“Y vivieron felices para siempre… Fin”
Cierro el libro de golpe, molesta. Siempre es lo mismo, todos tienen su final feliz, los villanos pierden, el héroe es un apuesto príncipe que rescata a la bella damisela en apuros, se casan y son felices el resto de su vida.
Siempre es lo mismo.
Coloco el libro en su lugar, en ocasiones me pregunto porque mamá me deja tener estos libros. Vuelvo a sentarme frente a mi escritorio y me quedó dando vueltas en la silla de oficina.
A veces quisiera vivir un cuento de hadas, encontrar el amor, tener mi final feliz. Pero mamá siempre dijo que yo no tenía material para ser la princesa en apuros, más bien sería la villana, debía ser la villana.
Siempre que se lo digo se molesta, y es en esas ocasiones que me pregunto porque me deja llenarme la cabeza de “pajaritos” si sabe que detesta que tenga esas ideas.
Dejo de dar vueltas y enciendo el computador, no me gusta pelear con mamá, aún tengo unas cuántas cicatrices a causa de nuestra última pelea. Sé que quiere que siga sus pasos, que dejé de tener “ideas ridículas” y me concentré en lo importante, pero a veces es tan difícil enforcarme en ello, cuando eso no es algo que desee.
Reviso superficialmente mis redes sociales, no encuentro nada de mi interés así que vuelvo a apagar el computador.
Mamá está en el patio trasero practicando como siempre.
No sé porque se esfuerza tanto. Nunca va a importar cuanto se esfuerce o lo intente, ella siempre va a perder.
¿No es ese el final de las villanas y villanos?Salgo de mi habitación y bajo las escaleras, a veces admiro a mamá, ella siempre lo ha intentando, ser la ganadora, cambiar los finales de los cuentos de hadas, cambiar los finales de los villanos.
Pero al parecer, ni en la ficción ni en la realidad están destinados a ganar.
Es irónico que hayan mortales con las mismas intenciones que los villanos de aquí, y ellos sí logren su cometido. A veces me divierto haciéndole saber a mi mamá de esta ironía, cuando lo oye solo aprieta la mandíbula y me mira feo. Odia que haya algo que "esas basuras" sí logren y ella no.
Salgo al patio y hago lo mismo que mamá. Practicar.-Hécate- Ambas volteamos a ver hacia la puerta del jardín. Mamá no espera visitas, aunque la realidad es que nunca nadie nos visita. No somos muy queridas.
-¿Estás perdida? - Ríe, y yo también, a fin de cuentas es divertido ver a una princesa por estos lados de la ciudad. El esfuerzo que hacen para aparentar que no les molesta estar acá resulta ser divertido.
-Solo quiero tu ayuda, ¿es tanto pedir? - Cruza los brazos, es obvio que está incómoda, no todos los días viene a ver a alguien como mamá. Para ellos, es una asesina y nadie está cómodo con una asesina. Alzó una ceja y hago un esfuerzo por no hacer una mueca, cuando necesita un favor de alguien como nosotras, actúa como si nunca hubiese hablado pestes a espalda nuestra.
-A decir verdad, sí, no es por ofenderte Anat, pero yo no ayudo a los de tu clase - la mirada que le da mamá debió ser suficiente para que Anat se vaya, pero no lo hace y eso me sorprende. Un poco, nada más.
-No, claro que no, solo los matas- error. Volteo a ver a mamá, asustada, si hace algo en contra de Anat no podré detenerla y siendo sincera no creo que alguien pueda.
Contrario a lo que pensé, está tranquila, no parece que le haya afectado lo que dijo Anat. Aunque con mamá, nunca nada es lo que parece.-Anat, deja a mi mamá tranquila, ¿qué es lo que quieres? Si necesitas que haga algún trabajo sucio, no lo va a hacer, nosotras no somos los encargadas de recoger sus basuras- los ojos de ambas mujeres se fijan en mi, a veces quisiera ser amable con la gente como Anat, una vez lo intenté pero siempre creen que los voy a hechizar o algo por el estilo. Así que ya no lo intento más. Me levantó y me coloco tras de mamá, si tengo que intentar detenerla, tiene que ser con la fuerza.
-Tengo un problema, Seth qui-
-Largo.
-Hécate ayúd- mamá vuelve a interrumpirla, a veces me pregunto porque vienen pidiendo ayuda si se supone nos temen y detestan.
-He dicho que te largues.
-¡Maldita sea Hécate solo quiero que me ayudes una vez en tu vida!
-¡Yo no quiero ayudarte! ¡Huye a los brazos de tu príncipe azul o busca consejo en los animalitos del bosque! ¡Llora desconsoladamente tirada en el suelo si quieres! Pero ni por un segundo te voy a ayudar - la sentencia de mamá hace que la mujer se quedé callada y furiosa. Demasiado furiosa -aunque a decir verdad, no creo que nadie pueda darte la solución que buscas, oh no, ¿cómo explicarle al pobre Seth que va a ser papá? Y peor aún ¿cómo explicárselo si él sabe que es estéril? ¡Vaya lío! - miro con sorpresa a Anat, nunca pensé que fuera capaz de eso, en fin, las brujas malditas somos nosotras.
Anat se da la media vuelta y sale de la casa furiosa. Mamá se ríe y yo sigo sin creerlo. Seth perderá la cabeza cuando se entere.
El resto de la tarde me la paso entrenando con mamá. Ella piensa que tengo un gran potencial, que puedo ser la que logre el cambio que tanto desea. A decir verdad, eso me asusta. El único cambio que deseo es ser la que obtiene el final feliz, no darle su final feliz a los villanos.
-¡Medea no te estás esforzando! - los gritos de mamá me sacan de quicio.
-¡Claro que sí! Solo que tal vez yo no tengo ese potencial que tú crees. Tal vez solo voy a ser una bruja con poderes sencillos.
-¡Nunca digas eso! ¡Medea tú no vas a ser una simple bruja! ¡Esfuérzate! - creo que voy a llorar, me duelen los brazos.
-¡Me estoy esforzando!
-¡Pues esfuérzate más!
Vieja bruja
-¡Medea!
-¡Ya te oí! - sí, en definitiva voy a llorar.
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Brujas Y Dragones | Bilogía "Descendientes"
FantastikTodos tienen un papel que cumplir al pie de la letra. Medea ha sido entrenada por años para ello, pero tal vez no nació para ese papel. ¿El problema? El mundo no acepta un no por respuesta.