¿Qué estábamos haciendo?
Mierda
Esto estaba mal muy mal.
Niall no se merecía esto, por supuesto que no se lo merecía, por dentro algo me decía que lo saque de aquí, que lo avente fuera , pero nada ocurría mi cuerpo no me obedecía, por más que intentase separarme no podía contenerme a los encantos de Styles.
Una sensación de calor recorría cada parte de mi cuerpo y cada vez que sus besos rosaban con mi piel me hacía estremecer de una manera incomparable.
Sus manos me tomaron con delicadeza por la espalda llevándome hacia el centro de la cama y no sé cómo, ni cuándo pero de un segundo al otro habíamos cambiados los roles y esta vez yo estaba arriba.
Había algo en mí que decía “esto está mal Taylor” “debes detenerte”, pero había algo mucho más fuerte que gritaba “hazlo, no te detengas”.
Y eso hice.
Un escalofrío recorrió mi columna de principio a fin al sentir los besos de Harry sobre mi piel desnuda, sus manos recorrían mis brazos con sumo cuidado, me giró para quedarnos enfrentados y susurró en mis labios.
-¿estás segura?
Intente articular alguna frase pero ninguna palabra logro escaparse de mis labios, entonces selle aquel incomodo silencio con un beso, pero no cualquier beso, lo bese tan apasionadamente como si mi vida dependiera de ello, en cada beso, en cada toque, en cada mirada podía sentir el fuego y la pasión que ambos compartíamos.
Un apretón en mi trasero hiso que me sobresaltara cosa que pudo notarlo
-lo siento no aguanto más, hablo y su voz era aguda, muy aguda.
No pude evitar sonrojarme y como respuesta lo bese, comencé a jugar con mi lengua en su cuello, luego me dirigí al lóbulo de su oreja y su cuerpo se tensó, seguido pude sentir entre mis piernas lo duro que comenzaba a ponerse, no pude evitar sonreír
¿Yo estaba provocándole eso?
Un acto inesperado me tomo de sorpresa cuando con tanta velocidad me giró y nuevamente quedamos como al principio permitiéndome sentir aún más su gran erección entre mis piernas, disfrutaba de sus besos en mi cuello, de sus caricias.
Oh dios mío será mi primera vez.
Contemplar el cuerpo de Harry sin dudas era maravilloso, todo esto lo era y me sentía como en el cielo, en las nubes y esperaba no tener que bajar de allí.
Pero no fue así.
Algo comenzó a vibrar en el suelo de mi habitación, ambos lo escuchamos y nos separamos de inmediato, cuando note de dónde provenía el dichoso sonido me levante y tome el objeto.
Cuando mis ojos vieron la pantalla del celular aquel hermoso momento de hacía unos segundos atrás se borró y todas las ilusiones se esfumaron.
Era el celular de Harry y en la pantalla se mostraba.
“llamada entrante de Perry”
-¿Quién es? La vos del rizado me saco del trance.
-es…es para ti, conteste entregándole el celular, mientras buscaba cualquier cosa que ponerme, tome un vestido que estaba en la mi escritorio y salí de mi habitación directo al baño, no quería oír a Harry, no quería verlo.
-¡Taylor espera! Gritó, pero ya para entonces le había cerrado la puerta en la cara.
-Taylor abre, insistió
-¡NO!, logre decir antes de que las lágrimas comenzaran a salir sin permiso.
-no es lo que crees déjame explicarte.
-no quiero oírte quiero que me dejes en paz, agregue entre sollozos
-Taylor yo…yo..
-¡VETE! Escupí con mi último aliento
Apoye mi cabeza por la puerta y pude sentir como el hacía lo mismo, nuestros rostros estaban a menos de cinco cm de distancia podía sentirlo.
Como pude ser tan estúpida, como pude llegar a creer que podía siquiera fijarse en mí, me sentía devastada, usada, me ahogaba en un mar de pensamientos pero un suspiró detrás de la puerta me desconcentró.
-te quiero Taylor, susurraron los labios de Harry dejándome helada.
Hola a todas/os!!!
se que el capitulo es SUPER CORTO pero prometo subir de seguido mas caps. En cuanto a la maraton, uhm ustedes no me estan ayudando mucho :( nadie vota, faltan la mitad de los votos al menos.
Bueno eso ah.
Espero les guste la nove tanto como a mi.
Haylor ? o Herrye?
COMENTEN xD
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AN ANGEL IN MY LIFE
Teen FictionUna palabra que describa mi vida? Tristeza, una palabra de ocho letras que carcomían mi cuerpo a diario. No había un solo día en el que esa palabra no se apodere de mi vida. Y después estaban ellas. El miedo recorría mi cuerpo cada día, junto con su...