Narrador;
Toni tenía razón, el día tenía pinta de ser uno muy bueno, la mañana había transcurrido con normalidad y tranquilidad. La pareja había ido al vanilla luego de tomar su desayuno ya que el asiático tenía que firmar unos cuantos papeles y Toni había decidido acompañarlo.
El asiático se encontraba en su escritorio leyendo y firmando mientras que el rubio estaba con su celular sacándole fotos de manera discreta con una sonrisa traviesa. El sonido se una notificación hizo que Hai levantará la mirada y viera a su pareja, no era celoso, bueno, si un poco y lo descubrió en el momento que vio como el italiano sonreía y escribía en su celular. ¿Quien lo hacía sonreír así?
— ¿Pasa algo? — Pregunto haciéndose el que no le importaba mucho aunque fuera todo lo contrario.
— Oh, no cariño, no pasa nada — Respondió el italiano sin despegar la mirada de su celular lo cual hizo que el pelinegro sintiera más celos.
Hai suspiro resignado y siguió firmando papeles con cierta molestia al seguir escuchando el sonido de las notificaciones del celular de su pareja. ¿Quien mierda le escribía tanto?
[•••]
Diez minutos.
Quince minutos.
Veinte minutos.
Veinte minutos en los que el asiático se dedicó a mirar a su pareja con el entrecejo levemente fruncido y sus brazos cruzados sobre su pecho, miraba como este le sonreía a la pantalla de su celular. El pelinegro le había hablado hace unos minutos al rubio avisándole que ya había terminado y solo recibió un seco —"Vale"— sin despegar su vista el celular, Hai ya harto de esto se acercó a su pareja ubicándose frente a él aclarando su garganta.
— ¿Vamos o no? — Pregunto el asiático mirando fijamente a su pareja quien levanto la mirada para verlo.
— Claro — Toni se levantó del sofá y guardo su móvil en su bolsillo para caminar a la salida de la oficina saliendo de esta.
Hai lo siguió en silencio mientras pensaba, salieron del vanilla y salieron al coche del asiático, Toni de copiloto y Hai de conductor.
— ¿Me llevas a dónde Carlo? — Pregunto Toni sacando su móvil luego de colocarse el cinturón de seguridad y empezó nuevamente a mandar mensajes sonriendo.
— Clalo bonito — Respondió el asiático mirando de reojo a su pareja encendiendo el coche y empezó a conducir al casino donde suponía él que estaría el segundo de los Gambino.
La risa del rubio sonó dentro del coche haciendo que Hai sonría levemente al escucharlo reír. Su risa era preciosa.
— Hëna es muy divertida — Hablo Toni sonriendo mientras escribía por el móvil.
— ¿Hëna? — Pregunto el asiático con una sonrisa. Le alegraba ver a su pareja feliz, pero ¿Quien era Hëna?
— Oh, una amiga de Italia, dice que vendrá a Marbella — Respondió sin más el italiano mientras atendía una llamada alegremente dando a entender que hablaba con esa chica.
¿Ella no sería un problema, verdad?
🐢
Hola nuevamente, Hola al insomnio nuevamente.
Hëna no me agradas.
Besos en el potito
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𝑺𝒂𝒍𝒗𝒂𝒄𝒊𝒐𝒏; 𝑯𝒂𝒏𝒊
FanfictionDónde Toni estaba roto y encontraba su salvación en un asiático pelinegro. O donde Hai veía como el rubio sufría y decidió ayudarlo.