11 Nuevas sensaciones

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Me desperté en la habitación del hospital, sólo estaba mi madre y estaba mirando por la ventana de la habitación.
El sol le daba en su pelo  y lo hacía brillar más, teníamos el pelo igual castaño muy claro.

Estaba pensativa y notaba que estaba nerviosa y también algo triste, no se como empecé a sentir lo que ella, y era la primera vez que me pasaba.
Y desde luego sentía que estaba pensando en su hermana.

Deseaba saber como había sido la tía y saber de verdad lo que le había pasado.

Pero no quería ver a mamá sufrir y sobretodo triste.
Cada día nuestra conexión era más especial,
dios quería a papá infinitamente y a Scott, pero sería nuestra conexión con la magia, que algo era diferente en nuestra relación.

Estaba con el oxígeno puesto, y una intravenosa puesta con medicación  estaba cansado y me dolia el pecho al toser, y me ardía.

Pero lo que más me extrañaba era empezar a sentir lo que los demás sentían. O si algo estaba bien, o no.

La verdad no sabría como explicarlo.

- Cariño? Dyl cielo.....ehhh...hola tierra llamando a Dylan., dijo mi madre

- Ohhhh, mamá perdona, no te escuché, le dije dándole una sonrisa.

- Que tanto piensa cariño, me dijo sentándose en un lado de la cama.

- Pues....nada, sólo.....en nada, ya quiero salir de aquí.
La verdad no quería aún comentar nada de lo que sentía hasta ver si me pasaba con más gente, y no quería preocuparla, siiii ya se que tenía que contar todo,  como me mandó Deaton, pero quería esperar algo más.

- Seguro, que todo bien, estas muy pensativo, acuérdate de decir todo, es importante cielo, además tenemos que saberlo para ayudarte.
Lo entiendes verdad, no es por controlarte, eso quiero que lo tengas claro, me dijo agarrando mi mano.

-Lo sé mamá, de verdad. Le dije apretando el agarré.
¿Donde esta Scott y papá?

- Están en la cafetería, tú padre fue a buscar a Scott al instituto y de pasó habló con él director para avisar de tú ausencia durante una temporada. Dijo mi madre, levantándose y llenando un vaso de agua.

- Toma bebe algo, que ayer no cenaste casi nada, y te hay que bajar esa fiebre y subir algo la tensión.
Hoy tienes que comer algo, ya te aviso, dijo mi madre señalándome con un dedo.

- Mamá?. Le llamé

- Dime

- ¿Crees que me darán pronto el alta?, estoy cansado de estar aquí,  le dije haciendo moritos.

- Eso no te servirá, pequeño granuja, dijo mi tío Peter desde la puerta de la habitación, y riéndose.

- Eres malo lo sabías tío, le dije echándole la lengua.

- Lo sé, pero soy tu tío preferido y tú compañero de batallas, dijo acercándose a mi, y revolviendo mi pelo.

- ¿Que?, ¿como va, este bicho?, preguntó mi tío a mi madre.

- Pues tenemos que hablar, de bastantes cosas, pero lo primero la salud, esta un poco mejor, pero no estaría así, si me lo hubiera dicho antes, dijo mi madre mirándome con ojos acusadores.

- En eso tiene razón tú madre,  colega no te puedo ayudar.
Es más si lo vuelves a hacer, vas a ver a tus tíos bastante enfadados, tú tío esta para venir a meterte en un calabozo, si no lo hace sera de milagro.

-Valeeeee, lo pillo, no volverá a pasar, de verdad.
Solo no quería molestaros y no quería ser el sobrino débil.

- Cuando dije esas palabras el tío Peter se tenso  y note su tristeza, sabía que me quería y había hablado con él de como me sentía frente a Scott.

Y él odiaba que dijera eso, él me decía que tenía un potencial increíble y no tenia que sentirme así jamás, creo que era la vez que más enfadado lo he visto conmigo, cuando habíamos hablado de eso.

-¿Qué te dije Dylan?
Como te tengo que decir, que no eres ningún débil, eres increíble. No me hagas enfadar, me da igual que estés en el hospital. Me dijo serio.

- Perdona, tienes razón, lo siento, a veces no lo puedo evitar, le dije mirándolo y mirando a mi madre.

- Esta bien  pero olvidate de esas tonterías ya, hazlo por mi. Me dijo el tío sentándose en el sillón.

- Peter voy a ir junto a Melissa, a ver cuando le hacen la radiografía a Dylan, y voy por un café, mientras estás aquí,  ¿te apetece uno?. Pregunto mi madre.

- No Kate, gracias, dijo mi tío Peter.

- A mi si, dije a ver si de casualidad me lo traían.

- Que más quisieras tú, pero sigue intentándolo, pequeño desastre, dijo mi madre dándome un beso en la frente y saliendo, cuida de esa travesura ¿quieres Peter?. Dijo mi madre ya cerrando la puerta.

- Mierda, muero por un café, dije bajito.

- Te escucho, lo sabes verda, me fijo el tio Peter.

- Estoy deseando salir de aquí.
Me aburro y me agobia estar encerrado.
Le dije mirando con cara de pena a mi tío.

- No cuela Dylan, si dijeras que estabas mal  ahora estarías en casa,
Y que más me tiene que contar tú madre.
Me pregunto mi tío Peter.


La Familia es lo más importanteDonde viven las historias. Descúbrelo ahora