2.Una casa hecha de cartas.

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Jason, presente.

Mi hermana pequeña, mi responsabilidad los últimos años... 

Mis padres se obsesionaron con ponerle un nombre auténtico y, debido a que ya de por sí nuestro apellido es raro, le pusieron un nombre alemán: "Hellebore Edevane". Se escucha bien, aunque a ella siempre le costó pronunciarlo, así que me acostumbré a llamarla sólo Helle; estuvo rodeada de felicidad desde que vio la luz del sol por primera vez, cuando nació en alguna colonia pequeña en Madrid, España. Padres unidos y que derrochaban amor. Un hermano mayor con el que, como en todas las familias había peleas, pero no eran lo suficientemente fuertes como para preocuparse, al menos yo nunca me enojaba con ella.

Nuestro hogar era perfecto. Todo era maravillosa y absolutamente armonioso. Pero, claro, ningún hogar es realmente así, ¿Verdad? Había algo que mamá se esforzó por ocultarnos, pero incluso para ella misma se volvió insoportable.

Lamentablemente, a sus 7 años de edad, Helle se dio cuenta de la verdad, o al menos se dio cuenta de ello en parte. A pesar de ser más chica que yo, siempre fue más intuitiva, incluso de niña.

Yo siempre supe que mi hermana no iba ser alguien común, pero cuando llegó a cierta edad me di cuenta que probablemente había algo que nunca nadie notó, algo que estaba mal y que probablemente es la causa de que esté hoy aquí, en su casa, sentado con su novio en su cuarto, intentando buscar una pista que nos diga dónde está.

Chris está sentado en la cama de Hellebore, leyendo de nuevo esa carta, estaba fechada con el día de la muerte de mi padre, pero, seguimos sin entender por qué demonios desapareció justo ese día. Mi padre murió y mi hermana no está aquí conmigo, no se supone que sucediera así, yo soy el hermano mayor, debí darme cuenta de algo... Pero no, estaba tan hundido en mis propios problemas que nunca le presté atención, ¡Me arrepiento tanto, maldición!

Había venido con Chris con la esperanza de que ella estuviera aquí, que nos dijera que se había ido con alguna amiga o qué sé yo, pero ella no estaba. Entramos a revisar y Chris pronto notó algo extraño: En una caja de color negro, que estaba sobre la mesa de noche encontramos varias hojas de papel, de diferentes colores, lo cual nos llamó la atención, Hellebore nunca dejaría tanto desorden (sí, para ella eso es considerado un desastre) así que ahí fue cuando encontramos una especie de diario. Chris leyó la que se encontraba en la parte superior, en voz alta y eso es suficiente para que yo entienda qué sucedió. Pero al analizar las cartas, y las palabras de la que lleva esa fecha, me doy cuenta de que ella quería que alguien las leyera, así que nos dedicamos unos minutos a acomodarlas por fecha... 2008, 2009, 2018... hay muchísimas y decidimos leerlas por partes, tal vez encontremos algo, lo más mínimo que nos indique que ella no está... muerta.

Decidimos que yo leeré las que fueron escritas antes de que Helle conociera a Chris y él las de después de conocerlo. Así que me dispongo a leer la primera:

Hellebore: enero 2008.

Todavía está oscuro. Estoy en mi habitación y seguro que mamá y papá se darán cuenta de que estoy despierta. Decidí meterme bajo la cama para que no me descubran, pero no quería hacer algo malo, solamente que no he podido dormir. Estaban gritando mucho, ¿Sucedería algo malo? Papá le dijo a mamá que él no tenía hijos, pero, ¿Por qué? ¿No cuento? No... no creo que papá se refiera a eso, como sea.



Ya es de día, pero me asomé por la ventanilla y parece ser temprano. No pude dormir. Mamá se levantó gritando otra vez y lleva unas maletas... ¿A dónde va? Bueno ella suele trabajar fuera, pero... nunca lleva maletas.

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