27! /(sexo😈🥵)\

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narrador;

El atracó a la joyería habia salido con éxito, el plan no habia fallado en nada, es más, hasta Salinas habia estado en el bloqueo y no lo estropeó. Ahora todos estaban en la mansión de Hai haciendo una pequeña fiesta, habia música por todos lados, Carlo estaba tirado en el sofá mirando a Igor bailar junto con Fedor mientras que Jose estaba sentado en el suelo soltando risas por la forma de bailar de esos dos, Anya estaba en el comedor acostada en la mesa mientras que Salinas estaba sentado, ambos tomaban de una botella de Vodka mientras hablaban de las cosas que pasaban en la ciudad, ambos eran unos chismosos. Hai estaba en su habitación sentado en la cama mientras miraba al rubio meter su ropa en el ropero.

Toni metia y metía ropa en el ropero, habia llevado una maleta llena de ropa durante la mañana a la casa de Hai para dejar ropa allí, y allí estaba, ordenando todo lo que habia llevado bajo la mirada penetrante del asiático. Hai fumaba un cigarrillo mientras miraba al menor fijamente, le quedaba bien ese pantalón de tela, bueno, a su pareja todo le quedaba bien.

— Caliño, ven aquí. — Habló el asiático golpeando su regazo mientras apagaba el cigarrillo.

El rubio lo miro rápidamente y fue hasta donde el mayor sentandose en su regazo mirandolo con una sonrisa al sentir las manos del asiático en su cintura.

— ¿Que ocurre? — Preguntó el menor tomando el rostro del mayor acariciando sus mejillas con suavidad.

— Tenia pensado en il de vacaciones. — Habló el asiático mirando a su pareja mientras le acariciaba suavemente la cintura, Toni soltó una leve risa.

— ¿De vacaciones? ¿A dónde? — Preguntó alzando una ceja, rezaba para que la idea de vacaciones no sea una locura ya que de ese asiático podia esperarse hasta lo inesperado.

Hai tomó el rostro del menor para empezar a dejarle besos por este mientras sonreia, Toni soltaba pequeñas risas por los besos.

— Estados Unidos. — Respondió sin dejar de besar el rostro del menor bajando a su cuello escuchando los leves suspiros del contrario y sintiendo como este empezaba a moverse levemente.

— Estaría bien, ¿Los dos solos? — Soltó un suave gemido al sentir la mano del mayor meterse en su ropa y acariciar su pecho. Hai asintio con la cabeza mientras se dedicaba a acariciar el cuerpo del menor com delicadeza como si en cualquier momento este se fuera a romper, como si se tratase de una pieza de porcelana, Toni por su parte se sentía amado con cada caricia o toque que le daba el mayor.

Una larga sesión de besos dió a lugar en ka habitación, las caricias de ambos en sus cuerpos tambien, los suaves suspiros del italiano poco a poco iban volviendo loco al asiático. La ropa fue desapareciendo lentamente, no estaban apurados para nada, solo querían disfrutar del momento y de como poco a poco iban conectando con suaves toques, besos timidos por parte de Toni y con algunas caricias algo descaradas por parte del asiático pelinegro. Estaban en ropa interior ambos, la cual ya estaba empezando a estorbar, la respiración del italiano se volvió mas agitada al ver como el mayor le quitaba su ultima prenda de ropa. El rostro sonrojado del rubio causó ternura en el pelinegro quién se dedicó a empujar levemente al menor que se encontraba en su regazo, la posición cambió, ahora el asiático estaba entre las desnudas y suaves piernas del ojiazul.

Toni tomó de las mejillas al mayor para acercarlo a su rostro y empezar un delicado beso, lleno de sentimientos, lleno de dulzura. Hai correspondía al beso con rapidez y asi mismo tambien acariciaba las piernas y cintura del menor, con tranquilidad se separó del beso y empezó a besar con suavidad el cuerpo del rubio, empezando por aquellos lugares que sabia que al menor le causan cierta inseguridad, cada beso que el asiático brindaba al cuerpo del menor era lleno de amor, el ojiazul tapaba su rostro con sus manos pero igualmente hacía espacio entre sus dedos para ver al mayor. Vió como el asiático chupaba sus propios dedos, Hai luego de un rato llevó sus dedos a la entrada del menor introduciendo un dedo lentamente escuchando las leves y casi inexistentes quejas del menor, movió sus dedos lentamente tratando de ver el rostro del menor pero las manos de este se lo impedian, con su otra mano quito las del rubio de su rostro y sonrió complacido por la expresión que tenia el ojiazul.

Si el asiático creia que ya no podia enamorarse aún más del italiano, pues ahora habia confirmado que si podía, que con cada cosa que el rubio hiciera, él caería aún más rendido a sus pies.

Luego de una buena preparación y algunos besos, Toni quitó la ropa interior del mayor haciendo que sus mejillas se pongan mas calientes de lo que ya estaban y más rojas, el rubio sabia que su pareja tenia un buen amigo allí abajo pero nunca penso que era un gran amigo. Hai soltó una risa mirandolo y le dejó un pequeño beso en el pecho, específicamente en donde va el corazón.

Entre besos y caricias, el asiático alineó du miembro en la entrada del menor para así ir entrando lentamente, los suspiros y gemidos por parte de ambos interrumpian los besos, las manos del rubio fueron a parar a la ancha espalda del pelinegro enterrando levemente sus uñas allí. Hai esperó unos minutos pacientemente para que su pareja se acostumbrase mientras acariciba la mejilla de este con suavidad mirandolo fijamente con una sonrisa, aún en ese estado, con su cabello rubio pegado a su frente por el sudor, sus mejillas rojas hastas las orejas, sus labios hinchados pero con una gran sonrisa, aún así, Hai encontraba a Toni lo más hermoso que habia visto en su vida. Y Toni, por su parte veia al mayor mientras sonreia, su cabello negro algo desordenado, su rostro sudado y sonrojado con también unos labios hinchados, Toni podía jurar que se había vuelto a enamorar por milésima vez de Hai.

Las caderas del menor se movieron levemente indicandole al asiático que podia empezar a moverse, cosa que fue hecha de inmediato, unas suaves embestidas hacian que los suspiros salieran de los carnosos labios del rubio, los besos y mordidas por parte del asiatico no tardaron en llegar junto con un aumento de embestidas haciendolas más rapidas y profundas causando gemidos y gruñidos por parte de ambos, el sonido de la cama rechinar junto a jadeos y el choque de piel estaba presente en la habitación, los besos y palabras de amor también, con cada embestida bruzca el rubio rasguñaba la espalda y hombros del mayor, el placer que sentian ambos era inexplicable, y parecía que con cada beso, mordida o hasta incluso rasguño el placer crecía. No tardó demasiado en que ambos tuvieran su esperado orgasmo siendo seguido de una sesión de besos y miles de palabras llenas de aprecio, amor.

💝

Que cosa mas mamona 🥺

besos en la cola 😘

𝑺𝒂𝒍𝒗𝒂𝒄𝒊𝒐𝒏; 𝑯𝒂𝒏𝒊Donde viven las historias. Descúbrelo ahora