III

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Ambos jóvenes se encontraban frente a la secretaria del director, quien los vigilaba por encima del escritorio.

John estaba inquieto y algo furioso, no podía aceptar el hecho de que Vaughan logró escapar de la escena sin complicaciones. Eso le hervía la sangre y más aún sabiendo de que no podía echarlo al agua, ya que él fácilmente podría contar el episodio de su auto, consiguiendo de esa manera una sanción aún más grande.

A Paul casi ni le importaba encontrarse en ese lugar, él tan solo pensaba en su diente, su cara, su sonrisa y nuevamente en su diente. No había vuelto a abrir su boca desde el incidente en cuestión, pues le daba vergüenza la idea de tener el diente partido.

La puerta del director se abrió, asomándose por allí una enorme panza antes de que un peluquín perfectamente arreglado apareciera en escena. Ambos chicos se miraron para luego observar el rostro aburrido del sr. Kite, Paul con nerviosismo y John desafiante.

— ¿Por qué no me sorprende verlo nuevamente por aquí?- le preguntó a John con confianza.

Con una seña le indicó a ambos que lo siguieran a su oficina.

Kite ya le había agarrado cierto cariño a aquel joven rebelde que con regularidad aparecía en su puerta. Si bien en un comienzo la actitud de John logró irritarlo por completo, con el tiempo fue entendiéndolo, comprendiendo el porqué de sus acciones.

— Esta vez no fue mi culpa— aseguró John, sentándose en la silla.

Paul lo miró indignado ¿Con que cara le decía al director que no era su culpa si a su lado tenía al chico al que le había roto un diente? El sr. Kite se dio cuenta de aquella mirada, así que observó a John de reojo antes de preguntar.

— ¿Es eso cierto, Paul?

Éste observó disimuladamente al castaño, quien se encontraba relajado, casi acostado en el sillón individual.

— No.

John estaba preparado para sonreirle burlón a Kite, sin embargo, esa respuesta por parte de su compañero lo dejó descolocado.

— ¿No?— inquirió Lennon con confusión.

— Tu me empujaste al suelo y por tu culpa se me rompió el diente.

El director miró a John, mientras éste recapitulaba toda la escena con una cara de confusión adornando su rostro. Se pasó ambas manos por la cara antes de aclararles la situación.

— A ver... yo te empujé, pero porque un chico me empujó hacia ti— explicó lentamente para que entendieran con claridad lo que había ocurrido—. Yo no quería hacerlo.

En ese momento Paul, aún con cierta desconfianza, relajó el ceño. El director suspiró.

— ¿Y quién te empujó?— le preguntó a Lennon, al tiempo que abría la "libreta negra", como él la llamaba.

Una risa nerviosa resonó por toda la oficina.

— No, no es necesario castigar a nadie— aclaró el castaño— solo estábamos jugando y bueno, eso, nada malo...

Un silencio bastante incómodo se apoderó de la habitación. El sr. Kite se dedicó a observar a John a los ojos, mientras que éste mantenía una sonrisa forzada. Si hablaba estaba muerto, eso lo tenía claro. Paul tosió suavemente, llamando la atención del director quien lo observó al instante.

— Bueno, eso es todo— sentenció el director— Espérenme en secretaría.

Ambos jóvenes siguieron la orden sin chistar.

Al cerrar la puerta de la oficina John pudo ver como el sr. Kite sacaba la carpeta café de su estante. Estaba frito. Allí era donde guardaba los números telefónicos de los padres de cada alumno. Mimi lo iba a matar.

Across de universe. -mclennon-Donde viven las historias. Descúbrelo ahora