𝙴𝚙𝚒𝚕𝚘𝚐𝚞𝚜

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Aun cuando pasaba el tiempo el no podía acostumbrarse, el infierno era simplemente oscuro y a veces le daba miedo.

Si salía de reino vería seres demasiado perturbadores de los cuales nunca se acostumbraba a observabar.

El había decidido no salir más, pero noto que no todo era tan malo, MinGi se tomó el tiempo de crear un espacio en el infierno en donde HongJoong pudiera desprender su luz, donde no tendría que preocuparse.

Song le dijo que el infierno era oscuro, pero aún así no importaba si así podía estar con él, porque solo tenía ojos para él.

Haber pasado una aventura tan grande como aquella fue simplemente único y se sentía la persona más afortunada del mundo, no todos los días puedes dejar ir a todos los que te rodean para tener una vida mejor.

En los grandes pasillos de aquel reino lo pudo ver a él de espaldas hablando con alguien, su nombre era Mark, un chico bastante guapo.

Con una sonrisa comenzo a correr hacia el demonio y se lanzó a sus brazos, parecía un simple niño, pero en realidad los dos disfrutaban hacer esas cosas, MinGi sabía que HongJoong tardaría en adaptarse al infierno, pero hasta entonces le daría y haría todo lo que el quisiera.

-¿En donde estabas?

Kim sonrió y le dio un tierno beso en su mejilla, el resto de siervos se sorprendían ante las escenas en donde el rey más frío que conocieron se volvía tan cálido y frágil al lado de aquel (Ahora) demonio.

-Solo fui a caminar, quería distraerme.

MinGi no pregunto nada más y se fueron a quien sabe dónde.

Ambos eran felices, tuvieron sus cosas pero ahora era libres, HongJoong pido haber perdido sus alas, pero tenía algo mucho mejor que eso y lo apreciaba con todo su corazón.

Sus ojos esmeralda eran dignos de apreciar tales milagros como el suyo, no esperaba que la historia se repitiera, al contrario de eso, solo quería seguirla hasta el final de su vida.

𝑭𝑰𝑵.

𝗙𝗼𝗿𝗯𝗶𝗱𝗱𝗲𝗻 𝗹𝗼𝘃𝗲Donde viven las historias. Descúbrelo ahora