo para que Hellebore y yo podamos comer.

Escondemos la comida debajo de la cama, en mi cuarto. Papá nunca entra allí, así que es seguro. He planeado muchas ideas para poder sobrevivir pero, he pensado en que ya fue suficiente. Yo no soy el padre, ni la madre de está familia; no es mi maldita responsabilidad cuidar de nadie, ni de Hellebore ni de papá. Incluso conseguí una especie de trabajo con un vecino, lo que sea con tal de no estar en ese infierno que llaman casa. Hellebore se la pasa fastidiando, con que quiere esto y aquello, que quiere jugar, ¿Acaso no entiende que no podemos darnos el lujo de jugar? ¿No está triste o estresada por la situación? Bastante esfuerzo he hecho para conseguir dinero, pero a ella eso no le importa. Ya tiene suficiente edad para darse cuenta de que nuestra vida no es un jodido cuento de hadas. Pero, no le importa.

Jodidamente no le importa.

Jason trabaja, Jason la cuida, Jason cocina...

Jason.

Jason.

Jason.

Incluso escuchar mi nombre me marea. No soporto estar en casa. Definitivamente no lo soporto. Sé que soy el mayor y todo eso, pero sigo siendo solo un niño. ¿Acaso mamá no pensó en eso al largarse?

Por supuesto que no lo hizo.

Ella solo pensó en su bienestar, seguramente se largó porque no soportaba más a mi padre, siendo así, la entiendo un poco.

Cada día que pasa mi vida se vuelve mas sombría, yo no... yo nunca imaginé que terminaríamos así. Es decir, mamá era muy amorosa... ¿Cómo es posible que nos dejara? ¿Cómo...? Yo sé que ella no es la culpable de que papá sea un alcohólico, lo sé y lo entiendo pero, es difícil... Solo quiero huir de aquí...


------------------------------------------

Jason, una hora antes de que encontraran a Hellebore.

- No es que me quiera justificar Jessica, tú mejor que nadie lo sabe - le digo a mi vieja amiga, entre lágrimas. Yo sé que parte de la culpa de lo que sucede con mi hermana la tengo yo pero, no quería causarle daño, jamás querría lastimarla.

- Lo sé Jay. De verdad lo entiendo y, quiero decirte que tú no tienes la culpa de nada - Jessica intenta subirme el ánimo pero, a estas alturas ya no es suficiente con eso.

- Sabes que eso es mentira - afirmo con mucho pesar - si yo le hubiera prestado más atención a mi hermana, si hubiera estado más en casa, esto no hubiera pasado... Nada de esto.

- ¿Sabes? Yo tengo un dicho - me responde ella con suavidad - "El hubiera no existe" - yo la observo totalmente confundido. Si esperaba que eso me ayudara ha fallado terriblemente.

- Jessica, no entiendo cómo - ella me interrumpe.

- Lo hecho, hecho está. Sí, es cierto que les ha tocado vivir cosas que nadie debería vivir; justo ahora, estás en un situación difícil pero, ya han llegado hasta aquí, no es momento de rendirse Jay, no ahora que Hellebore te necesita centrado - rompo a llorar de nuevo. Desde que todo esto empezó es lo único que he podido hacer, curioso, ¿Verdad?

Antes no dejaba de llamarle la atención a Helle, porque lo único que hacía era llorar por mamá y preguntar cuándo regresaría y, como era obvio, eso me cabreaba porque no sabía cómo hacer que se detuviera. Me generaba mucho estrés tener que mantenerme sereno para no dañarla, pero de todas formas fallé.

- Simplemente me hubiera gustado ser más fuerte... Ser más... Considerado - logro responderle a Jessica.

- ¿Más fuerte? - me cuestiona ella, asombrada - Jason, ¿Es que acaso no lo has entendido? Fuiste muy fuerte y muy valiente. Más que cualquier otra persona que conozco. Tal y como has dicho, tú no tenías la responsabilidad de cuidar a nadie, ni a Hellebore, ni a tu padre. Sin embargo, lo hiciste, lo hiciste durante el tiempo que tú estabilidad lo permitió. Eras solo un niño, y te esforzaste por años, ¡Años Jason! Y debes darte el crédito por eso, merecías descansar, merecías tener la libertad de decidir si seguías con ese trabajo o no. Nadie debe reprocharle por haberlo abandonado. Nadie más que tú, sabes qué era exactamente lo que vivías - Jessica había tomado mi mano en un gesto cariñoso, eso sólo logro hacerme llorar con más fuerza, se sentía tan cálido, tan sincero, tan... Maternal. Y dolía, dolía porque jodidamente nunca tuve eso.

- Pero... No quiero que le pase nada a mi hermanita... Quiero, al menos... Tener la oportunidad de intentar repararlo o de... Hacer nuestras vidas menos miserables... Quiero que seamos felices, que ella lo sea - digo finalmente mientras limpio mis lágrimas.

- Lo merece. Ambos lo merecen - dice ella - Así que debes mantenerte fuerte ahora, Helle lo va a necesitar, pero, Jason - con sus manos ella toma mi rostro y hace que la mire - Expresa lo que te afecta, si ya no puedes, dilo. Si quieres huir, dilo. Pero no te guardes nada, ese dolor y esos sentimientos solo te consumen energía y estabilidad, así que hazme ese favor... Hazlo por mí y por ti - me pide. Con su pulgar está acariciando mi mejilla y yo, como si fuera un gato de la calle, me aferro a esa caricia y asiento de manera lenta.

- Gracias - sale de mi boca como un susurro.

- No tienes que agradecerme nada - me dice con una sonrisa, de esas que te refrescan el alma.

- Claro que sí - afirmo - De no ser por ti, ya me habría rendido en la búsqueda o... Me habría vuelto loco - finalmente puedo sonreír, después de tantos días sin hacerlo.

- Entonces puedes seguirte apoyando en mí. Pero recuerda que eres fuerte Jason, eso nunca lo olvides.

- No lo haré - lentamente ella se acerca y me da un abrazo. A pesar de que ya no siento tanto cansancio mental, sigo llorando, porque Jessica me ha dado fuerza y esperanza y no quiero que eso se desvanezca.

Definitivamente voy a encontrar a mi hermana.

Sombra Donde viven las historias. Descúbrelo ahora