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El silencio reinaba todo el lugar, Alexandro veía abajo y el cuerpo de Isabell derramaba sangre, David corrió lo más rápido que pudo para poder llevarla al Gran Castillo.

Tanto Alexandro como Sofía corrían tras David quién tenía a Isabell cargando, el traje del Rey David ya se pigmentaba del color rojo, por la sangre de Isabell.

( . . . )

一Todo esto es tu culpa一 Hablo entre lágrimas David.

一No, nadie tiene la culpa, solo ella... Quién intenta asesinarse dos veces, nadie... Solo alguien que no está bien de la cabeza一 Defendió Sofía a Alexandro.

一David tiene razón... Todos saben de tu "aventura"一 Franco, uno de los amigos de Alexandro hablo.

一No es ninguna aventura, Sofía es solo una amiga un beso no significa nada一 La mandíbula de David se tensó al recordar aquella noche en la cuál beso a Isabell.

一Si, lo que digas, pero acéptalo si Isabell muere, te irías corriendo con Sofía一 Hablo Salvatore El jefe al mando de la armada del Rey.

一Isabell me importa y mucho, vuelvo a repetir, Sofía nunca llegará a sentarse en el trono que le corresponde a Isabell一 Contesto con enojo Alexandro quien no midió sus palabras, Sofía solo asintió y se fue.

一Si creo que esa acción dice más que mil palabras一 David se fue junto a los amigos de Alexandro dejándolo solo.

一Abran las puertas, quiero ver a Isabell一 Ordenó.

Los eunucos obedecieron, Isabell se encontraba en aquella cama, con las manos y pies vendados, no habían sido fracturados, pero fueron heridos de gravedad.

一¿Ya estás despierta?一 Susurró Alexandro al llegar al frente de la cama, pero no obtuvo respuesta alguna, dando por entendido que aún seguía dormida.

一¿Por qué lo hiciste?一 Suspiro, tomo delicadamente la mano izquierda de Isabell.

Se inco a un lado de la cama aún con la mano de Isabell entre las suyas, se dio cuenta que los anillos que le había dado no se encontraban en su dedo anular.

Empezó a buscar por alguna parte de la cama o debajo de esta aquellos anillos, el primer anillo que le dio fue un regalo de su padre a el y el segundo ya simbolizaba la unión entre ellos.

一¿Donde los dejaste?一 Hablo casi en un grito, haciendo despertar a Isabell.

一Perdón, no era mi intención levantarte一 Se disculpó el Rey.

Isabell solo se limito a verlo y cubrirse con las sábanas, Alexandro intento descubrirla y está al estar aún golpeada de sus manos y muñecas no pudo hacer mucha fuerza.

一¿Dónde está David?一 Aún descubierta por Alexandro no lo veía a la cara.

一Apenas despiertas y preguntas por el一 Se quejo este.

一Que tiene de malo, tu siempre pasas las noche con Sofía en los jardines一 Se defendió.

一No vengas a tocar nuevamente este tema... Isabell, no quiero nada con Sofía一 Nuevamente se inco para poder tomar una de las manos de Isabell.

一Y a mi que, no te estoy reclamando, me estoy defendiendo ¿Podrías traer a David?一 La mirada perdida de Isabell decía mas que mil palabras, ella ya no quería estar junto a el.

一Está bien, ¿Te puedes levantar?一 Pregunto Alexandro.

Isabell intento sentarse en la cama pero no pudo.

一Descansa, ya va a anochecer, mañana tendrás todo el día para estar con el一 Hablo con decepción.

Alexandro se marchó y se dirijo a la de el, por los ventanales de esta pudo ver la figura de Sofía en el Jardín, quizá esperándolo, ahora entendía lo que la mayoría decía.

Paso mucho más tiempo con Sofía durante estas semanas, las noches en las cuales platicaban, la noche en la cuál se besaron... Las noches las cuales dejaba sola a Isabell y los días.

