Mommy

204 8 33
                                    

Mientras comían sukiyaki en el comedor de una posada que estaba cerca de la playa, Michiko le envió un mensaje a Hiromi avisándole que había encontrado con bien a Kaji y que ambos volverían a la ciudad a la mañana siguiente, luego le envió el mismo mensaje a Akira para que no se preocupara.

Kaji comía y bebía, observándola detenidamente. Sintiéndose un poco molesta, Michiko guardó el móvil en su cartera marrón y lo enfrentó mientras tomaba una feta de carne de la mini parrilla con los palillos.

"¿Por qué me estás mirando con esa cara de tonto? Me disgusta".

"Bueno, estaba pensando en lo mucho que avanzó nuestra relación, demonio. Me has confesado un miedo muy importante para ti, eso quiere decir que confías en mi con todo tu corazón".

"¡Bah! No es para tanto, es sólo un poco de miedo, tampoco es una certeza o de que sea algo que vaya a pasar si o si". Se alzó de hombros, tragándose la carne de un bocado.

Ella estaba vestida con un pantalón de tela negro y una blusa blanca.

"Ya lo sé, no es como en mi caso. Además, sé que siempre eres un poco tonta para otras cosas que no sea la cirugía, demonio". Tomó otro sorbo de cerveza de su jarra.

"Idiota...". Lo fulminó con la mirada y también tomó un poco de cerveza de su propia jarra.

Kaji sonrió, tomando una feta de carne con los palillos.

"Pero para mi serás siempre perfecta, Daimon".

"¡Uy! ¡Pero qué tonto eres, Kaji-chan!". Sonrió halagada, tomando otra feta de carne.

Mientras tanto, Hiromi y Ebina iban caminando por la acera en el centro de la ciudad. Como siempre, el centro estaba lleno de gente y ruido.

"Ahora que sabemos que Michiko encontró a Kaji y que él está bien, ¿qué te parece si vamos a comer algo, doctor Ebina? Conversamos un poco y todo eso, para conocernos mejor...". Lo miró, con una hermosa sonrisa.

El pobre Ebina se sonrojó un poco, pero también sonrió. Aquello era un sueño hecho realidad para él.

"Bien, pero, ¿podemos dividir las cuentas? No podré pagar todo, lo siento, doctora Jonouichi".

"No hay problema. Entiendo tu situación porque yo estoy en las mismas, así que siempre que salgamos pagaremos cada uno lo suyo, ¿qué te parece? Así no tendremos problemas con el dinero".

"Me parece bien, gracias, doctora Jonouichi, y lo siento mucho...". Se disculpó, sintiéndose un poco culpable, desviándole la mirada. Pero Hiromi sintió compasión y lo tomó por el brazo con ambas mano, mirándolo muy cariñosa.

"No se preocupe, doctor Ebina. Si le estoy dando una oportunidad es porque sé en dónde me estoy metiendo. Solo quiero conocerlo más y decidir si doy o no el segundo paso en nuestra relación o lo dejo todo como está".

"¡Oh! ¡S-si, claro!".

Como siempre, Hiromi era una mujer con los pies bien puestos sobre el suelo. No se lanzaba a lo nuevo sin antes haberlo pensado muy bien.

"¿Entonces no le diremos a nadie que estamos saliendo?". Preguntó él.

"No veo por qué no, ya no somos unos críos".

"¡Oh! ¡Qué bueno, qué bueno!". Repitió, asintiendo varias veces con la cabeza, lleno de felicidad.

Hiromi sonrió y apoyó la cabeza sobre el brazo de Ebina. Él era mucho más alto que ella, mucho más fuerte, y muy varonil a pesar de su torpeza. Hasta algo inocente, idealista y tierno para su edad. Ella en cambio era de una voluntad firme, inteligente, idealista y muy despierta, pero era menuda y frágil físicamente. Con él, se sentía muy segura y contenida. La ternura recién descubierta en Ebina la atraía muchísimo.

DOCTORA XXX MICHIKO DAIMON. EL DEMONIO BAJO MIS ALAS (Doctor-X/Doctor-Y)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora