17. Ayudante externo.

6 0 0
                                    

Chris presente.

Me encontraba totalmente desorientado. Sabía que había estado dormido por mucho tiempo, porque sentía los músculos de mi cuerpo contraerse incluso si solo estaba intentando respirar. Eso, o había estado inconsciente. Con una lentitud desesperante, logré acomodarme en la cama... no, camilla, estaba en una camilla. Intenté enfocar la vista para procesar dónde demonios estaba, porque, si de algo estaba seguro era que no estaba en mi casa. En cuanto un poco de luz entró a través de mis ojos, lo confirmé; paredes grises y descuidadas, absolutamente ningún mueble en la habitación, salvo una mesita de noche que tenía un vaso de agua y una especie de mesa de servicio.

Entonces saqué mi conclusión: o estaba en un jodido hospital o Hellebore me había secuestrado.

Me preocupé cuando noté que había un par de esposas atándome a la camilla por el pie. Esto ya estaba superando los niveles de lo que se consideraría normal.

— He... — intenté hablar pero, sentía la garganta absolutamente seca, incluso el aire era difícil de pasar, así que me estiré para poder alcanzar el vaso de cristal y tomar un poco de agua, justo en ese momento, sonó una alarma y alguien ingresó a la habitación. Cuando estuvo dentro, cerró la puerta y la alarma dejó de sonar.

— Buenas tardes, señor Harper — me saludó sonriente quien parecía un oficial.

— ¿Qué... pasó? — dije con lentitud y con voz pastosa — ¿Us...ted, quién... es?

— Veo que aun está algo lastimado por el lavado, le recomiendo que tome un poco de agua, eso debería aliviar un poco el escozor — me respondió mientras se sentaba frente a mí — Soy el oficial Burns, estoy asignado como respaldo para el caso de desaparición de Hellebore Edevane, está usted en la estación de la policía — me dijo con seriedad.

— Helle... ¿dón...de...? — no pude formular la pregunta, pero el oficial me entendió.

— Sigue desaparecida — dijo con frialdad — Usted... — era obvio que iba a decir algo, pero se arrepintió — Deberá descansar. — dijo poniéndose de pie — Cuando esté totalmente recuperado le informaremos cómo llegó aquí. Afuera lo espera el señor Edevane, así que volveré en una hora — y salió de la habitación.

Decidí obedecer, pues estaba más que claro que yo estaba en una posición extraña, así que después de un par de minutos, me dormí.

— Bueno, veamos cómo se encuentra su garganta ahora, señor Harper — escuché una voz lejana y me removí en la camilla intentando desperezarme — ¿Puede decir algo? — me pregunta quien ahora puedo reconocer como el oficial Burns.

— ¿Por...? — mi garganta no dolía tanto, pero aun se sentía algo seca — ¿Por qué estoy aquí? — no recordaba nada y que un oficial estuviera rondando la habitación donde yo estaba no era buena señal.

— ¿No recuerda nada, señor Harper? — yo negué lentamente con la cabeza y el oficial asintió — Bueno, para empezar acabamos de hacerle un lavado de estómago debido a una leve intoxicación a consecuencia de combinar medicamentos y alcohol, ¿Estaba usted consciente de eso?

— ¿Qué? — de repente recordé a alguien obligándome a beber, eran imágenes borrosas, pero estaba seguro de que yo no hice tal cosa — Yo no... — intenté decir y el oficial continuó.

— Tenemos entendido que usted se encuentra en un tratamiento psiquiátrico, ¿Es correcto? — yo asentí y entonces me di cuenta de algo.

— ¿Esto es un interrogatorio? ¿Hice...? — temí lo peor, no sabía cómo iba a reaccionar mi cuerpo al alcohol y no recordar nada empeoraba todo — ¿Hice algo malo? ¿Dañé a alguien? — pregunté con preocupación.

Sombra Donde viven las historias. Descúbrelo ahora