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El color que enamoró a los artistas y envenenó a sus clientes
El conocido como verde de París era tan brillante que encandiló a los impresionistas y a la clase media victoriana. Resultó mortal.

Cuando Zayn beso a Liam afuera de su casa jamás imagino que eso lo llevaría a muchos problemas.

Los siguientes días fueron tranquilos. Paz y solo eso.

Hasta que Laureen lo afronto y claro que sí, ella era una verdadera pesadilla; se la pasaba en la oficina pegada a Liam, restregando su hermoso cuerpo y grandes glúteos, eso bajaba mucho su autoestima. Es lindo en realidad muy hermosa, grandes ojos y mejillas redondas, un demonio disfrazado de una mujer preciosa.

Mientras tanto Zayn era todo lo contrario. Sentía rollitos por todo su estómago, sentía que su trasero era feo y plano, sus muñecas manchadas de cicatrices, sus piernas llenas de líneas debido a sus autolesiones. Diario se sentía feo cada que ella estaba con su abrumador olor a violetas.

-¿Eres Zayn, cierto?- que hipócrita, ella sabía que era el maldito amante de Liam. Su lápiz labial con rosa tenía, labios hinchados, nariz respingada y delgada. Era ese prototipo de chica hermosa americana.

-¿Importa?- contesto sin despegar la mirada de la computadora. Mientras sentía un líquido amargo recorrer su garganta, atorado con todo ese coraje y envida que le teníam

-Solo te diré algo niño Liam es mío, si no me importó la muerte de mi mejor amigo mucho menos la tuya.- se fue antes de que Zayn pudiera protestar.

Zayn la odiaba tanto, odiaba su olor penetrante, sus ojos oscuros y vacios pero sobre todo que era la dueña de Liam.

-¿Porqué estás tan triste?- cuestiono Liam mientras se acostaba sobre la cama del moreno. Recorrió su cuerpo hasta pegar su pecho con la espalda del moreno, beso su hombro desnudo y lleno de cicatrices dolorosas, alguno que otro lunar y peca que tanto lo enamoraban.

-Nada.- mentía, claro que tenía un dolor que necesitaba sacar, quería gritar y decirle que estaba cansado de ser la segunda opción.- que descanses.

Se giro por completo dándole la espalda sobre Liam, esa noche y las siguientes sollozaba hasta dormir.

Siente que todo se perdió cuando le da un ataque se ansiedad de esos donde golpea su cabeza y piernas con tanto fuerza que se empiezan a dormir y sus piernas se manchan de moretones, de esos ataques en donde su respiración se agita y siente una fuerte presión en su pecho no puede respirar y golpea su cabeza con más fuerza hasta qué siente una gota de sangre derramar por su frente, ni si quiera siente dolor; por qué el sufrimiento interno es más fuerte que el físico, no le interesa si ve sangre o Liam está a su lado preguntando que pasa.

No importa si sus piernas son golpeadas con fuerza por qué el pánico en su cuerpo está predominando, ni si quiera nota que rasguña su rostro y deja marcas por cada esquina por qué su corazón palpita con más fuerza.

Por qué cada día está más dispuesto a morir, él busca sobrevivir, busca un poco de felicidad pero al parecer está no existe.

Esta cansado de las mentiras, de las bolsas bajo sus ojos, de su cuerpo y tristeza, de la gente mala, por qué él no nació así, sabe que no fue la mejor decisión ser un un asesino, también sabe que no es su culpa tener esa vida de mierda; deudas hasta la garganta, más tristeza que ganas de morir, cansado de la injusticia y de toda la mierda que es el mundo.

Sus ojos hinchados, su nariz roja, su frente manchada de su propia sangre, sin embargo, eso no importa por qué llegó solo a este mundo y sabe que se irá solo, aún así quiere compañía y comprensión, un abrazo y un "vamos a intentarlo" aunque sea una mentira, no pide mucho solo deslindarse de todo lo malo que le ha pasado y poder ser feliz.

El Arte de Hades | L.SDonde viven las historias. Descúbrelo ahora