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La mañana se hacía presente, coloque el ultimo pan tostado sobre el plato para luego llevarlo hacia la mesa.

 -Buenos días, papi.- Mi pequeño venía sonriente como siempre y tomo asiento.

-Buenos días, cariño.- Salude de vuelta , serví el plato de mi hijo y deposite un beso en su cabeza.. -¿Tú padre aún no se ha levantado?.-

-No, sigue dormido.-Dijo.

Me complacía saber eso.

Atem necesitaba descansar adecuadamente antes de su próxima reunión, seguramente Nechropades lo presionara hasta el cansancio para hacer algo con Yami.

Deje el siguiente plato en la mesa, un postre; un pastel, el favorito de mi hijo.

- Papá, hoy andas de buen humor. -

-¿Eso crees?. - Le sonreí.

- Sí. - Me responde mientras coloca una rebanada en su plato y yo le paso un tenedor. - Muy pocas veces puedo verte sonreír como ahora. -

Cierto.

- Es solo que hoy hace un maravilloso día. - Dije

Se escuchan unos cuantos pasos aproximándose hacia nosotros, cuando de pronto veo a mi esposo con unos pantalones de tela olgueados y sin camisa.

Llega a nosotros, saluda a nuestro pequeño con un beso en su cabeza y luego se dirige a mí para abrazarme.

- Buenos días. - Me murmura al oído.

- ¿Dormiste bien?. - Es lo único que digo y acarició su caballera. Atem gruñe de satisfacción. Le gusta.

- Cómo nunca antes lo había hecho. - Me dice y se separa de mi lentamente mientras dirige sus manos a mi cadera.  - ¿Y tú?. -

- Algo. - Responde y él hace un mueca extrañado. Se que no es la respuesta que esperaba, pero debía de ser sincero con él.  - Anda siéntate, tienes que comer algo. - Sirvo otro plato de comida y se lo pongo en la mesa para que comience a desayunar.

- ¿No desayunaras también?. - Me pregunta.

- Por el momento no, he sentido algo de asco esta mañana. - Dije.

- ¿Papi se siente mal?. - Pregunta preocupado mi hijo.

- No te preocupes, estoy bien, seguro fue la comida de ayer, pero ya me tome medicamento para el estómago. -

-¿Estas seguro que te encuentras bien?. - Atem trata de analizarme, pero yo solo sonrió.

- Claro  que sí. - Dije. - Ayer fue un día ajetreado, no me sentía muy bien, pero por la noche me sentí muy, pero muy bien. - Mire de reojo con una sonrisa pícara a Atem, este supo comprender mi gesto y se oculto comiendo su desayuno mientras su sonrojo por la vergüenza se plasmaba en sus mejillas.

Me reí bajamente por el gesto de Atem, a veces puede llegar hacer muy tímido con este tipo de cosas.

Pero era momento de hablar de un tema serio.

- Pequeño. - Llame a mi hijo quien volteo a verme curioso. - Tengo que decirte algo  . - Mire a Atem y este solo se me quedó viendo fijamente esperando a que hablara. Volví mi mirada a mi hijo - Tu padre tiene un hermano. -

-Yugi. - Advirtió Atem, pero yo no le hice caso.

- Es idéntico a él. - Mi niño miró a su padre y luego a mi. - Si lo ves, aléjate de él, no le hables, no le hagas caso, únicamente ignoralo y vete. -

- ¿Qué?, ¿Papá tienen un hermano gemelo?. -

- Eso no... -

Interrumpí de nuevo a Atem.

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⏰ Última actualización: Feb 21, 2022 ⏰

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El otro lado de la tumba. [ATEM] Donde viven las historias. Descúbrelo ahora