Por su parte Severus, pensaba cada día más en ella. Era inevitable pensar en su pequeña figura mientras se alejó aquel día llorando, contuvo las ganas de salir corriendo detrás de ella. Lo hice por tu bien, espero que algún día lo entiendas, pensaba. Creía que pensar en el hecho de que lo había hecho por su bien le ayudaba a que se sintiera menos miserable, pero no fue así. En aquella fría y oscura mesa donde se celebraban las reuniones de los mortifagos, lo único que le mantenía cuerdo era su recuerdo. Como cambiaba de aspecto, como su pelo se volvía de un rojo intenso cuando estaba enfadada o como notaba cuando estaba junto a él, que su pelo se volvía de un color violeta. Eso le encantaba, verla sonreír para él era la mayor satisfacción que jamás había sentido.
Junto a ella se sentía frágil y fuerte al mismo tiempo. Odiaba sentirse vulnerable ante alguien, pero sabía que ella no era cualquier persona. Era valiente y decidida, eso a él le encantaba.
Aquella joven de ojos miel, cabello castaño y gafas hacía que sintiera una valentía que jamás pensó que tenía, sentía la necesidad de abrazarla y protegerla en todo momento. Sabía que el señor oscuro era capaz de leer los pensamientos de todos los presentes, así que despejaba su mente de su recuerdo por el hecho de que Voldemort no la descubriera, se sentiría fatal si a ella le llegara a pasar algo por su culpa.
Sabía que algún día la volvería a ver, pero tenía miedo de su reacción. ¿Qué haría?. ¿Que sentía por él?, desprecio, rabia. Eso hacía que cada día se sintiera peor por haberse alejado por completo de ella. Tenía pensado contarle todo cuando la volviera a ver, pero también temía que no le creyera o que no lo comprendiera. No porque fuera tonta, al contrario, para él era bastante inteligente, pero no es algo que se pueda comprender fácilmente.
-Es tu mejor amiga, ella te quiere y seguro que lo comprenderá-le repetía su conciencia todos los días.
Cuando conseguía despejar su mente, aquella joven de ojos miel volvía a aparecer en ella como un bonito espejismo. Sabía que debía mantenerse fuerte, por él y sobre todo por ella. Por ese reencuentro que en su cabeza pensaba que pasaría.
En cada reunión, cada ataque que los mortifagos hacían, sentía un vacío. Un vacío que tenía aspecto, nombre y apellidos. Recuerdo el día que la vio por primera vez, como un escalofrío le recorrió y sintió que a ella le pasó lo mismo. Aquellos ojos para él eran hipnotizantes. Su risa era la mejor melodía que podía escuchar y ver la triste la mayor derrota personal.
-Volveremos a ser los mismos, te lo prometo. Volveremos a estar juntos- murmuró una noche fría de primavera en su casa.
La esperanza llegó cuando la guerra terminó, Dumbledore le había librado de acabar en Azkaban, le dio trabajo en el colegio y sintió que su vida podía empezar a mejorar, aun habiendo perdido a la mujer que amaba.
Meses después de haber empezado a trabajar en el colegio, se vio yendo al despacho del director. Una pregunta le rondaba la cabeza y hasta ese momento no se había atrevido a decirle. Llegó al despacho y lo vio sentado en la silla de su escritorio como la mayoría de las veces.
-Director, quisiera hablar con usted-dijo un caluroso día de Mayo.
-Dime muchacho ¿Qué necesitas?-preguntó sonriente.
-Quiera preguntarle si sabía algo de Tamara
Esa pregunta le sorprendió, más que nada porque ya llevaba varios meses trabajando en el colegio y jamás la había nombrado. Dentro de aquel hombre se encendió una pequeña llama y una idea le rondó por la cabeza. Lo miro a los ojos y asintió.
-Muchacho, según tengo entendido no está viviendo en Reino Unido, pero por una fuente cercana a ella, se que volverá pronto.
En Severus una pequeña llama de esperanza se encendió en su corazón. Tengo la posibilidad de volver a verla, pensaba. Sintió ganas de sonreír pero se contuvo.
Cuando Severus salió de su despacho, Dumbledore se quedó pensativo. De repente sentía la necesidad de renovar el plantel, así que con una sonrisa comenzó a escribir una pequeña carta.
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El Principio de Todo ~S.S~ (Book 1)
FanfictionÉpoca merodeadora -No quiero que te lleven por el camino de la oscuridad. -Es mi vida y creo que se como vivirla. -Por Merlín Severus, mis padres murieron a manos de ellos. Los personajes le pertenecen a J.K Rowling excepto la protagonista.