Parte 5

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Sin que aquellos dos jóvenes se dieran cuenta, Minerva los observaba desde la lejanía con una amplia sonrisa. A su lado se encontraba el director. Se acercó a él aun con aquella sonrisa.

-Se que lo que voy a decirte es malo-comenzó dejando al viejo director algo confundido-Pero te apuesto 20 galeones a que ellos dos acaban juntos.

Albus sorprendido la miró y soltó una breve carcajada.

-Acepto-dijo rápidamente.

Mientras tanto en el lago Tam y Severus aun seguían abrazados, se separaron poco después algo avergonzados.

-Estaré siempre-dijo Severus.

-A tu lado-respondió Tam.

-Es una promesa-dijeron al unísono.

-Da igual el tiempo que pasemos sin vernos, cuando nos veamos siempre estaremos para el otro, ¿verdad?.

-Siempre-respondió Severus.

Las vacaciones de Navidad llegaron como un suspiro, ambos las pasaron en el castillo. Durante ese periodo Tam pudo observar las compañías que Severus tenía en su casa, cosa que no le gustaba en lo absoluto.

Pese a la negativa del profesor que impartía las lecciones en el club de duelo, Tam comenzó a mitad de curso. El primer día se juntó con Severus y demostraron un gran dominio como duelistas y sobre todo como compañeros, crean un dúo magnífico debido a que ambos poseen habilidades únicas que se complementan. Convirtiéndose pronto en el dúo más fuerte.

El tiempo pasaba rápidamente y los compañeros de Severus seguían sin ver con buenos ojos que la joven ravenclaw se sentará en su mesa.

-¿Por qué les molesta que ella este aquí?-preguntaba Severus cada vez que escuchaba un comentario sobre ella.

Los demás Slytherin lo miraban enfadados.

-Porque es un engendro y una sangre sucia, Severus date cuenta que no te conviene juntarte con ella sino con nosotros- contestó un pelirrojo en esa ocasión.

Como acostumbraban después de las clases se juntaban en el lago negro, en esa ocasión al llegar Severus, Tam ya estaba ahí. La vio con la cabeza agachada y se puso detrás de ella y posó una de sus manos sobre la cabeza de ella. Con una sonrisa la joven se giró.

-¿Te pasa algo?. Últimamente estás menos habladora.

-He visto con quien te juntas de tu casa- dijo mirándole directamente a los ojos-No quiero que te llevan por el camino de la oscuridad.

-Es mi vida y creo saber como vivirla-respondió algo molesto y quitando el contacto visual.

Sentía como sus ojos se cristalizaron.

-Se lo que buscan por Merlín, Severus mis padres murieron a manos de ellos-dijo rompiendo en llanto-No quiero que acabes muerto o peor aún torturado. No soportaría perder a otra persona que quiero.

Severus se agacho para abrazar a su amiga, quien siguió llorando en su hombro.

-A mi no me vas a perder-dijo mientras acariciaba la parte baja de la espalda de la joven.

-Por favor no te arriesgues-dijo aun llorando- Hazlo por las personas que te queremos.

Severus asintió. Pero con el pasar de los meses Tam seguía observando como poco a poco su mejor amigo se metía cada vez más en una espiral hacia el abismo.

El curso llegó a su fin y para Tam eso significaba que comenzaba su primer verano en el castillo. Su primer verano sin sus padres. Dumbledore la guio hacia la torre Ravenclaw y se paró justo al lado de la entrada de la sala común de dicha casa.

-Aquí será donde pases las vacaciones querida-dijo con una sonrisa mientras pronunciaba la contraseña.

Al abrir la puerta, ante la joven se mostró un gran despacho, miró hacia todos los lados asombrada.

-Por aquí jovencita-dijo Dumbledore señalando una puerta situada frente a uno de los lados.

Abrió aquella gigantesca puerta, dejando a la vista de la ravenclaw una gran habitación. Entro e inspecciono cada rincón de aquella habitación de paredes blancas y mobiliario azul rey.

-¿Aquí voy a pasar los veranos?-preguntó tímidamente.

-Te dejo sola para que te instales-respondió mientras se retiraba.

Cuando estaba del todo sola, paseo por aquella gran habitación, mirando cada detalle. Se encontró con una librería con libros que jamás había visto. Había autores tanto muggles como mágicos. ¿Quién ocuparía esta habitación?, se preguntaba. No le dio importancia a aquella pregunta que su mente formulaba y acomodo las cosas necesarias.

Cuando todo lo necesario estaba en su sitio, poso su mirada en un sillón de color azul, tomo un libro de la librería y se sentó a leer. Va a ser un verano muy largo, pensaba.

Al día siguiente organizó como quería que funcionara su verano, convenció a Albus para que realizara algún duelo con ella, lo cual comenzaron a hacerlo la siguiente semana. Enseguida el viejo director noto la gran habilidad de la chica y su amplio conocimiento en defensa contra las artes oscuras. Esta chica tiene mucho potencial, pensaba el viejo director.

Fue un verano largo si. Pero a la joven le sirvió de mucho practicar con aquel hombre, perfeccionó sus habilidades e incluso le enseño algún hechizo de nivel avanzado.

Cuando quiso darse cuenta estaban ya a finales de agosto, cuyo calor delataba.

-A partir del día 1 volverás a tu habitación-Dijo Albus mientras la joven asentía.

El Principio de Todo ~S.S~ (Book 1)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora