Título: [¿Una cita por piedad?]
El viento soplaba levemente, las hojas de los árboles bailaban al compás de la brisa. El sol brillaba sobre el cielo azul. Las personas caminaban tranquilas, los niños jugaban felices en el pequeño parque disfrutando del maravilloso día que se llevaba a cabo.
En una banca, cerca de un pino estaba un joven de bonitas facciones de cabello negro como el carbón. Este observaba con adoración cada pequeño detalle. La sonrisa de los niños, la conversación de las madres. El viento que se invitaba a bailar con las hebras de su cabello. Todo era: hermoso. El pelinegro suspiró, sacó su celular y comenzó a escribir. Una lluvia de inspiración comenzó a caer sobre él. No debía de perder dicha inspiración, por lo que con rapidez. Sus dedos teclearon sobre la pantalla táctil, palabra por palabra se derramaba por sí misma.
Zhan estaba feliz, sentado en una banca bajo un alto pino de Manchuria. Está tan absorto en su mundo, que no se percata que es observado por unos felinos ojos.
Yibo decide no molestar a su Ge, lo mira atento escribiendo. Y así pasa un cuarto de hora hasta que la lluvia cesa y Zhan guarda su celular. Una vez que mira la hora. Se asusta, su pareja aún no ha llegado. Así que decide ver hacia los lados, encontrándose con su atractivo "algo" recostado sobre el tronco de aquel pino.
-¿Cuándo llegaste? - pregunta avergonzado.
- Hace un rato, no quise interrumpir. Así que me quedé aquí- informa, acercándose lentamente a su Ge. Deposita un beso sobre la frente de su Ge y se sienta a un lado. Zhan cierra los ojos cuando es besado, le gusta mucho esa sensación y su corazón se calienta.
-Debiste haberme llamado, pude haber quedado absorto en mi mundo y tú te querías esperando mucho tiempo.
-No importa, interrumpirte cuando tienes inspiración es casi un sacrilegio- Zhan se siente feliz, puesto que, para un escritor ser interrumpido es una catástrofe. No se molesta a un escritor que está en su mejor momento de inspiración. Eso es perjudicial para él y su obra. Así que agradece al menor por la consideración.
De pronto Yibo se para, gira la mitad de su torso hacia Zhan y extiende una mano. -Vamos, llegaremos tarde a la función de cine- anuncia con una pequeña sonrisa. Zhan toma la mano y comienza a caminar junto a Yibo. Lado a lado tomados de la mano en su propio mundo, sin importarles que están siendo observados.
Mientras el león y el conejo tienen su primera cita. Wang Zhuo Cheng pasea tranquilamente por el super mercado. Pensando que todo está bien, sin sospechar que su amigo ya cayó en las redes de su primo.
La ignorancia es felicidad, y Cheng era muy feliz. Caminó por la sección de frutas, justo quedaba la última bandeja de fresas. "Oh mis adoradas niñas" dice extendiendo su mano para tomarlas. Sin embargo, lo que toma no es solo la bandeja sino también una delgada y pálida mano. Zhuo se apresura a ver al dueño de la mano encontrándose con un desagradable y promiscuo rubio qué conoce muy bien.
-Suéltalo lo vi primero- ordena tajante. El rubio enarca una ceja.
-Estas tocando mi mano, no la bandeja. Jodete pinche homofóbico, esta bandeja es mía. - Espeta con furia indignando a Zhuo.
- No soy homofóbico, Wen Han, no repudio a nadie por ser gay. Lo que repudio de ti, es esa mala vida que llevas y que encima has involucrado a mi primo es tus porquerías.
-Hablas como si me prostituyera.
-No, por supuesto que no. Hasta los prostitutos se encargan de cobrar, tú lo haces de gratis. -
Decir que Zhuo y Han tienen una mala relación es poco. Ninguno se tolera, Zhuo tiene un especial resentimiento hacia el rubio. Esto porque el hecho de que Yibo no viva con su familia está relacionado a Wen Han. De manera indirecta, pero al fin y al cabo lo está. Por esta razón Zhuo no quiere que Zhan se involucre con ellos. Wen Han y Yibo son muy inmaduros e inconscientes con sus acciones. No les importa lo que ocasionen ni a quienes se llevan entre las patas.
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Amor en Redacción [AR] ★YiZhan★
FanficXiao Zhan es un medianamente famoso escritor de novelas románticas.Sin embargo, debido a problemas emocionales sufre un bloqueo mental y sus novelas comienzan a ir en declive. Ahora su editora le dice que es tiempo para que cambie su enfoque y prue...