23!

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narrador;

Hai se iba acercando lentamente mientras sentía sus manos sudar, metio sus manos a los bolsillos de su pantalón, vió como el italiano estaba conversando felizmente con el menor mientras que Carlo se mantenia mirando a su hermano con una sonrisa. El asiático tragó duro apunto de arreoentirse de acercarse, pero ya era tarde, ya estaba frente a Toni.

Toni levantó su mirada al sentir que alguien más estaba con ellos y sus ojos azulados se llenaron de lágrimas al ver al asiático frente a él. El italiano mordió su labio al sentirlo temblar, sus ojos azules miraban los achinados y oscuros ojos del asiático quien desvío la mirada rápidamente para mirar a Carlo que estaba en completo silencio mirandolo algo molesto.

Sun sonreía mirando a los mayores y algo emocionado agarró del brazo a Hai para acercarlo más a Toni en un intento de juntarlos sin ser conciente de la situación.

Hai solto una risa nerviosa y se apartó rápidamente sin siquiera mirar a Toni, no era capaz de mirar los ojos tristes de su amado. Toni sintio una punzada en su pecho al ver el comportamiento del mayor y sin poder evitarlo una lagrima bajó por su mejilla la cual secó rápidamente con su mano.

— Sun, vamos a casa. — Habló el asiático mirando al menor fingiendo tranquilidad, fingiendo que su pecho no dolia por estar evitando al italiano.

— ¿Uh? Bueno, adiós Toni, adiós Carlo. — Se despidió el menor con una sonrisa abrazando rápidamente a Toni quien correspondió al abrazo.

— Hablamos luego Hai. — Habló Carlo secamente casi fulminando con su mirada al asiático, estaba molesto con él por hacer sufrir s su hermano pero también sabia que Hai estaba sufriendo.

El asiático asintio levemente con la cabeza y se giró dispuesto a irse mientras que Sun ya se habia adelantado un poco al ver una tienda que le llamo la atención, antes de irse se quedó estático en su lugar al escuchar la voz de su ex pareja.

— Adiós Hai, cuidate. — La voz de Toni sonaba triste, sonaba a que aguantaba las ganas de llorar o quizas ya estaba llorando. Hai tragó duro y se giró para mirar al italiano, su corazón se hizo añicos al ver como algunas lagrimas bajaban por las suaves mejillas del menor.

Hai se acercó algo indeciso hasta donde Toni y suavemente lo tomo de las mejillas, con sus pulgares secó las lagrimas de este, no le importaba las miradas que podia llegar a recibir al estar en esa situación, secandole las lágrimas a su amado. El sonido del llanto de Toni se hizo presente de manera baja y en un rapido movimiento abrazó fuertemente al asiático sin querer dejarlo ir. Carlo suspiro levemente y se alejó de ambos, dejandoles su espacio.

Con fuerza el pelinegro correspondió al abrazo mientras susurraba suaves perdón”. Toni se aferraba al cuerpo del mayor, no queria dejarlo, no queria soltarlo. Hai llevo su mano al cabello del menor para dejarle caricias en un intento de calmarlo.

— P-Perdóname tu a mi. — Habló entre llanto el italiano separando su rostro del pecho del mayor para levantar la mirada y verlo fijamente al rostro.

— No tienes la culpa. — Dijo en un susurro el asiático sin dejar de darle caricias en el cabello. — Fui yo el que no supo aguantal. — Hai hablaba de manera tan tranquila que hasta él mismo de sorprendía.

Toni rápidamente volvio a esconder su rostro en el pecho del mayor y siguio abrazando fuertemente.

— No acepto que terminemos. Me niego. — Murmuró sin querer separarse del mayor, sus lágrimas seguian bajando por sus mejillas pero ya no sabia si eran de tristeza o felicidad de ver al mayor.

Hai soltó una suave risa al escucharlo y siguió acariciandole suavemente cabello mientras que con su otra mano le acariciaba la espalda.

— Ya sabes que es lo que tienes que hacel. — Habló suavemente sin dejar de acariciarlo. Toni rápidamente asintio haciendo mas fuerte su abrazo.

— ¿Entonces estamos volviendo? — Preguntó con miedo el menor haciendo un puchero. Hai se tenso levemente y suspiro.

— Tomemos las cosas con calma. — Dicho esto Toni rápidamente se aferró lo que más pudo al mayor. — Vamos. — Pidió Hai para luego soltar una suave risa al ver como el menor negaba rotundamente con la cabeza.

Un suspiro salio de los labios del pelinegro y empezó a caminar sin dejar de ser abrazado por el italiano. Hai trataba de ocultar su sonrisa por el comportamiento infantil que tenia el rubio.

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Hola caras de bola

Ahora desaparezco un mes🏃🏻🏃🏻🏃🏻🏃🏻

besos en la cola 😽

𝑺𝒂𝒍𝒗𝒂𝒄𝒊𝒐𝒏; 𝑯𝒂𝒏𝒊Donde viven las historias. Descúbrelo ahora