¡Hazlo o no lo hagas!

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"Ya son las 2 de la mañana... Allá son como las 9... ¿Qué estarán haciendo ahora? ¿Habrán hecho las paces?". Se preguntó Hiromi, desnuda y abrazada a su novio, que también estaba desnudo bajo las mantas, abrazándola después de haber hecho el amor.

"No lo sé... Sé que Kaji es una persona que siempre está dispuesto a hacer las paces, pero Daimon...". Murmuró, acariciando cariñosamente el cabello oscuro y largo de su novia.

"¡Siiiiiiii....! ¡Daimon es tan cruel a veces!". Hiromi frunció la cara, recordando. "¡Hasta me hizo llorar una vez! ¡Es tan insensible cuando se trata de cirugía!".

"¿Te hizo llorar? ¡Mi pobre Hiro-chan! Como siempre, esa demonio no tiene compasión por nadie...". Abrazó fuerte a Hiromi para contenerla y luego bostezó.

"Si... Aquella vez fue una pelea muy fea, no al estilo de Kaji, que son puros gritos y palabrotas, sino palabras hirientes, filosas, dando en donde más duele, y Daimon es muy buena para herir a la gente cuando está enojada... Pero por dentro es una persona maravillosa que quiere que cada uno de nosotros saque lo mejor de uno mismo... Supongo que por eso es tan ruda y exigente, ¿no, Ebi-chan?".

Por toda respuesta, escuchó un ronquido.

"¿Eh? ¿Ya te dormiste?". Lo miró, asombrada.

Mientras tanto, en Dubai, Michiko y el jeque se volvieron hacia las puertas cuando estas se abrieron y apareció el mismísimo Kaji HIdeki todo sucio y agotado, sostenido por el brazo por uno de los guardias de la casa.

Como siempre, Kaji hacía más alboroto de lo necesario.

"¡Uf! ¡Por fin estoy aquí! ¡Casi muero allá afuera! ¡Dios mío! ¡Fue terrible!". Se quejó.

"¡Doctor Kaji! ¿Cómo llegó hasta aquí? ¿Está bien?". Le preguntó el jeque, acercándose a él con los brazos extendidos entre la incredulidad y la alegría. "¡Vamos! ¡Siéntese un momento y cuénteme!".

Kaji miró un segundo a Michiko, que seguía de pie al lado del ventanal, mirándolo fijamente, muy seria, entonces hizo lo que le pidió el jeque y el guardia lo ayudó a sentarse en unos de los sillones.

"Bueno... Cuando se escuchó aquel estruendo, el pequeño camello salió corriendo y fui tras él. ¡Y cuando regresamos no encontramos a nadie y me asusté y me preocupé muchísimo!". Hizo mala cara. "¡No tenía idea de lo que había pasado y había perdido mi móvil cuando fui a buscar el camello! Como no teníamos dónde quedarnos, decidí seguir las huellas de las ruedas como pude porque eran muchas y muy confusas, ¡y ese condenado bicho que no quería moverse! ¡Tuve que empujarlo todo el camino! Caminamos un buen rato y pude ver los edificios más altos de la ciudad. Me sentí feliz y seguimos caminando, pero el sol estaba muy fuerte y ya no pude caminar por más tiempo, así que me senté en la arena con el camello, ¡estaba muerto de calor y de sed! No sé cuánto tiempo estuvimos allí, pero creí que íbamos a morir de sed y calor... Creo que estaba a punto de desmayarme cuando un chico me encontró". Sonrió muy feliz al recordarlo. "Se llama Ali y tiene como 16 años... ¡Gracias a dios que sabía algo de inglés como yo! Me dio de beber agua y luego me ayudó a subir a su caballo (omitió la parte en donde se cayó varias veces al suelo), ató al camello por el cuello y nos dirigimos hasta su casa... Una choza muy humilde, por cierto... ¡pero su familia es tan buena! Su madre y su pequeña hermana me dieron de comer y me dejaron descansar un poco. Les conté como pude en dónde me estaba alojando y entonces el chico me trajo hasta aquí...". Suspiró profundamente, agotado. "Y eso es todo... Y ya estoy aquí. ¡Lamento mucho haberlos preocupado de esta manera!". Se inclinó profundamente.

"¡Oh! No se disculpe, doctor Kaji, fui yo quien se descuidó de usted, así que soy yo quien tiene que disculparse con usted". Se puso de pie y se acercó, inclinándose para colocar sus manos sobre los hombros del sorprendido Kaji. "Vaya a darse un baño y a descansar. Le serviremos la cena en su habitación. Mañana haremos un banquete en su honor porque todo terminó bien".

DOCTORA XXX MICHIKO DAIMON. EL DEMONIO BAJO MIS ALAS (Doctor-X/Doctor-Y)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora