Nunca mío⌠TanjiSen⌡

Senjuro, Tanjiro, Senjuro, Tanjiro 03:

Había pasado una semana desde que había abatido el lazo roto a Senjuro y tanto Shinguro como Kyojuro miraron con asombro a el menor de la casa bajar como si nada las escaleras, listo para su rutina diaria, entrando a la cocina con una gran sonrisa y un apetito voraz.

Ni Shinguro, ni Kyojuro quisieron comentar el gran elefante en la habitación, estaban cansados, exhausto de velar por Senjuro, pero el menor parecía estar bien, gracia a Dios Senjuro había pasado la adversidad y con la frente en alto seguiría con su vida, no tenía un compañero, jamás lo tendría, pero eso no quería decir que no podría ser feliz con lo que la vida le estaba dando, ver a su padre y hermano demacrados por custodiar su salud, le decía que tenía en amor de su familia y eso sería más que suficiente, tendría que serlo.

Después de un desayuno abundante y nutritivo, Senjuro abrazo fuertemente agradeciendo a su padre y hermano por todo lo que habían hecho por él, besando sus mejillas con cariño antes de salir hacia la universidad.

No se dejaría abatir por un dragón que no lo quería, seria fuerte por su hermano y su padre, Shinguro ya había perdido a alguien que amaba por una enfermedad terminal, no perdería a un hijo por otro hombre.

Así que fue a clases tratando de recuperar los días que había faltado, a los ensayos a los que había incumplido y a sus acostumbradas actividades de beneficencia.

Todo había ido viento en popa, su vida era como lo había sido antes de él, no recordaba a su compañero perdido la mayor parte del tiempo, con sus atareados ensayos y clases, el tiempo que otras personas y animales fueran humanos o shifter eran bueno para su alma rota, el problema era durante la noche cuando estaba solo en su habitación, con las luces apagadas y el silencio reinando la casa, lloraba, lloraba tanto que se quedaba dormido del cansancio, pero Senjuro estaba seguro que pasearía, en algunos años, quizás.

Había escuchado una historia, nadie sabía si era verdad o si era un monto de mierda, solo era un rumor, pero, aunque no lo fuera le daba esperanzas de un futuro.

Su alfa, Yoichi había encontrado a su compañero varios siglos atrás, un dragón como la pareja de Senjuro, su compañero lo había dejado sin ninguna explicación, solo con un rechazo inminente que lo había dejado en cama como lo hizo Senjuro, logrando superarlo aún más fuerza de voluntad por ser un alfa.

Unos años después, luego que logro superar el duelo y que nunca volvió a ver a dicho compañero, su vida mejoro, logrando emparejarse con una hermosa mujer omega y tener un pequeño hijo omega, que le fueron arrebatados después de una guerra entre manadas, bueno eso está de más, no era en deber de Senjuro hablar de los muertos.

La cuestión aquí era que podría superar la ruptura de un compañero con voluntad, amor y valentía y eso haría, Senjuro era fuerte, fuerte como su padre, fuerte como su madre.

Entre largos y cansados ensayos el día del estreno de su obra se dio paso rápidamente, estaba agotado pero feliz por su logro.

Todos tras bambalinas estabas atareados, había tanto cambia formas como humanos, el chico u mejor dicho el hombre que interpretaría a su compañero de escena era humano, de hecho, la gran parte del elenco lo era, y estaba emocionado.

— ¿Escucharon? — dijo una chica completamente emocionada en voz baja.

— Dicen que hoy, el día del estreno vendrá un hombre muy importante, heredo de un gran imperio — Senjuro bufo ¿Qué clase de hombre rico y poderoso se atrevería a venir a ver una obra universitaria? Estaban alucinando si creían que era verdad.

Senjuro se obligó a dejar los comentarios a un lado para concentrarse en sus líneas, la obra estaba a punto de comenzar.

Senjuro reencarnaría a la actriz enamorada de Dorian Grey, Sybil Vane ahora en su contraparte masculina, Sebastian Vane, no era un rol fundamental, pero era uno por el que había luchado intensamente, Sybil representaba la primera torcedura en la personalidad de Dorian y quien lo empujo por el camino del mal, Senjuro encarnaría a esa belleza y dulzura que podía haber salvado a Dorian de sí mismo, era un papel trágico que lo emocionaba más que cualquier otra cosa, quería hacerle justicia y que todos llegaran a amar su papel.