Narrador;
Toni se encontraba sentado en el suelo de la cocina abrazando sus piernas mientras lloraba fuertemente, sus brazos sangraban por los recientes cortes que se había hecho.
Había vuelto a caer.
Su cuerpo temblaba mientras se abrazaba con fuerza las piernas, trataba de calmarse pero los pensamientos negativos y esa voz que le decía cosas lo hundía cada vez más.
Extrañaba al asiático. Sin darse cuenta su estabilidad emocional empezó a depender del pelinegro.
Levantó la cabeza mirando sus brazos mientras lloraba y empezó a rasguñar los cortes haciendo que salgan más sangre.
Eres un inservible, ¿De verdad crees que Hai te quiere?
Un quejido de tristeza salió por los labios del rubio mientras temblaba.
Le das pena, te dejara.
Toni negó rápidamente con la cabeza tapándose los oídos mientras temblaba.
El sonido de la puerta principal se escuchó por el departamento y un asiático pelinegro entro cerrando la puerta detrás de él con unas bolsas en sus manos.
— ¿Poni? — Pregunto dejando las llaves en un mueble y camino llegando a la sala buscando al rubio.
El italiano seguía con sus oídos tapados cerrando sus ojos negando repetidas veces tratando de ignorar la voz de su cabeza.
Hai frunció el entrecejo y camino hasta la cocina para dejar las bolsas en el suelo, dejo caerlas al llegar a la cocina y ver al rubio en el suelo. Se acercó rápidamente hasta donde él quitándole las manos de sus orejas.
El ojiazul abrió sus ojos y miro al asiatico temblando tirándose a sus brazos abrazándolo con fuerza. El pelinegro correspondió al abrazo sentandose en el suelo dejando a Toni en su regazo.
Hai le acarició la cabeza con tranquilidad sonriendo levemente al sentir como el rubio se apegaba más a su cuerpo.
[•••]
Toni se encontraba sentado en la mesa de la cocina con sus brazos vendados mirando al asiatico en silencio jugando con sus dedos.
El pelinegro estaba ordenando las cosas en los muebles de la cocina tranquilamente.
— Sabes que no te plesionalé pala que me cuentes que pasa, pelo quielo que sepas que tendlas siemple mi apoyo — Hablo el asiático girandose para mirar al rubio con una sonrisa.
Toni sonrió levemente mirándolo sintiendo paz con solo verlo sonreír o con solo estar a su lado. — Gracias — Murmuró aún jugando con sus dedos.
— No es nada, bonito. — Respondió el de ojos achinados mientras se giraba nuevamente para seguir ordenando las cosas con una sonrisa.
El rubio bajo de la mesa algo nervioso y se acercó al asiático para abrazarlo por la espalda dejando su rostro apoyado en la espalda del contrario. Hai sonrió más feliz por eso y le acarició las manos con suavidad para luego volver a ordenar las cosas.
La respiración calmada del asiático lograba calmar a Toni haciendo que cierre sus ojos.
El asiático se giro al terminar de ordenar todo en el mueble de la cocina y sonrió sin separarse del contrario para tomarlo del rostro, el más bajito abrió sus ojos mirándolo curioso cerrandolos nuevamente al sentir el beso en su frente.
— Te cuidale siemple, eles mi tesolo mas pleciado. — Hablo el mayor con tranquilidad haciendo que el rubio se sonroje y esconda su rostro en su pecho abrazándolo con fuerza.
💐
Keloke😜
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𝑺𝒂𝒍𝒗𝒂𝒄𝒊𝒐𝒏; 𝑯𝒂𝒏𝒊
FanfictionDónde Toni estaba roto y encontraba su salvación en un asiático pelinegro. O donde Hai veía como el rubio sufría y decidió ayudarlo.