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Tuvieron más cuidado con ella, después de la enfermera, y Krystal vago entre luces y sombras por las drogas sin idea alguna del paso del tiempo.
«Solo un día» informó El hombre en respuesta a su pregunta no formulada. Bien, solo ha pasado un día. Pero se siente como una eternidad.
De todos modos, no importa. Nada importa más que su venganza: Matará a cada uno de los trabajadores de éste psiquiátrico, y luego quemará éste maldito lugar hasta los cimientos. No le importa morir luego de eso, o entregarle el control completo de su cuerpo a El hombre y dormir para siempre. No tiene otros objetivos ni motivos ni deseos. Las drogas tampoco ayudan a aclarar ningún tipo de pensamiento más allá de su objetivo.
«Nuestro objetivo» El hombre le recuerda.
Es exactamente por las drogas por lo que, cuando ve a un pequeño número Cinco de trece años con gotas escarlata de sangre manchando su mejilla y su uniforme, está segura de que es una alucinación.
Ya ha tenido alucinaciones antes. Ha visto a Klaus tomar su mano. A Diego viniendo a buscarla. A su padre arrancándole el corazón del pecho. Y a ella misma arrancándoselo a él (oh, esa si fue una linda alucinación). No es una novedad.
Ella pensó que vendrían a buscarla y quería creer que era cierto con tanta fuerza que las drogas se lo mostraban. Pero al final ellos lo sabían, siempre supieron lo que le hicieron, y la abandonaron aquí.
—Sabía que estabas viva —dice la alucinación en forma de Cinco, con esa voz pretenciosa y altanera que defintivamente solía ser la del Cinco real. Su rostro se ve raro, un poco borroso, pero tal vez sea porque Krystal lo está viendo desde una posición de costado, tirada en el suelo con la camisa de fuerza limitando sus movimientos y mechones de pelo rojo en sus ojos.
—¿Quieres un premio, alucinación? —Krystal le pregunta, alargando las palabras y poniendo los ojos viscos—. Oh, el uniforme. Odio el uniforme —vuelve a balbucear, soplando el pelo oara quitárselo de los ojos.
«Te veías tan inocente en ese uniforme...» dice El hombre. No suena como un cumplido ni un insulto, y por lo que vale, hay demasiadas drogas en la cabeza de la pelirroja como para que ella pueda preguntarse que significa eso. En cambio, solo se ríe y mira al techo.
—Ya somos dos —su alucinación concuerda con lo del uniforme, aunque Krystal cree recordar que, cuando niños, Cinco se enorgullecía de usar el uniforme. Meh, alucinaciones extrañas—. Estás muy drogada. Y te ves como la mierda —afirma él, analizandola con contemplación.
—Ding ding ding —ella se ríe, no alegre en lo absoluto—, ¡tenemos un ganador!
Su alucinación de Cinco rueda los ojos.
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Sweet Psycho | The Umbrella Academy.
Fanfiction❝I'm crazy, brother❞ Se acerca el fin del mundo y los Hargreeves deben recurrir a pedir ayuda a Krystal, su hermana que lleva catorce años encerrada en un manicomio y a la que no han visto desde entonces. Es peligrosa y está loca, pero la necesitan...