Los dedos de Paul se movían ágilmente por las cuerdas de la guitarra, formando acordes, mientras su compañero de grupo lo miraba en silencio. Había dejado claro que sabía de música, no necesitaba demostrar más, pero estaba entretenido y el castaño no parecía mostrar ningún tipo de problemas.
John, aún recordado en su silla, comenzó a hablar, más que nada para evitar el silencio.
— Te gusta el rock ¿no?
Paul, quien había estado concentrado en la guitarra levantó la vista para observarlo y dejó de tocar mientras asentía.
— Si... se nota— siguió hablando el castaño—. Los acordes te delatan, estás ocupando patrones de canciones famosas.
— Lo siento, es que nunca he compuesto nada— dijo el pelinegro, alejando los dedos de las cuerdas.
— No te lo digo como algo malo.
Paul le entregó la guitarra y la uñeta al castaño, pues ya no tenía más ganas de tocar, y observó las instrucciones de la pizarra. "Proyecto 3: Composición musical grupal". Nunca había sido fan de los trabajos grupales, pues no le gustaba que le dieran ordenes, pero tampoco se sentía cómodo diciéndole a los demás que hacer. La mayoría de las veces terminaba haciendo las cosas a medias al verse superado por las malas energías que se formaban por la lucha jerárquica.
John, al contrario, lograba verle lo bueno a ese tipo de trabajos. La repartición de tareas le resultaba muchas veces cómoda, además, no tenía dificultades con dar sus opiniones y mostrar su disconformidad. El problema llegaba cuando era el único que parecía tener idea de que hacer, situación con la que nunca se hubiera enfrentado a no ser por música.
— Creo que deberíamos comenzar a trabajar— habló John al ver que ya había transcurrido media clase y ellos no tenían nada hecho.
— Ajá.
Paul le extendió la guitarra y arrastró su silla a su lado. John comenzó a puntear un poco las cuerdas, intentando acordarse de lo que había hecho en su casa hace unos días.
El pelinegro levantó la vista para mirar lo que estaban haciendo los demás. Algunos se encontraban con flautas, otros con teclados y muchos otros con algún instrumento de cuerda común como la guitarra, el bajo o el ukulele. Sus ojos se detuvieron en cada grupo, llegando a uno de dos chicas con ukulele mirando su celular, quienes se reían ácidamente, hasta que se dieron cuenta de que él las estaba observando. Volvió la vista a la guitarra, escuchando nuevamente de fondo las risas de las niñas.
John, quien había levantado la cabeza para mostrarle a su compañero lo que tenía pensado, se dio cuenta de lo ocurrido. No supo que decir, pues no tenía por que meterse en algo que no le incumbía, aún así le picaba la situación. Ya todos sabían quien era Paul, él mismo había visto su foto, así que no había que conocer mucho más para intuir de lo que se estaban burlando.
— No hagas caso— dijo captando la atención de Paul al instante—. En una semana nadie te prestará atención, así son acá, se aburren rápido.
El pelinegro lo observó en silencio, avergonzado, pues era claro que él también estaba enterado. Se sentía como si su cuerpo estuviese a la vista de todos en ese mismo instante, desnudo. Quería creerle, deseaba que así fuera, sin embargo, en su antigua escuela las cosas habían sido diferentes y este nuevo ambiente no parecía diferir mucho de ese.
— ¿En serio?— preguntó intentando encontrar algo en su respuesta que le pareciera suficiente para considerarlo como algo probable.
— ¿Para que te voy a estar mintiendo?

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Across de universe. -mclennon-
FanfictionJohn conoce en clases de música a un joven dulce y atormentado. Deben crear una canción junto a para un proyecto. De ahí en adelante se volverán parte de la historia del otro... para bien o para mal.