Los días en qué Sofía y el pasaban tiempo, Sofía le aconsejaba sobre el Reino y sus desiciones, días en los que siempre ignoraba a Isabell, hace unos días prometió nunca volver a dejarla sola, pero nunca cumplió esa promesa.

Sofía se estaba volviendo una "adicción" un "veneno" en el buen sentido, pero ese mismo "veneno bueno" le hacía daño a otra persona, una persona la cuál apreciaba, tal vez no de la misma manera que lo hacía con Sofía pero quería a Isabell, no la iba a querer como está le quería pero intentaría comprender un poco más de ella.

( . . . )

La noche paso rápido para Alexandro, pero muy lenta para Sofía e Isabell, la primera por esperar tanto tiempo al Rey y la segunda por esperar a su "amigo", está ya podía levantarse, aún le costaba caminar por el dolor, pero podía levantarse que era lo mejor.

一Abran一 Ordenó el Rey, quién lo primero que hizo al levantarse fue ir con Isabell.

一Su alteza, el Rey David le hace compañía a su prometida en estos momentos一 Informo un eunuco, aún así estos abrieron las puertas.

David e Isabell reían y eso le causaba cierta envidia al Gobernante, David le daba de comer a su prometida como si de un bebé se tratase.

一Creo que ella puede comer sola一 Interrumpió el momento que estaban teniendo ambos.

一Solo quise venir a ver cómo estaba... Lady Isabell一 Una sonrisa iluminó el rostro de Isabell, Alexandro no sabía a lo que se refería pero tarde entendió.

一Ya te puedes ir, yo me haré cargo de ella ahora一 Alexandro se acercó hasta Isabell.

David dejo una rosa roja en la mesa que se encontraba al lado de la cama, ya era costumbre para ambos que David le entregase una rosa a Isabell.

一Mejórate pronto Isa一 David se fue del lugar dejándolos solos a ambos.

一¿Como estás?一 Alexandro apartó el plato de comida de esta para poder sentarse a un costado de la cama.

一Mejor一 Aseguro.

一Pero creo que esa pregunta se la debes a Sofía... Digo, no la viste anoche一 Sus argumentos hicieron que Alexandro frunciera levanté el ceño.

一A que te refieres con eso一 Cuestionó.

一No vendrías así como así, siempre te la pasas con ella一 Isabell se cruzó de brazos volteando la vista a otro lado.

一Isa, no empieces, porfavor一 Contesto cansado Alexandro por siempre ser la misma situación.

一Escuché todo anoche, cuando uno de tus amigos dijo que si yo muriese, tu Reina sería Sofia一 Informo Isabell.

一No es lo que parece...一 Intento defenderse el Rey.

一Ya dime la verdad ¿Que sientes realmente por Sofía?一 Aún que la respuesta a dicha pregunta rompa el corazón de Isabell, quería saberla.

一¡No lo sé! ¡Por qué no intentas ser como ella!一 Hablo sin pensar Alexandro.

一¡Ella intenta comprenderme y no está siempre peleando por lo mismo!一 Grito eufórico Alexandro.

一Como podría comprenderte, si nunca pasas tiempo conmigo... Solo cuando viene gente es cuando me prestas atención o cuando tú madre lo dice一 Respondió una calmada Isabell.

一Sabes cuántas veces me humille con otras personas, que preguntaban por nosotros... Les decía que Sofía era tu "mano derecha"一 El tono de voz de Isabell se iba haciendo más alto.

一¡No amas realmente a nadie, hasta que esa persona te lastime o te humille, soporte tantas cosas por ti!一 Grito Isabell, le dolía el hecho de que el quisiera que ella fuera igual que Sofía.

一Ya no me lo repitas a la cara, porfavor一 suplico Alexandro, por culpa suya paso todo, por no tener en orden sus sentimientos, todo había cambiado, ahora que quería recuperar a esa Isabell la que alguna vez fue su mejor amiga, sería imposible.



𝐃𝐄𝐒𝐀𝐅𝐈𝐀𝐍𝐃𝐎 𝐀𝐋 𝐃𝐄𝐒𝐓𝐈𝐍𝐎Where stories live. Discover now